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Temer completa dos años como el más impopular de los presidentes de Brasil

Temer, que inicialmente asumió como presidente en ejercicio y sólo fue confirmado en el cargo el 31 de agosto de 2016, luego de que el Congreso destituyera a Rousseff, comenzó su Gobierno con un índice de rechazo del 31 %, según la firma demoscópica Datafolha.

/ 12 de mayo de 2018 / 17:28

El presidente brasileño, Michel Temer, completó este sábado dos años de mandato con índices de reprobación que lo convierten en el más impopular de los mandatarios de Brasil desde el fin de la dictadura militar en 1985 y con nuevas denuncias de corrupción en su contra.

Pese a que su Gobierno consiguió poner fin a la recesión más profunda en la historia de Brasil, con un crecimiento del 1,0 % en 2017 tras retracciones del 3,5 % en 2015 y del 3,5 % 2016, y derribó la inflación y los tipos a sus menores niveles históricos, la reprobación del mandatario permanece en índices récord desde el año pasado.

Precisamente las medidas que ayudaron a mejorar los indicadores económicos y que adoptó desde que asumió el mandato, el 12 de mayo de 2016 para sustituir a la entonces investigada Dilma Rousseff, de quien era vicepresidente, ayudaron a elevar su impopularidad.

Además de un severo ajuste fiscal que limitó todos los gastos públicos, incluyendo los destinados a salud y educación, Temer puso en marcha una reforma laboral combatida por los sindicatos y que limitó derechos conquistados hace décadas por los trabajadores brasileños, e insistió en otra impopular reforma para reformar el régimen de jubilaciones que finalmente se hundió.

Pero sus índices de reprobación también crecieron a la par de los escándalos de corrupción que salpican su Gobierno desde un comienzo.

La Fiscalía pidió en dos ocasiones que se le abrieran procesos por corrupción, pero la Corte Suprema fue impedida de hacerlo debido a que la Cámara de Diputados, en donde el mandatario cuenta con respaldo mayoritario y que constitucionalmente tiene que aprobar cualquier proceso contra el jefe de Estado, archivó las denuncias.

La Fiscalía adelanta actualmente una tercera investigación contra Temer por corrupción y sus dos años de Gobierno coincidieron con la divulgación la víspera del testimonio de un testigo que reveló haber entregado elevadas sumas de dinero en efectivo, al parecer procedente de sobornos, en la oficina de un allegado del gobernante.

Temer, que inicialmente asumió como presidente en ejercicio y sólo fue confirmado en el cargo el 31 de agosto de 2016, luego de que el Congreso destituyera a Rousseff, comenzó su Gobierno con un índice de rechazo del 31 %, según la firma demoscópica Datafolha.

Tras su primer año la impopularidad ya había llegado al 61 % por sus medidas económicas impopulares pero el índice saltó al 70 % poco después, luego de que los propietarios del gigante grupo cárnico JBS firmaran un acuerdo de colaboración con la Fiscalía y confesaran sus corruptelas, que salpicaron directamente a Temer, acusado de recibir sobornos para favorecer a la empresa.

Las denuncias de los dueños de JBS fueron la base de las dos investigaciones de la Fiscalía archivadas por el Congreso pero, pese a que los procesos quedaron paralizados, Temer nunca se recuperó. En la última encuesta Datafolha su índice de aprobación se mantenía intacto en el 6 % mientras que un 70 % reprobaba su gestión y un 23 % la calificaba como regular.

De acuerdo con un estudio elaborado por Datafolha con base en las encuestas de popularidad de los presidentes de Brasil desde que el país recuperó su democracia, Temer es el más impopular de todos.

Su índice de rechazo supera incluso a presidentes que tuvieron que renunciar presionados por denuncias de corrupción o fueron destituidos por el Congreso como Fernando Collor (1990-1992) y Rousseff (2010-2016).

En el estudio que califica la popularidad de los presidentes en una escala entre 0 y 200 puntos, Temer tan sólo tiene 25 puntos en el promedio de sus dos años de gestión.

El más popular es Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010), actualmente preso y cumpliendo una condena de 12 años por corrupción, que consiguió 139 puntos en su primer mandato y 183 en el segundo.

Collor, pese a enfrentar un largo proceso político por corrupción, se despidió con 78 puntos; Itamar Franco (1992-1995) tuvo un promedio de 107 puntos; Fernando Henrique Cardoso (1995-2003) 134 puntos en su primer mandato y 81 en el segundo; y Rousseff alcanzó 136 puntos en su primer mandato y 33 en el segundo.

Pese a esos índices, Temer no descarta la posibilidad de intentar la reelección en las presidenciales de octubre próximo y ha dicho que puede disputar los comicios para intentar mostrar el apoyo de la población a sus medidas que ayudaron a poner a flote la economía.

