Los yihadistas retroceden en Siria y avanzan en Irak
La histórica ciudad de Palmira está a salvo de los radicales
Los yihadistas del grupo Estado Islámico (EI) fueron expulsados ayer por las fuerzas sirias hacia la periferia de la histórica ciudad de Palmira, pero en territorio de Irak se hicieron con el control total la ciudad de Ramadi.
En Palmira, después de violentos combates con el Ejército, la agrupación radical “se retiró de la mayoría de los barrios” del norte de la ciudad, menos de 24 horas después de haberse apoderado de ellos, de acuerdo con el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), que cuenta con una amplia red de informadores en Siria.
El gobernador de Homs, provincia de la que forma parte Palmira, Talal Bazari, indicó que el ataque había sido “abortado”. En nigún momento los islamistas llegaron a controlar el importante sitio arqueológico de la ciudad, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco). El Estado Islámico ya ha destruido, entre otras, las importante ruinas de Nimrud, en Irak.
COMBATES. Pese a la retirada de los seguidores del Islam, la amenaza sobre Palmira continúa presente, ya que los insurgentes rodean prácticamente toda la ciudad y se encuentran a solamente un kilómetro del sitio arqueológico. El OSDH afirma que los combates continúan en la periferia norte.
Entre el miércoles y ayer, la batalla de Palmira causó al menos 315 muertes, de acuerdo con el Observatorio. Entre ellos habría 123 soldados y milicianos progubernamentales, 135 combatientes del Estado Islámico y 57 civiles, de los cuales decenas fueron ejecutados por el grupo extremista. En consecuencia, miles de civiles han abandonado la ciudad y sus alrederores.
La ciudad de Palmira tiene una gran relevancia estratégica, pues está situada al este del país, cerca de la frontera con Irak y desde ella se accede directamente a la provincia iraquí de Al Anbar, que en gran parte está ya controlada por los radicales islamistas.
Precisamente en el lado iraquí de la frontera, en Ramadi, capital de la provincia de Al Anbar, los yihadistas se apoderaron ayer del cuartel general de las fuerzas de seguridad iraquíes, con lo que controla toda la urbe.
El portavoz del gobierno de la provincia, Muhanad Haimur, aseguró que durante la batalla podrían haber muerto 500 personas entre civiles y fuerzas de seguridad, aunque precisó que aún no había un balance definitivo.
El EI reivindicó su victoria en foros yihadistas, pero Estados Unidos la negó y aseguró que la ciudad aún está “en disputa” y que la situación “es fluida” y puede cambiar. El primer ministro iraquí, Haider al Abadi, anunció bombardeos y la movilización de paramilitares para recuperar Ramadi en días.
Además, el EI mató ayer a 28 policías iraquíes, entre ellos a ocho oficiales, en los combates por hacerse con el control de un área oriental de Ramadi, informó una fuente de seguridad. Ésta precisó que los yihadistas ocuparon el barrio de Al Malaab y varias zonas de sus alrededores.
Explicó que los combatientes del EI emplearon coches bomba en este nuevo avance y que mantienen enfrentamientos violentos con las fuerzas iraquíes en las cercanías de la sede de la comandancia militar de la provincia de Al Anbar, cuya capital es Ramadi.
32 muertos en ataque
Líderes
Al menos 32 miembros del Estado Islámico, cuatro de ellos dirigentes, murieron en el ataque en el este de Siria con el que el Ejército de Estados Unidos mató el sábado a Abu Sayyaf, que controlaba las finanzas del grupo.