La imagen de Michelle Bachelet, en una mala hora
Chile. Afectada por el ‘Nueragate’, ahora ponen en duda fondos recaudados para su campaña
La imagen de la presidenta chilena, Michelle Bachelet, se encuentra en un mal momento. Su nuera sacó un préstamo millonario y cuestionado, el Gobierno de Estados Unidos puso en entredicho recursos para su campaña electoral. Baches que provocan problemas en su popularidad.
La mala hora de Bachelet empezó hace unas tres semanas, cuando la revista Qué Pasa publicó un reportaje cuestionando el crédito de unos $us 10,3 millones a favor de Natalia Compagnon, la esposa de Sebastián Dávalos, hijo mayor de la Mandataria.
Ese dinero sirvió para la compra de terrenos en el municipio de Machalí, cercano a la capital chilena, Santiago. Según La Tercera, el 9 de febrero la firma Caval Limitada, que hizo el negocio, cerró la venta en $us 14,5 millones. O sea hubo una ganancia líquida y aproximada de $us 4 millones, descontando los intereses por el préstamo.
Un elemento clave es que la compañía de Dávalos y Compagnon tenía poco menos de $us 10.000 como patrimonio, al momento de hacerse el préstamo de los $us 10,3 millones.
El monto del crédito fue entregado en diciembre de 2013 y el negocio de la reventa se hizo recientemente. Así todo quedó al descubierto hace dos semanas. Sin embargo las críticas llovieron casi de inmediato. Y la defensa al hijo de Bachelet también.
El ministro de Justicia, José Antonio Gómez, negó que se produjera tráfico de influencias en la obtención del crédito y subrayó que se trató de una operación entre un banco y una empresa privada. “No es una operación irregular, es completamente regular y corresponde a una acción de privados, y no hay ni un recurso público invertido”, dijo el lunes 9.
Dávalos, quien entonces todavía era director sociocultural de la Presidencia, defendió el negocio de su compañía. Sostuvo que no cometió ningún ilícito y quiso demostrar su “transparencia” dando a conocer su patrimonio; sucedió el miércoles 11.
Pero dos jornadas después, agobiado por las presiones de sectores sociales y de la oposición, Dávalos tuvo que renunciar a su cargo público. Aquello provocó un desbarajuste en la popularidad de Bachelet. “Más que dañar la imagen de la Presidenta, se daña la imagen de un gobierno que viene a combatir la desigualdad”, dijo a la agencia AFP la analista política del Latinobarómetro, Marta Lagos.
Recursos. Eso no fue todo. Definitivamente las primeras tres semanas de febrero no trajeron buenas noticias para Bachelet. El lunes 16, apenas bajaba la marea por el “Nueragate” (como bautizaron los medios chilenos al lío de Sebastián Dávalos), el Internal Revenue Service (un símil del servicio de impuestos) del Departamento del Tesoro de Estados Unidos puso los ojos en la campaña de 2013 que realizó la actual gobernante.
El diario La Tercera indicó que el partido de derecha Unión Demócrata Independiente (UDI) solicitó que “se investiguen posibles irregularidades en un evento realizado en septiembre de 2013 en Nueva York, con el objetivo de recaudar fondos para la campaña”.
El canciller Heraldo Muñoz —que en 2013 era subsecretario general del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo— participó en la organización de una cena realizada a bordo de un yate en esa ciudad, donde los invitados debían contribuir con $us 1.000 para la campaña de Bachelet.
La legalidad del acto está en veremos. Además, en Chile está prohibido que extranjeros aporten en campañas políticas. Por ahora el temporal que cayó sobre la Presidenta bajó en intensidad, pero los daños aún son visibles.
‘Se dijeron muchas mentiras’
“Se dijeron muchas mentiras, esa es la verdad, y queda en el aire esta sensación de que hay algo ilícito o turbio, pero que nadie es capaz de explicar bien”, dijo Sebastián Dávalos en una entrevista al periódico chileno El Mercurio, tras su renuncia a la dirección sociocultural de la Presidencia, informó la agencia española EFE.
