Pro-Mursi convocan manifestación masiva el martes en Egipto
"Salgan a la calle y a las plazas para reconquistar su libertad, su dignidad -usurpadas por un golpe de Estado sangriento- y por los derechos de los mártires asesinados a balazos" por el nuevo poder, dijo la coalición islamista en un comunicado.
Los partidarios de Mohamed Mursi convocaron para el martes a «un millón de manifestantes» para exigir la vuelta al poder del presidente egipcio depuesto por el ejército, pese a que las nuevas autoridades advirtieron que actuarán de modo «firme» ante la protesta.
En este contexto de bloqueo político, la representante de la diplomacia europea, Catherine Ashton, viajó a Egipto, donde tiene previsto reunirse con todas las partes.
Una coalición de grupos islamistas favorables a Mursi llamó el lunes a manifestarse masivamente el martes y a dirigirse a «los edificios administrativos de las fuerzas de seguridad» con el fin de denunciar «el uso de balas reales contra manifestantes pacíficos», tras la muerte de 72 manifestantes el sábado.
El domingo, el Consejo de Defensa Nacional, presidido por el jefe de Estado interino Adli Mansur, había prometido «decisiones y medidas decisivas y firmes» si los manifestantes «se exceden en su derecho a la expresión pacífica y responsable de su opinión».
Exhortó a los partidarios de Mursi que acampaban en dos lugares de El Cairo a «anunciar de inmediato que renuncian clara y definitivamente a la violencia, al terrorismo y a las agresiones, de palabra o en actos, a los ciudadanos».
No obstante, los islamistas anunciaron este lunes la convocatoria de «una marcha el martes de un millón de personas bajo el lema ‘los mártires del golpe de Estado'».
«Salgan a la calle y a las plazas para reconquistar su libertad, su dignidad -usurpadas por un golpe de Estado sangriento- y por los derechos de los mártires asesinados a balazos» por el nuevo poder, agregó la coalición islamista en un comunicado.
El domingo, la violencia política dejó dos muertos entre los partidarios de Mursi, uno de Port Said, noreste, y otro en Kafr el Zayat, norte, y una treintena de heridos.
Por otra parte, en la noche del domingo, un soldado egipcio murió y ocho resultaron heridos en un ataque registrado en Rafá, en la frontera con el enclave palestino de Gaza, indicaron los servicios de seguridad.
Diez soldados han muerto en la región del norte del Sinaí desde el recrudecimiento de la violencia consecutivo al golpe del ejército egipcio contra Mursi el pasado 3 de julio. También han muerto 17 policías este mes. El ejército ha señalado unos 20 «terroristas armados» muertos en total.
En el plano diplomático, Ashton regresó a El Cairo en la noche del domingo, por segunda vez en menos de dos semanas.
Además del vicepresidente Mohamed ElBaradei, con quien se reunió el domingo, Ashton tenía previsto reunirse con Mansur y «con representantes de fuerzas políticas», según la vicepresidencia.
ElBaradei, según un comunicado, le indicó que las actuales autoridades egipcias «están haciendo todo lo posible para lograr una salida pacífica a la crisis actual».
Por su parte, el secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, advirtió el domingo al gobierno interino de Egipto que cada muerte de un opositor en las manifestaciones empeora las posibilidades de que el país supere la crisis política.
Por último, la organización Human Rights Watch denunció un «desprecio criminal» de las autoridades «por la vida humana».
Estos muertos demuestran «una voluntad chocante por parte de la policía y de ciertos políticos de aumentar la violencia contra los manifestantes pro-Mursi», estimó Nadim Houry, director de HRW para Oriente Medio y África del Norte.