La legalización del cannabis en Uruguay divide al mundo
Reacción. Países y organizaciones sientan posición ante la iniciativa
El mundo reaccionó ayer expectante y con posturas enfrentadas ante la ley aprobada el martes en el Congreso uruguayo, que convierte a ese país en el primero en el mundo en controlar el proceso de producción, distribución y venta de cannabis, un proceso que arrancaría en abril de 2014.
La reacción más enérgica fue la de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Crimen (ONUDC), que expresó su desacuerdo frente a la nueva normativa uruguaya, señalando que viola convenios internacionales.
La Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes, organismo dependiente de la ONU, lamentó por su lado en un comunicado que Uruguay “contravenga la Convención de 1961 sobre Narcóticos” y pidió a Montevideo cumplir sus compromisos.
Paraguay, quien integra junto a Uruguay, Argentina, Brasil y Venezuela el bloque del Mercosur, también criticó la medida de su socio sudamericano, afirmando que eso significará un aumento de la importación de marihuana de origen ilegal desde Paraguay.
Desde Holanda también se escucharon voces sobre la nueva legislación de Uruguay. Aunque técnicamente ilegal, la posesión y consumo y venta en los coffee shops de menos de cinco gramos de cannabis está tolerado en Holanda desde 1976, sin embargo el cultivo y la venta al por mayor están prohibidos y permanecen en manos de grupos criminales, algo de lo que se quejan los propietarios de los establecimientos, obligados a tratar con estas bandas para aprovisionarse.
Posturas. También hubo otras visiones positivas sobre la nueva legislación uruguaya. En una carta abierta, 114 organizaciones de todo el mundo dieron la bienvenida a la recién sancionada ley sobre la marihuana.
Otros países de la región reaccionaron con un tono respetuoso y expectante a la nueva legislación sobre la marihuana. “Vamos a evaluar el desarrollo de la aplicación de esta nueva legislación audaz e innovadora que ha desarrollado Uruguay”, comentó el canciller venezolano Elías Jaua tras manifestar su respeto por esa decisión.
“Escandalizarse por la decisión uruguaya es un discurso político propio de las políticas prohibicionistas antidrogas de Estados Unidos”, afirmó por su parte Hugo Cabieses, experto en temas de narcotráfico y ex viceministro peruano de Ambiente. Brasil descartó que la decisión uruguay pueda afectar la salud de la población nacional o la seguridad en la frontera entre los dos países.
El presidente uruguayo, José Mujica, impulsor de la legalización de la producción y venta de marihuana, dispone de un plazo de diez días para la promulgación de la ley y, posteriormente, la JND tendrá cuatro meses para su reglamentación, informó EFE. Si todo sale según los planes gubernamentales, los primeros cultivos controlados por el Estado se iniciarían después de abril de 2014.
Dudas en la aplicación de la ley
Gobierno
La aplicación de la aprobada ley que legaliza la producción y la venta de marihuana genera dudas e interrogantes, admitieron fuentes oficiales y legislativas. Mientras, el Gobierno trabaja ya en el reglamento de la norma con expertos nacionales e internacionales. EFE
Bolivia descarta imitar decisión uruguaya
La legalización de la marihuana en Uruguay es una decisión soberana de ese país, consideró la ministra boliviana de Comunicación, Amanda Dávila, quien dijo que Bolivia no tomará el mismo camino. La ley uruguaya que legaliza la producción y venta de marihuana es vista por el Gobierno boliviano como “una decisión de un país soberano que puede adoptar estas medidas en vista de la situación que enfrenta”, afirmó Dávila.
“Esa no es nuestra posición”, dijo la ministra tras ser consultada respecto a si Bolivia podría impulsar una legislación similar. “Estamos trabajando con resultados positivos en la lucha contra el narcotráfico”, agregó.
Al analizar la decisión uruguaya, Dávila se refirió a que “en términos generales la lucha contra el narcotráfico ha fracasado en el mundo, pese a las millonarias inversiones que se han hecho y que no han dado resultados”. Por esa razón es que “hay un movimiento en el mundo —integrado por muchos presidentes y líderes de opinión— que se han declarado partidarios de las (legalizaciones de las) drogas”, añadió. Bolivia es tercer productor mundial de cocaína después de Perú y Colombia.
Con la aprobación parlamentaria de una ley que permite la siembra, cultivo, cosecha, industrialización y comercialización de cannabis, Uruguay se convirtió el martes en el primer país en el mundo en adoptar esa medida.