La recuperación de la economía brasileña, sin embargo, aún no ha sido sentida directamente por la población debido a que el número de desempleados en el país saltó desde 11,4 millones hace exactamente dos años a 13,7 millones en el primer trimestre de 2018. (12/05/2018)

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Brasil dará especialización a médicos extranjeros que trabajen en el país

El Gobierno de Dilma Rousseff lanzó el pasado lunes "Más Médicos para Brasil", un programa para contratar a miles de médicos para atender áreas carentes que cuentan con unidades de salud pero no con profesionales, como las periferias de las grandes ciudades, pequeñas ciudades del interior y en zonas remotas del país.

/ 11 de julio de 2013 / 20:29

Brasil dará títulos de especialización o de experiencia a los médicos extranjeros que acepten su oferta de trabajar en áreas necesitadas de su territorio, como un incentivo adicional al salario, afirmó hoy en entrevista a Efe el ministro brasileño de Salud, Alexandre Padilha.

Y para atraer particularmente a los españoles, el Gobierno brasileño negocia con el de España un acuerdo de cooperación que incluya otros incentivos, como la posibilidad de que esos títulos sean válidos también en el país de origen del médico.

«El acuerdo prevé que el proceso de evaluación de esos médicos en Brasil, que será realizado por universidades públicas brasileñas, pueda ser reconocido por universidades españolas, por el ministerio de Salud de España, por los gobiernos de las autonomías y por otros organismos», explicó el ministro.

De esa forma, agregó, al final de un período de tres años de trabajo en Brasil, el médico español recibirá un título de especialización en medicina general por parte de una universidad brasileña y un título similar de una universidad española o un diploma de experiencia reconocido por el Gobierno español.

«Se trata de un incentivo adicional para esos médicos que puede atraer a Brasil principalmente a profesionales jóvenes con deseos de especializarse en clínica general y ganar experiencia», afirmó.

El Gobierno lanzó el pasado lunes «Más Médicos para Brasil», un programa para contratar a miles de médicos para atender áreas carentes que cuentan con unidades de salud pero no con profesionales, como las periferias de las grandes ciudades, pequeñas ciudades del interior y en zonas remotas del país.

Las inscripciones para un primer concurso fueron abiertas ayer, se extenderán hasta el 25 de julio y permitirán que los cupos en áreas para las que no se inscriba ningún medico brasileño sean ofrecidos a profesionales extranjeros.

Además de un salario mensual de 10.000 reales (unos 4.400 dólares), ayuda para pasajes aéreos y gastos de traslado por hasta 15.000 dólares, vivienda y alimentación gratuita, y título de especialista, los extranjeros contratados, así como sus familiares, recibirán un visado de trabajo por tres años y garantías laborales.

A los foráneos contratados, sin embargo, no se les validará el título de médico en Brasil, ya que el objetivo es que trabajen temporalmente, sin que pasen a competir con los profesionales brasileños.

Los extranjeros tendrán que contar con licencia para ejercer la medicina en su país de origen, conocimiento de la lengua portuguesa, interés en trabajar en áreas carentes y proceder de países con tasa de médico por habitante superior a la brasileña.

Como Brasil sólo tiene 1,83 médicos por 1.000 habitantes, esta última exigencia habilita a médicos procedentes de países como Cuba (6,72), España (3,96), Portugal (3,9), Uruguay (3,74), Argentina (3,2) y México (1,96).

«Ahora que ya tenemos un marco general del programa estamos negociando acuerdos bilaterales con diferentes países interesados, para facilitar la cooperación y las contrataciones», dijo Padilha.

Además de España, Cuba y Portugal, con negociaciones ya adelantadas, Brasil busca acuerdos con países limítrofes para contratar médicos para ciudades fronterizas.

«Los alcaldes de muchos municipios fronterizos se quejan de que no consiguen contratar médicos brasileños y de que, pese a la disponibilidad, no pueden contratar a los extranjeros», afirmó.

En cuanto a las críticas por la posible contratación de médicos cubanos, el ministro aseguró que gobiernos anteriores ya recibieron a médicos isleños y que el país no tiene ningún prejuicio con respecto a la procedencia de los profesionales.

Padilha reconoció que el Gobierno aún no dispone de cifras sobre el número de médicos que podrá ser contratado ni de qué países, ya que dependerá de la demanda de todos los municipios, pero admitió que el Ministerio tiene como base el déficit de 9.000 médicos constatado a comienzos de este año.

En enero los municipios más carentes solicitaron la contratación de cerca de 14.000 profesionales, pero el respectivo concurso sólo atrajo el interés de 4.000 médicos brasileños.

Las cifras serán muy superiores debido a que, además del primer concurso abierto esta semana, el Gobierno se propone realizar otros para alcanzar su meta de contar con 2,77 médicos por mil habitantes en 2026.

