Brasil espió a franceses que vigilaban su base espacial
Inteligencia. Sospechaba de sabotaje en la central de Alcántara
Brasil espió hace diez años a agentes de los servicios secretos franceses tras sospechar que estaban detrás de una acción de sabotaje en la base espacial de Alcántara, en la que una explosión dejó ese año 21 muertos, pero nunca halló pruebas.
Un documento de la Agencia Brasileña de Inteligencia (Abin) publicado por el diario Folha de Sao Paulo revela al menos tres operaciones de contraespionaje cuyos blancos eran agentes franceses y sus contactos en Alcántara, en el estado de Maranhao (noreste), no muy lejos de la base espacial de Kourou, en la Guayana francesa.
La Presidencia de Brasil y la embajada de Francia en Brasilia, consultados por la AFP, rechazaron comentar la información.
El lunes, el Gobierno admitió que hace diez años espió a diplomáticos rusos, iraníes e iraquíes, así como salones alquilados por la embajada de Estados Unidos (EEUU) en Brasilia, luego de que Folha revelara un documento que daba cuenta de los operativos. Fueron “operaciones de contrainteligencia”, dijo el lunes la Presidencia de Brasil en un comunicado. “Obedecieron a la legislación brasileña de protección de los intereses nacionales”, añadió.
La Abin vigilaba desde 2002 una “red de espionaje” de la DGSE (el servicio francés de espionaje) activa en Maranhao y Sao Paulo, según el documento divulgado por Folha. La base de Alcántara —hoy en curso de reconstrucción— es considerada como una de las mejores bases del mundo para el lanzamiento de cohetes con satélites: su proximidad con el Ecuador permite un ahorro de 30% de combustible. Es la principal competidora de la base de Kourou.
Operativos. Folha indica que uno de los blancos del espionaje de la Abin era un agente de la DGSE que reclutaba informantes en la base brasileña. Al menos ocho informes fueron redactados sobre este asunto pero la Abin no encontró ninguna evidencia de sabotaje de los franceses en la explosión del 22 de agosto de 2003 provocada por un problema eléctrico.
Legisladores brasileños pidieron el lunes explicaciones al Gobierno sobre estas operaciones de contraespionaje, reveladas luego de que Brasilia criticara duramente las denuncias de espionaje por parte de EEUU a millones de sus ciudadanos, incluida la presidenta Dilma Rousseff, así como a la gigante estatal Petrobras.
El ministro de Justicia, José Eduardo Cardozo, afirmó ayer que “son casos completamente diferentes” de espionaje.
Sistema antiespionaje se usará desde marzo
Las comunicaciones de la administración pública brasileña en internet deberán ser realizadas a partir de marzo de 2014 a través de redes propias que están en desarrollo, a fin de limitar el efecto del espionaje extranjero, según un decreto publicado ayer en el Diario Oficial.
La decisión es una respuesta a las actividades de Estados Unidos (EEUU) que, según documentos revelados por Edward Snowden, espió las comunicaciones de la propia presidenta Dilma Rousseff, de varios de sus ministros y de estratégicas empresas, como la estatal Petrobras.
Actualmente, la administración pública brasileña utiliza sistemas de correos electrónicos de Microsoft, que en un máximo de 120 días serán sustituidos por software desarrollado por el Gobierno brasileño. Brasil también presentó ante la ONU, junto con Alemania, un proyecto de resolución dirigido a establecer límites al espionaje electrónico y garantizar la privacidad de los usuarios de internet.