Rousseff, la heredera de Lula, vive tiempos difíciles
La Presidenta de Brasil enfrenta diversas acusaciones en su contra
La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, heredó el cargo a Lula da Silva. Tras el escándalo de Petrobras, ella tuvo que enfrentar varios procesos en su contra.
El año pasado empezó un proceso para alejarla del cargo. Así, un juicio político, o impeachment, amenazó su mandato.
Lula no ha dejado sola a su pupila. Él ha tildado al impeachment de “insano”. En diciembre dijo: “Me siento indignado con lo que están haciendo con el país”.
Este proceso fue promovido por el presidente del Congreso, Eduardo Cunha. Él, a su vez, está siendo investigado por desfalcos en el caso Petrobras.
El caso iniciado en el Congreso cuestiona supuestas maniobras presidenciales destinadas a maquillar los resultados fiscales del Gobierno durante 2014 y 2015.
Según la agencia EFE, la Cámara de Diputados inició ese trámite en diciembre, pero debió suspenderlo por “errores de procedimiento” detectados por la Corte Suprema, que ordenó reanudar todo el proceso.
El Congreso brasileño estuvo de receso desde fines de diciembre y prosiguió sus actividades hace un par de semanas.
Esta semana, también, se presentó una denuncia ante la Justicia Electoral sobre la campaña que llevó a la reelección de Rousseff.
El vicepresidente Michel Temer rechazó las acusaciones y se espera que la Presidenta haga lo mismo.
El caso se refiere a la campaña para los comicios de 2014, en los que Rousseff, junto con Temer, fue reelegida en segunda vuelta.
EFE afirma que si la acción prosperase, Rousseff y Temer podrían ser despojados de sus cargos por la Justicia, que a su vez debería convocar a nuevas elecciones.
Lula, posible candidato presidencial en 2018, no dejó sola a Rousseff en este tiempo. Pero, lo que él llama “adversidad momentánea” amenaza con no acabar.