En dicha entrevista, el hijo de la Mandataria chilena también reconoció que el escándalo económico, calificado como “Nueragate” por los medios de comunicación de Chile, afectó a la imagen de su madre.
El alejamiento de Dávalos fue aplaudido por el oficialismo. “Situaciones como ésta en que una persona toma la decisión de dar un paso al costado, pensando en las necesidades de Chile, por cierto que lo valoramos”, indicó a los periodistas el ministro portavoz de Gobierno, José Antonio Gómez.
Pero la oposición no se quedó con los brazos cruzados. El diputado de Renovación Nacional Nicolás Monckeberg señaló que el bloque opositor “no está satisfecho” con la renuncia del hijo mayor de Bachelet.
“Él es hijo de la Presidenta de la República, es parte del Gobierno. Mientras no se aclare el caso, no se puede estar satisfecho”, recalcó a EFE.
Por su parte, Marcelo Mella, académico de la Universidad de Santiago de Chile, dijo: “En los temas éticos evidentemente la Presidenta y la coalición de gobierno evidentemente tienen menos autoridad hoy para emplazar a la derecha, eso es obvio, es claro”, según El Nuevo Herald.
Dávalos Bachelet, en la mira
Marta Herrera, jefa de la Unidad Anticorrupción de la Fiscalía Nacional, dijo que la investigación por eventuales ilícitos en torno al crédito a la empresa de la nuera de la Presidenta, Natalia Compagnon, está en etapa preliminar. Se citará a Compagnon y Sebastián Dávalos Bachelet, según El Mostrador.
La reforma educativa es una papa caliente
En 2014 los estudiantes pidieron participar de los cambios en el sector
Michelle Bachelet llegó a la presidencia chilena tras arrasar en la segunda vuelta de votación. Logró el 62,4%, frente al 27,59% de la derechista Evelyn Matthei. La elección se disputó en diciembre de 2013.
Con el panorama alentador en las urnas, en las calles se vivió otro escenario que explotó en octubre de 2014, a 11 meses del triunfo de la Mandataria, la reforma educativa fue el caballo de batalla de la juventud
Así, la ciudad de Santiago fue el epicentro de las manifestaciones en contra de la propuesta gubernamental. Miles de estudiantes chilenos salieron a las calles y denunciaron que el proyecto se elaboró de espaldas al movimiento estudiantil.
Las entidades que llevaron la batuta de la protesta fueron la Confederación de Estudiantes de Chile (Confech), que agrupa a las federaciones universitarias, y la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios (ACES). Ambas tienen un arrastre popular capaz de poner en jaque a cualquier gobierno, incluso a la socialista que llegó al poder con gran aprobación.
Los estudiantes reclamaron que las reformas de Bachelet se hayan “impuesto” sin tomar en cuenta al movimiento estudiantil que exigía fundamentalmente dos cosas: educación gratuita y de calidad.
Aprobación. El 27 de enero de este año se aprobó la reforma educativa de Bachelet. La autoridad gubernamental pidió a los padres de alumnos “calma y confianza” tras la aprobación del primer pilar de la reforma educacional, una normativa que prohíbe seleccionar alumnos en escuelas públicas y subvencionadas, así como los copagos y que los dueños de escuelas tengan ganancias.
La flamante ley, aprobada tras ocho meses de discusión en el Congreso, prohíbe la selección de alumnos en escuelas públicas y subvencionadas —no en las privadas—, para poner fin a la segregación y el filtro social, informó la agencia AFP.
Esta medida preocupa a grupos de padres, temerosos de que sus hijos no puedan escoger su escuela y se vean obligados a cursar sus estudios en los establecimientos que el sistema les asigne. Bachelet enfatizó que serán las familias las que escogerán los colegios a los que se presentan por sorteo, y no los establecimientos los que seleccionen sus alumnos en función de su estrato socioeconómico.
Propuesta estatal
Promesa
“No se van a cerrar los colegios, al contrario, todos los cambios se van a implementar gradualmente, justamente para apoyar a los colegios subvencionados y que sigan haciendo así su trabajo educativo”, afirmó Michelle Bachelet al aprobar sus reformas.