Para ello será necesario elevar el número de profesionales en puestos de salud públicos desde los actuales 374.000 a cerca de 600.000 en trece años.

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Rousseff comienza a tejer Pacto Nacional con menos protestas en las calles

La jefa de Estado se reunirá mañana con los gobernadores de los 27 estados del país y con los alcaldes de las capitales regionales para comenzar a discutir las medidas del Pacto Nacional destinado a atender las reivindicaciones de los manifestantes.

/ 24 de junio de 2013 / 01:22

Las protestas que sacuden a Brasil desde hace dos semanas siguieron perdiendo hoy intensidad y participación en momentos en que la presidente brasileña, Dilma Rousseff, comienza a tejer el Pacto Nacional por mejores servicios públicos que propuso el viernes en respuesta a las manifestaciones.

La jefa de Estado se reunirá mañana con los gobernadores de los 27 estados del país y con los alcaldes de las capitales regionales para comenzar a discutir las medidas del Pacto Nacional destinado a atender las reivindicaciones de los manifestantes, dijeron a Efe voceros de la Presidencia.

Pese a que las manifestaciones cuentan con el apoyo del 75 % de la población según las últimas encuestas, los brasileños sólo salieron hoy a las calles en unas 17 ciudades para protestar por mejores servicios públicos, y en marchas que en su mayoría no contaron con más de 500 participantes.

La mayor protesta de este domingo fue una realizada en Río de Janeiro, que reunió a unas 4.000 personas para protestar contra una enmienda constitucional discutida en el Congreso para reducir los poderes de investigación del Ministerio Público, lo que, según los manifestantes, puede favorecer la impunidad de políticos corruptos.

Los manifestantes se concentraron en la famosa playa de Copacabana y marcharon por el paseo marítimo hasta las vecinas Ipanema y Leblón, en donde se juntaron a un pequeño grupo que acampa hace dos días frente a la residencia particular del gobernador de Río de Janeiro, Sergio Cabral.

Una marcha convocada en Fortaleza para protestar contra los elevados gastos del Gobierno en la organización del Mundial de fútbol de 2014 sólo reunió a 500 personas y prácticamente ni se aproximó al estadio Castelao, en donde España derrotó por 3-0 a Nigeria por la Copa Confederaciones.

Las manifestaciones vienen perdiendo intensidad desde el jueves, cuando movilizaron a cerca de 1,2 millones de personas en un centenar de ciudades.

Los líderes de las organizaciones que han convocado las protestas aprovecharon el domingo para discutir sus próximos pasos y las demandas que presentarán en caso de que sean invitados por el Gobierno a discutir el Pacto Nacional.

Sendas manifestaciones en Brasilia, Fortaleza y Sao Paulo fueron aprovechadas por los movimientos sociales para reflexionar sobre los logros que han cosechado y las próximas convocatorias.

Pese a la aparente reducción de las manifestaciones, algunos grupos prevén para el próximo jueves una jornada nacional de protestas que puede ser secundada por huelgas convocadas por diferentes sindicatos, según anuncian en las redes sociales.

Las protestas en Brasil comenzaron la semana pasada en Sao Paulo, exclusivamente contra la subida de los pasajes, pero ganaron otras reivindicaciones, como mayores inversiones en salud y en educación, y críticas contra la corrupción y los elevados gastos del Gobierno para organizar eventos como el Mundial de 2014.

Tras el anuncio de las principales ciudades del país de reducciones en los pasajes de autobuses, metro y trenes, la propuesta de diálogo de Rousseff también desmovilizó a parte de los manifestantes.

El encuentro convocado por la mandataria para mañana en el Palacio de Planalto, en el que estará presente gran parte del Gabinete, será el primero para discutir el Pacto Nacional por la mejoría de los servicios públicos que Rousseff propuso el viernes en un pronunciamiento en respuesta a las manifestaciones.

«Voy a recibir a los líderes de las manifestaciones pacíficas, de sindicatos y asociaciones populares», así como gobernadores y alcaldes, pues «precisamos de todas sus contribuciones, reflexiones y experiencias», afirmó entonces.

Según la mandataria, el principal objetivo del pacto será la elaboración de un Plan Nacional de Movilidad Urbana que privilegie el transporte colectivo, principal demanda de las protestas.

La presidenta también cito en su pronunciamiento otras medidas que adoptará para atender demandas puntuales de los manifestantes.

Sobre la salud aseguró que su Gobierno «traerá de inmediato a millares de médicos del exterior para ampliar la atención», y en cuanto a la educación dijo que insistirá ante el Congreso en la aprobación de un proyecto que destina el 100 % de las regalías petroleras exclusivamente a este sector.

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