El magnate que financia al régimen sirio ve tambalear su imperio
Un misterio rodea las razones que impulsaron a Rami Makhlouf a salir a principios de mayo de su mutismo y revelar sus desacuerdos con Bashar al Asad
El imperio de Rami Makhlouf, principal apoyo financiero del régimen sirio, empieza hoy a tambalearse, revelando las tensiones entre el empresario y su primo, el presidente Bashar al Asad, que intenta reforzar su poder tras nueve años de guerra, según los expertos.
Un misterio rodea las razones que impulsaron a Makhlouf, primera fortuna de Siria según analistas financieros, a salir a principios de mayo de su mutismo y revelar sus desacuerdos con el gobierno, librando así una batalla que parece perdida de antemano.
Este empresario de 51 años publicó dos inesperados videos en Facebook, en los que se dirige al presidente Asad, quejándose de impagos que le reclama el Estado y de medidas de intimidación contra sus empleados por parte de los servicios de seguridad.
Y ello, pese a que una amistad que data de la infancia une al presidente y a Makhlouf, afectado por las sanciones europeas y de Estados Unidos contra Siria.
Hoy, el empresario sigue dirigiendo Syriatel, primer operador de telefonía móvil del país, y una de las joyas de la economía nacional.
Pero su disputa con el poder estalló ya en el verano boreal de 2019, cuando las autoridades tomaron el control de su organización caritativa.
Y en diciembre, cuando el gobierno congeló los haberes de varios empresarios por evasión fiscal y enriquecimiento ilícito durante la guerra, Makhlouf se vio directamente afectado.
“En este tipo de régimen autocrático (…) nadie está a cubierto” de decisiones autoritarias, subraya el analista Fabrice Balanche.
El analista cita las “campañas anticorrupción, recurrentes e ineficaces” en Siria, cuyo verdadero objetivo es “acabar con las cabezas que destacan”.
Fulgurante ascenso
Fue en todo caso un duro revés para quien conociera un fulgurante ascenso cuando Bashar al Asad sucedió a su padre Hafez en 2000, y se convirtió en pilar de la liberalización económica que empezó a llevarse a cabo.
Antes de la guerra iniciada en 2011, las actividades del empresario englobaban los sectores inmobiliario y eléctrico. “Controlaba porciones enteras” de la economía, asegura Jihad Yazigi, director del sitio económico en línea The Syria Report.
Por ello, desde el inicio de las manifestaciones prodemocracia en 2011, Makhlouf se convirtió en una de las figuras más detestadas por la oposición, que lo acusa de apropiarse de la economía nacional.
Nadie sabe muy bien cuál es la magnitud de su fortuna, estimada en varios miles de millones de dólares.
“Gracias a sociedades ficticias, fue uno de los escasos empresarios capaz de eludir las sanciones y de traer a Siria barcos con mercancías” asegura Balanche.
¿Por qué, entonces, esas tensiones con el régimen?
“El gobierno les ha sacado mucho dinero a los empresarios. Parecería que Makhlouf (en un momento dado) rehusó pagar”, tras haber financiado durante tiempo la guerra, indica un diplomático árabe basado en Beirut.
“Algunas informaciones indican que intentó sacar dinero del país”, agrega.
Pero la disputa puede también estar vinculada con su estatus de peso pesado económico, frente a un Estado confrontado a una “imperiosa necesidad de dinero”, según el diplomático.
En efecto, Siria ha visto cómo su economía sigue deteriorándose en los últimos meses; la libra siria prosigue su caída histórica ante el dólar, mientras la inflación superó 100% en 2019.
¿Presiones de Rusia?
Durante la guerra, las intervenciones públicas de Makhlouf se contaron con los dedos de una mano, y por ello la sorpresa fue total cuando abrió una cuenta Facebook.
En un primer video dirigido a Bashar al-Asad, afirma que el Tesoro público le reclama 178,5 millones de dólares de impagos y aboga por una renegociación de la deuda, aduciendo su carácter vital para la supervivencia de Syriatel.
En la segunda, denuncia “presiones” de los “servicios de seguridad” que detuvieron a sus empleados, decenas de ellos, según confirmó la ONG Observatorio sirio de derechos humanos (OSDH).
Algunos expertos aluden a presiones de Moscú –poderosos aliado militar de Asad– que podría haber reclamado al régimen que busque medios de financiación alternativos.
(11/05/2020)