Con rumba y ‘sonideros’, mexicanos celebran a tradicional mercado de barrio
En pleno siglo XXI, la salsa, la cumbia y fusiones se suman al repertorio de Colin por cortesía de los "sonideros", que llevan al límite los decibeles en medio de los pasillos del mercado.
Dos entusiastas del baile tropical y callejero disfrutan de la fiesta.
Imagen: AFP
El aniversario del tradicional mercado de La Merced, en pleno centro de Ciudad de México, es una fecha ansiada por los amantes de la rumba y el baile callejero, donde la potencia de los «sonideros», célebres pinchadiscos urbanos, arma la ‘pachanga’.
Los bailarines de barrio salen a sacarle brillo al piso en una fiesta popular que reúne a miles de comerciantes para honrar un año más de vida y de trabajo.
«Al ser tantos comerciantes, es un día especial porque es la Virgen de las Mercedes. Hoy todos los bailarines vamos a estar aquí presentes en el aniversario», dice Hania Colin, una talentosa danzante de 25 años, hija de comerciantes de otro mercado capitalino.
Conocida como «Layla la Rumbera», Colin honra su apelativo, con una destreza y sensualidad que recuerdan a estrellas de mediados del siglo pasado como María Antonieta Pons o Yolanda Montes, «La Tongolele», míticas bailarinas de rumba y mambo, inmortalizadas en la Época de Oro del cine mexicano.
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En pleno siglo XXI, la salsa, la cumbia y fusiones se suman al repertorio de Colin por cortesía de los «sonideros», que llevan al límite los decibeles en medio de los pasillos del mercado, donde entre puestos de verduras y frutas, la gente baila sin reparos.
«Vengo a divertirme sanamente. Vengo a revivir los años anteriores de lo que es la música tropical, la cumbia, la rumba y la salsa», dice a la AFP Martino García, un comerciante que decidió vestirse de traje y sombrero para celebrar a su centro de trabajo.
Marcos Ordóñez, conocido como «El Pachuco», es otro de los entusiastas del baile tropical y callejero que no solo disfruta la fiesta, sino que lucha por mantener vivo un arte lleno de color y picardía mexicanas.
«Este baile lo estamos haciendo otra vez, renovándolo, para las nuevas generaciones y para todos ustedes», dice Ordóñez, quien junto a la joven Colin dictan clases a todos los interesados en dominar estos ritmos en el céntrico barrio Guerrero.