¿Se desinfla el candidato Trump?
El multimillonario neoyorquino no dejó de reproducir su conocida partitura de líder cercano a los estadounidenses, que en su mayoría son blancos y bastante viejos.
Donald Trump, exmandatario de Estados Unidos e integrante del Partido Republicano, lanzó su nueva candidatura con miras a los comicios que se realizarán en 2024.
Imagen: afp
Para lanzar su nueva candidatura, Donald Trump preparó el más mínimo detalle: una fila de enormes banderas estadounidenses, un gran salón con columnas y activistas de renombre sentados en sillas doradas, pero la nota saliente del acto fueron las ausencias.
Tras el pobre desempeño de los candidatos del expresidente Trump en las elecciones de medio término del 8 de noviembre, casi ninguna personalidad de la derecha estadounidense se hizo presente en el lujoso club de Mara- Lago el martes por la noche.
“Trump les costó tres elecciones (en 2018, 2020 y 2022) y preferirían que no les arruinara una cuarta, en 2024”, comentó Larry Sabato, profesor de Ciencias Políticas en la Universidad de Virginia.
Tres exmiembros de la administración Trump, su vicepresidente Mike Pence, su secretario de Estado Mike Pompeo y uno de sus secretarios de Defensa, Mark Esper, dejaron claro el miércoles que era tiempo de pasar la página.
“Creo que es tiempo para un nuevo liderazgo en este país, que nos una en torno a nuestros principales ideales”, dijo Pence a la cadena estadounidense CNN.
Aunque no quiso descartar un eventual apoyo al expresidente en caso de que gane la nominación republicana, Pence considera probable que de ese proceso surjan alternativas: “Honestamente, creo que tendremos mejores opciones”.
CANDIDATO.
Pompeo, potencial candidato como Pence para 2024, escribió en Twitter: “Necesitamos más seriedad, menos ruido y líderes que miren hacia el futuro y no por el espejo retrovisor haciéndose las víctimas”.
Mark Esper, por su parte, no dio rodeos en CNN: “Creo que no es apto para un mandato” y que actúa “solo para él, no para el país”, opinó. “No creo que sea una persona honesta”, complementó.
En lugar de sus otrora escuderos, la sala donde Trump anunció su candidatura estaba colmada de personajes como el dueño de una empresa de almohadas que niega la elección del presidente Joe Biden o un sulfuroso aliado de Trump conocido por su tatuaje de Richard Nixon en la espalda.
“La falta de entusiasmo por la tercera campaña presidencial de Trump se siente incluso entre su familia más cercana”, dice el analista Sabato a la agencia AFP.
Ni su hijo Don Jr. ni su amada hija Ivanka, una de sus asesoras más cercanas en la Casa Blanca durante su mandato, participaron en la ceremonia del exmandatario.
Ivanka Trump llegó a emitir un comunicado de prensa altamente simbólico pocos minutos antes del acto. “Quiero mucho a mi papá. Pero esta vez (…) no pienso meterme en política”, subrayó.
La entrada en la carrera por la Casa Blanca de Donald Trump, que ya no despertaba ninguna duda, fue cubierta al menos por algunos medios conservadores.
Sin embargo, Fox News, uno de los canales más vistos en Estados Unidos y que hasta hace poco dedicaba muchas horas de aire a Donald Trump, optó por cortarlo en medio de su discurso.
Y The New York Post, un diario que tiene un lugar destacado entre los conservadores estadounidenses, casi desairó el anuncio presentado por Donald Trump.
“A 720 días de las próximas elecciones, un jubilado de Florida anunció por sorpresa su candidatura a las presidenciales”, escribió irónicamente el periódico.
Ambos medios, propiedad del grupo conservador de la familia Murdoch, optaron por centrar su atención en el gobernador de Florida Ron DeSantis, nueva estrella de la extrema derecha y probable contendiente de Trump por la nominación republicana.
No entierren a Donald Trump demasiado rápido, advierten, sin embargo, los aliados del expresidente, del Partido Republicano.
La mayoría de las encuestas todavía muestran al magnate cómodamente al frente de las primarias republicanas, y una marea de gorras rojas continúa llegando a sus mítines.
El influyente senador republicano Lindsey Graham juzgó el martes por la noche que Trump será “difícil de vencer”.
“La base del núcleo duro que apoyó a Trump durante seis años le seguirá siendo leal en gran medida”, predijo el profesor Sabato.
DESERCIONES.
Si las deserciones en sus filas continuaran, Trump podría verse tentado a jugar nuevamente al candidato rebelde que tanto rédito le diera en las elecciones de 2016.
El multimillonario neoyorquino no dejó de reproducir el martes su conocida partitura de líder cercano a los estadounidenses, que en su mayoría son blancos y bastante viejos, y fustigar a las «élites» de Washington, de las que gusta burlarse.
“Esta será nuestra campaña para todos nosotros», prometió a sus seguidores el martes por la noche. «La única fuerza lo suficientemente fuerte como para derrotar la corrupción masiva que enfrentamos son ustedes, el pueblo estadounidense», remarcó.