La III Cumbre CELAC-UE inició en Bruselas rodeada de un ambiente de optimismo entre sus mandatarios, pero con discursos en los que han quedado claras las visiones distantes para la resolución de los grandes retos mundiales. Delegaciones de 60 Estados, que representan a más de mil millones de habitantes, están participando en este foro birregional que busca un mayor acercamiento y la asociación estratégica entre ambas regiones.

Una cita que demoró ocho años desde la última celebrada en 2015, también en la capital europea. La crisis provocada por la invasión de Ucrania ha cambiado las prioridades de la agenda internacional de la UE, que ahora mira con mucho más interés a América Latina Caribe. Esa nueva hoja de ruta en la relación las instituciones europeas quieren incrementar las inversiones, mejorar los flujos de comercio y, como no, reducir la dependencia de materiales críticos – caso del litio – y de energías limpias. Por todo ello, como ha expresado la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, “la UE quiere ser elegida por Latinoamérica como el socio estratégico, un socio no solo para comerciar juntos, sino para progresar juntos”.

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Optimismo

La Cumbre ha contado con un altísimo nivel de participación. Por parte de la UE, la práctica totalidad de sus jefes de Gobierno, así como las presidentas de la Comisión, del Parlamento y del Consejo Europeo. Por el lado latinoamericano, han faltado al encuentro los presidentes de México, Andrés Manuel López Obrador y Daniel Ortega, que no giran visitas fuera de su país.

Sin embargo, ha estado presente el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel. Por Venezuela, en representación del presidente Nicolás Maduro, ha asistido la vicepresidenta Delcy Rodríguez, que tiene prohibida la entrada en la UE desde 2018 por las sanciones que la UE mantiene al régimen venezolano, pero que lo ha hecho gracias a un “pase cumbre” específico para estos dos días. Tampoco está presente la presidenta de Perú, Dina Boluarte, dada la inestabilidad institucional que vive su país, ni el presidente de Guatemala, pues, el país está inmerso en el proceso electoral, pendiente de la segunda vuelta en el mes de agosto.

Sin duda, el principal protagonismo latinoamericano en el encuentro lo está teniendo el presidente Lula, que ya por la mañana participó en la Cumbre Empresarial. En su discurso en la sesión inaugural de la tarde ha dejado claro que las relaciones birregionales deben basarse en un reequilibrio entre las dos partes, algo que va a afectar significativamente a las posibilidades de firma del acuerdo UE MERCOSUR, en eterna negociación por el continuo veto francés. Por su parte, México que también negocia la actualización del acuerdo estratégico con la UE, ha rebajado sustancialmente su presencia institucional, pues, tampoco ha acudido a Bruselas el Canciller, Marcelo Ebrad, viniendo en su nombre la secretaria de Relaciones Exteriores, Alicia Bárcena.

Ucrania

En los discursos de la sesión inaugural se han puesto de manifiesto las diferencias de visión de asuntos clave del escenario internacional. El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, aludía a la invasión de Ucrania como “guerra ilegal de Rusia, una tragedia para Ucrania y para el mundo, con consecuencias devastadoras para la seguridad alimentaria, los precios de la energía y la economía mundial. Esta guerra viola descaradamente los principios fundamentales de la Carta de la ONU. Y la gran mayoría de los países en la Asamblea General de la ONU han votado múltiples resoluciones para condenar esta guerra ilegal. Todos los países de este planeta deben estar seguros.

Es por eso que no se debe permitir que Rusia triunfe. Será una receta para el desastre para el multilateralismo y nuestro sistema basado en reglas”. Mientras que el presidente pro tempore de CELAC, el jefe de Gobierno de San Vicente y las Granadinas, Ralph Gonsalves, en su discurso pactado con los miembros de Comunidad latinoamericana caribeña, se solidarizaba con las víctimas de la guerra, pero citaba otros conflictos similares en el mundo, “como el que se vive en Palestina” y abogaba por una “paz negociada”, una posición muy alejada del firme apoyo que la UE presta al gobierno Zelensky.

El mismo Gonsalves ha hecho también una referencia explícita al pasado colonial europeo y la necesidad de hacer un reconocimiento a la deuda que los europeos tienen con la esclavitud en el continente americano. Puntos de discordia que también han estado presentes en el discurso del presidente argentino, Alberto Fernández, que ha intervenido por haber lanzado la Cumbre en la reunión de ministros de Exteriores CELAC-UE del pasado año, cuando Argentina presidía la organización latinoamericana. Según Fernández, “no se puede olvidar la deuda histórica contraída con América Latina por Europa y la carga que ha supuesto para el desarrollo de la región”.

Es evidente, que el ciclo de gobiernos de izquierda que vive América Latina está muy presente en la Cumbre. Argentina, Chile, Colombia, México y Brasil, grandes y medianas potencias de la región están regidas por Ejecutivos de signo político parecido, mientras que en la UE está mucho más fragmentada la representación política gubernamental y, en su caso, son los partidos más conservadores y de extrema derecha los que están viendo aumentar sus apoyos en las urnas.

Inversión en Latinoamérica

A la mañana, Von der Leyen se había encargado de alegrar la cita anunciando en la Cumbre Empresarial que la Comisión Europea invertirá 45.000 millones de euros de “alta calidad” en América Latina Caribe, dentro de su programa Global Gateway. Pedro Sánchez, presidente del Gobierno de España y de turno de la UE, se encargaba acto seguido de aclarar que España aportará 9.500 millones de euros del total. Un cheque que pretendía endulzar las posiciones de los mandatarios latinoamericanos, como claro gesto de buena voluntad y prueba inequívoca de la decisión de la UE de priorizar las relaciones con los países de CELAC.

Sobre los aspectos más concretos de la relación birregional, las negociaciones para la actualización de los acuerdos con México y Chile según el presidente Sánchez, avanzan por buen camino y deberían cerrarse antes de fin de año. Es evidente, que el plan Sonora de energías renovables del presidente López Obrador, representa el último escollo. Respecto al acuerdo de MERCOSUR las posiciones siguen estancadas, aunque Sánchez ha hablado de “una ventana de oportunidad con la presidencia española que se debe aprovechar”. En lo que parece existir consenso de cara a la declaración final de la Cumbre es en la creación de un mecanismo institucional de seguimiento de las relaciones y la garantía de recuperar el carácter bienal de las cumbres.