Miles de opositores egipcios a Mursi protestan y toman Tahrir
Objetivo. Se considera que la revolución popular derrocó al presidente islamista
Decenas de miles de opositores a Mohamed Mursi se reunieron ayer en Egipto, especialmente en la plaza Tahrir de El Cairo, en una demostración de fuerza destinada a probar que el expresidente islamista fue derrocado por una revolución popular y no por un golpe de Estado.
Por su parte, los islamistas continuaban movilizando a sus simpatizantes para mantener la presión sobre el Ejército que retiene a Mursi desde su destitución el miércoles y para denunciar el “Estado policial” que, según ellos, instauró.
Estas movilizaciones rivales hacen temer nuevos hechos violentos, en un momento en que continúan las negociaciones para nombrar a un primer ministro, cargo para el que, aunque suena con fuerza el nombre del premio Nobel de la Paz Mohamed ElBaradei, no acaba de haber un consenso en el gobierno interino a la cabeza de Adly Mansur.
El viernes, al menos 37 personas murieron, entre ellas varios policías y un militar en el Sinaí. Desde el 26 de junio, cuando empezaron los enfrentamientos, han perdido la vida en el país más de 80 personas.
Este domingo, mientras aviones caza surcaban los cielos de la capital dejando tras de ellos humo con los colores de la bandera nacional, la plaza de Tahrir era un hervidero de gente que deseaba participar en una movilización pacífica. En este lugar se respiraba un buen ambiente y una multitud de banderas, entre las que destacaba una en la que podía leerse “Vete” en referencia a Mursi, cubría el lugar. “Egipto vivió una revolución, no un golpe”, podía leerse en inglés en varias pancartas.
No lejos de allí, Yaser, un ingeniero, afirmó a la AFP que la destitución de Mursi no iba “contra la democracia ya que 30 millones de personas salieron a la calle para expresar su rabia”. Como él, decenas de miles de egipcios se movilizaron en numerosas ciudades del país “para terminar (la revolución) del 30 de junio”, en declaraciones de Tamarod (rebelión en árabe), movimiento que convocó las grandes manifestaciones contra Mursi hace una semana.
Por su parte, los partidarios de Mursi se reunieron en una gran plaza frente a la mezquita de Nasr City, un barrio de la capital, en los alrededores de la Universidad de El Cairo, en el barrio de Guizeh, y ante la sede de la Guardia Republicana, donde murieron cuatro personas de sus filas el viernes en un intercambio de disparos con los soldados.
Aunque la transición fue puesta en marcha con la designación de Mansur y la disolución de la Cámara Alta dominada por los islamistas, las nuevas autoridades no logran ponerse de acuerdo sobre el nombre del primer ministro. La elección de ElBaradei, que la víspera anunciaron la agencia oficial Mena y varias fuentes políticas y militares, se topa con las reservas del partido salafista al Nur, socio islamista de una coalición que está integrada principalmente por partidos y movimientos laicos.
ElBaradei, exdirector de la Agencia Internacional de la Energía Atómica de 71 años, podría finalmente convertirse en vicepresidente y la dirección del gobierno quedaría en manos de un tecnócrata de 48 años, Ziad Bahaa Eldin, un abogado empresarial que dirigió varias instituciones económicas y financieras.
“El presidente se está inclinando hacia el nombramiento de Bahaa Eldin y ElBaradei”, dijo a los medios el portavoz del gobernante interino, Ahmad al Musilamani.
Agenda del gobierno interino
decisión
El portavoz del presidente interino, Ahmad al Musilamani, dijo que la decisión de quién será el primer ministro se anunciará “mañana”(hoy). Heredará un país al borde de la bancarrota, cuyas divisiones políticas se traducen en enfrentamientos sangrientos, y tendrá que preparar también elecciones legislativas y presidenciales.
Opiniones
El mandatario Barack Obama, repitió que este país “no está alineado ni apoya a ningún partido político ni grupo egipcio en particular”. Su par ruso, Vladimir Putin, consideró que Egipto estaba al borde de una guerra civil.