Guantánamo, el drama de presos detenidos desde hace 11 años
Unos 100 prisioneros llevan 13 semanas sin comer y exigen su proceso
¡Libérenlos, envíenlos a casa o llévenlos ante la Justicia!, es el grito de alarma de 150.000 firmantes de una petición a Barack Obama para que se ponga fin al calvario de más de la mitad de los detenidos en Guantánamo, encerrados desde hace 11 años y sin proceso.
Detrás de los muros de la prisión militar de la isla de Cuba, esos hombres condenados a una detención por tiempo ilimitado intentan llamar la atención de su situación a través de una huelga de hambre sin precedentes, que hoy termina su decimatercera semana.
“He perdido toda esperanza”, asegura el afgano Obaidullah. “Estoy detenido en Guantánamo desde hace 11 años, ahora sigo sin conocer mi destino”.
La huelga es seguida por 100 de los 166 detenidos, según las autoridades de la prisión, 23 de ellos eran alimentados por sondas nasogástricas y tres están internados, aunque su vida no está en peligro, según el teniente coronel Samuel House, portavoz de la cárcel.
Los abogados afirman que 130 prisioneros siguen el ayuno, en parte desde el 6 de febrero.
Ochenta y seis de los 166 detenidos recibieron “una aprobación (de las autoridades de EEUU) para ser transferidos”, algunos hace cinco años. “Eso indica que el 52% de los reos está calificado para ser liberado”, señaló Clive Stafford Smith, abogado de 15 presos.
Situación. ¿Por qué estos hombres aterrizaron en esta “tierra de nadie”, según la expresión del propio Barack Obama? —quien se comprometió a cerrar la prisión al año siguiente de su arribo al poder en 2009—. “Simplemente fueron atrapados en Afganistán o en Pakistán y vendidos a los norteamericanos”, explicó Smith.
“Hay algo que no funciona en un sistema en el que la ausencia de acusación de crímenes de guerra le mantiene a uno detenido indefinidamente y en el que (por el contrario) una condena por crímenes de guerra supone un billete de regreso a casa”, afirmó el coronel Morris Davis en una petición que recogió 150.000 firmas en 48 horas.
Morris, exfiscal militar de Guantánamo, recuerda que él “personalmente” inculpó a los únicos tres exdetenidos que fueron enviados a su país tras ser considerados culpables de crímenes de guerra: apenas tres de los 779 prisioneros que en más de 11 años pasaron por las celdas de la cárcel.
Otros seis detenidos fueron inculpados y actualmente son juzgados por uno de los llamados tribunales militares de excepción.
Entre los 80 detenidos restantes (de los 166 internos que quedan actualmente), unos 40 no pueden ser llevados ante la justicia por falta de pruebas. Lo que quiere decir que apenas el 5% de los presos que pasaron por Guantánamo serán finalmente juzgados. “Guantánamo es un gigantesco fracaso”, subraya Smith.
Apenas regresado de Guantánamo, donde vio a cuatro de sus seis clientes en huelga de hambre, el abogado se dijo “conmovido” tras constatar cuán “decididos” estaban. “No tienen nada que perder”, declaró a la AFP, “algunos pasaron más de un tercio de su vida en la prisión, quieren vivir, pero quieren vivir en libertad y dignidad”.
Antecedente de la BASE militar
Arriendo
Guantánamo es un territorio que EEUU arrienda en Cuba. La isla conserva su soberanía sobre la base naval y la considera un territorio ocupado, pero EEUU se niega a poner fin al arriendo aduciendo el tratado cubano-estadounidense de 1903.
Objetivo
En el último cuarto del siglo XX, la base fue usada como centro de reclusión para refugiados cubanos y haitianos interceptados en alta mar,
pero desde 2002 fue utilizada para albergar a prisioneros sospechosos de nexos con Al Qaeda y el ejército talibán.
La prisión es símbolo del disenso en EEUU
The economist n El presidente Barack Obama acaba de decir que Guantánamo “daña la imagen internacional” de Estados Unidos, lo que es reflejo de lo que pensaba cuando, en su segundo día en la Casa Blanca, en enero de 2009, ordenó el cierre en el plazo de un año.
La existencia de esta prisión desde 2002, dijo, “probablemente ha creado más terroristas en el mundo de los que se ha encerrado allí”; una opinión compartida por algunos miembros de la administración de George W. Bush. Y sin embargo, lo único que se ha cerrado relativo a Guantánamo, en enero de este año, ha sido la oficina diplomática encargada de la reubicación de los detenidos. Obama culpa al Capitolio, y algo de razón tiene.
El Congreso frustró su plan de transferir a los detenidos a Illinois o a cualquier otro sitio, bien por razones de seguridad nacional o para fastidiar al Presidente, o las dos cosas.
A pesar de ello, Obama se ha comprometido a volver a abordar el asunto con las Cámaras, debe darse prisa. En el pasado Guantánamo era sinónimo de un Ejecutivo todopoderoso y de los excesos de la guerra contra el terror de Bush. Con el actual gobernante se ha convertido en víctima y símbolo de la paralizante disensión de la política estadounidense.