Para decir adiós…
Quizás tu pareja sufra el desgaste de la convivencia o surja de pronto el desamor y deje de haber correspondencia en tu relación, la cual es una situación muy dolorosa que debes afrontar de la mejor manera posible.
Hola Mujer. Hoy quiero hablarte acerca de ese momento tan complicado que llega cuando en tu pareja sientes que la relación está agotada.
A veces, por más que tengas las mejores intenciones para hacer perdurar en el tiempo ese proyecto de vida en común, el mismo puede entrar en crisis.
Quizás tu pareja sufra el desgaste de la convivencia o surja de pronto el desamor y deje de haber correspondencia en tu relación, la cual es una situación muy dolorosa que debes afrontar de la mejor manera posible.
Por cualquiera de los motivos mencionados, la mayor causa de ansiedad y preocupación en las consultas suele estar enfocada en el hecho de cómo dejar al compañero o salir de esa relación, lo cual se percibe siempre como muy problemático.
Al respecto, conviene poner las cosas en perspectiva, para evitar comenzar por el final.
Si percibes que los momentos de felicidad en tu pareja son cada vez menos, es necesario trabajar para recomponer ese vínculo. Por supuesto, siempre y cuando ambos estén de acuerdo en intentarlo, ya sea solos o con la ayuda de un profesional.
Durante este proceso, si aún existe el amor, podrá mejorarse la relación, logrando una mayor solidez. No obstante, existe también la posibilidad de descubrir que en tu pareja no hay amor; ya sea porque se acabó, o porque nunca lo hubo.
Entonces, cuando esto se hace evidente, solo cabe la opción de tomar caminos diferentes, a partir de entender que las rupturas y las pérdidas son parte de la vida, y que cuando una relación se rompe se puede construir otra.
Este suele ser, sin embargo, un momento de mucha confusión, y a veces, aun reconociendo que ya no existe el amor por tu pareja, una serie de factores no te permiten tomar la decisión de terminar tu relación.
Estos factores son el miedo, la culpa y la vergüenza, que impiden dar ese paso; y entonces dejar a la pareja se convierte en un problema insoluble.
El miedo a la soledad o a la incertidumbre que provoca el cambio de situación genera mucha ansiedad.
La culpa ante la posibilidad de que la ruptura lastime emocionalmente a tu compañero o a tus hijos puede hacerte dudar; pero debes tener en cuenta que no hay peor ejemplo para los hijos que aquel de un hogar sin amor, donde los padres conviven en una amarga tolerancia de la situación.
Y también puede aparecer la vergüenza por considerar equivocadamente que una separación es un fracaso social.
Todos los factores mencionados, pueden inmovilizarte. Ante esta situación, lo que debes hacer es apoyarte en la tranquilidad de conciencia por haber hecho todo el esfuerzo necesario para recuperar la relación, y desde ese lugar, tomar la decisión y el coraje para hablar serenamente con tu pareja.
Explícale que el amor se acabó, que valoras cada uno de los momentos compartidos; pero que la tuya es una decisión tomada y que no habrá vuelta atrás. Dile también que por respeto a la relación y a su persona prefieres la sinceridad de enfrentar la situación, en vez de fingir sentimientos.
Invítalo a guardar las vivencias de los momentos compartidos, para que ambos sean un hermoso recuerdo en la vida del otro.
Y luego comienza a andar tu nuevo camino sin mirar atrás. Porque para decir adiós,… ¡solo tienes que decirlo!
Adelante mujer… ¡Tú lo vales!
Algunas consideraciones acerca de decir adiós
- – El amor no es para sufrir; si tu vínculo de pareja —por el motivo que sea— te aporta más sufrimiento que alegría, es hora de decir adiós.
- – Recuerda que si el amor no se ve o no se siente, no existe o no te sirve.
- – Para los hijos es mejor ejemplo una buena separación que una mala convivencia.
- – En la mayoría de los casos, la culpa es la principal razón que te impide dejar a tu pareja, por no querer cargar con el peso de la ruptura.
- – Enfrentar y resolver la realidad de la pareja es la única forma de seguir adelante en tu vida, de lo contrario caerás en un estancamiento amoroso.
- – El momento del punto final pierde relevancia ante la serenidad de haber hecho todo lo necesario para salvar tu relación.
Rubén García
Coach en Inteligencia Emocional-especialista en
problemática de la mujer y de la pareja – www.superarse.net