Uribe echó a Dávila por falta de eficiencia
Fiscalía. Yañíquez asume la titularidad en La Paz
El fiscal general del Estado, Mario Uribe, cesó en sus funciones al titular de la Fiscalía de La Paz Williams Dávila, debido a la falta de eficiencia en su trabajo y coordinación con los demás fiscales paceños. En su reemplazo designó a Betty Yañíquez.
«En el caso específico del Distrito de La Paz, se ha llegado a la convicción de que es necesario tomar algunas medidas de carácter administrativo que consisten precisamente en la cesación de funciones del fiscal de Distrito Williams Dávila», afirmó Uribe en una rueda de prensa en Sucre, en la que no contestó a ninguna pregunta de los periodistas.
Explicó que, luego de una evaluación del trabajo de Dávila, «se establece la falta de coordinación con la Fiscalía General de la República, la falta de coordinación con el equipo de fiscales de materia y, en suma, hemos podido advertir que no era un trabajo como esperaba la Fiscalía General».
Uribe justificó su decisión basado en el artículo 5 de la Ley 003, que le faculta nombrar a los fiscales de Distrito de Bolivia y también le permite remover a los representantes del Ministerio Público. En base a esos argumentos, invitó a Betty Yañíquez para que asuma el cargo de Fiscal de Distrito de La Paz.
Por otra parte, anunció que la evaluación de los fiscales de distrito es permanente y advirtió que si no se cumplen los objetivos de la Fiscalía «como tener mayor eficiencia, mayor rapidez en la investigación, mayor transparencia» podrían ser sustituidos. Dávila asumió el mando de la Fiscalía de La Paz el 2 de marzo.
Fiscal retirado se sorprende
El fiscal de La Paz destituido, Williams Dávila, expresó ayer su sorpresa por esa determinación y aclaró que él «cesó» en sus funciones.
Cuando se le preguntó si sabía por qué fue destituido, Dávila respondió «no sé, de repente no le ha gustado el trabajo que he realizado, para que haya un mejor servicio, no entiendo por qué, no sabemos los motivos», indicó.
Señaló que él estaba listo para entregar la oficina a su sucesor. También sostuvo que los casos Olorio y de su esposa, radicados en La Paz, no pueden ser causales para su destitución.