Simplemente necesitas saber dos cosas. La primera es que el aceite es grasa y básicamente existen tres tipos de grasa que el cuerpo necesita: saturadas, poliinsaturadas y monoinsaturadas.

Las que menos se requieren, pero igual son importantes para el organismo, son las saturadas, que se encuentran en la carne, en la leche, los quesos, la mantequilla y el aceite de coco. Las poliinsaturadas provienen de fuentes vegetales como el maní y los aceites vegetales.

Por último, las monoinsaturadas son la que se consideran saludables ya que disminuyen el colesterol malo y proveen antioxidantes, fuente de ella son por ejemplo el aceite de oliva, las nueces y la palta.

Independientemente de esto, cuando una grasa se calienta, se acelera su oxidación convirtiéndose en nociva para la salud. No se requieren aceites oxidados, por lo tanto, al momento de cocinar debes elegir las grasas que más resistentes sean a las altas temperaturas. Éstas son: las saturadas y las monoinsaturadas. Las poliinsaturadas resisten menos, por lo que no se recomiendan para cocinar.

Entonces, utiliza aceite de coco para las comidas ya que resiste las altas temperaturas, incluso la mantequilla es buena, aunque sea saturada, pero no así la margarina que es una poliinsaturada. Otra buena opción en aceites monoinsaturados es el de oliva.

No obstante, no olvides que, sea la grasa que sea, aunque saludable, igual aporta 9kcal/gr, por lo que cualquier exceso será almacenado como grasa corporal.

Tipos de aceite

1. Aceite de coco. El favorito en la cocina, porque le da un toque especial a los salteados y no se oxida con el calor. Aporta grasa saturada de cadena media, un tipo muy especial y saludable de grasa, que se utiliza rápidamente como energía.

Se recomienda saltear en aceite de coco, quinua, champiñones, ajo, cúrcuma, cebollín y sal de mar.

2. Aceite de oliva. Es uno de los más saludables y puedes cocinar con él, aunque debes fijarte que su nivel de acidez no supere el 0,2% (información que está en la etiqueta), que sea extra virgen y prensado en frío. Fíjate también que tenga un leve picor que se debe a la presencia del oleocanthal, otro polifenol del aceite.

Queda sabrosos con todo: ensaladas, salteados, con preparaciones al horno e incluso en batidos. Puedes probar con 1 cucharada dentro de tus batidos.

3. Aceite de girasol. Aunque aporta omega 6, pero se trata de grasa saturada. Trata de disminuir su uso, prefiere el aceite de oliva.

4. Aceite de linaza. Beneficia la salud por sus ácidos grasos omega 3. Ayuda a la digestión.

Este tipo de aceite está disponible en forma de cápsula o líquido, también lo puedes consumir en bebidas. Es recomendable conservarlo en frío.