Liberan a militares acusados de tortura
Víctima. Ex conscripto desiste de acción penal
El juez Ananías Gonzales Ibáñez liberó a cuatro militares acusados de torturar a un conscripto en el regimiento Ranger de Challapata, departamento de Oruro. Los uniformados estaban detenidos preventivamente en la cárcel orureña de San Pedro.
La audiencia de medidas cautelares, donde se resolvió la cesación de la detención preventiva de los militares, se llevó a cabo el último viernes en ese departamento.
«Previa fundamentación de la defensa, el juez que atiende el caso ha resuelto dar por procedente la cesación de detención preventiva (de los militares) y ha aplicado medidas cautelares sustitutivas», informó ayer en La Paz el abogado defensor de los uniformados, Moisés Ponce de León.
Una vez queden libres en las próximas horas, los investigados deberán presentarse a firmar dos veces a la semana ante la Fiscalía de Challapata, no tener contacto con el conscripto (presunta víctima) y presentar cada uno, dos garantes solventes para que aseguren su presencia en el transcurso de la investigación.
Caso. Los subtenientes Gustavo Cardozo Mejía, John Henry Rojas Catacora y José Luis Copa Flores, y el teniente coronel Roberto Quiroz fueron detenidos en octubre, tras la apertura de un proceso iniciado por la Fiscalía por la presunta tortura a Guido Flores, ahora ex conscripto, el año pasado.
Imágenes difundidas por medios audiovisuales en septiembre, mostraron a uniformados someter a la víctima al castigo del «submarino» o «té de sopar» que se aplicaba en la materia «Prisioneros de Guerra».
Ponce de León aclaró que los militares seguirán siendo investigados en libertad, lo que «no significa que hayan dejado de ser militares en ejercicio activo de las Fuerzas Armadas». «Ellos siguen dependiendo, siguen estando bajo bandera y siguen siendo miembros de las FFAA y de la Unidad Militar en Oruro», declaró.
Indicó que la presunta víctima presentó un memorial aclaratorio ante la fiscal Mirna Arancibia, que investiga el caso, y el juez cautelar, donde renuncia a cualquier proceso penal del caso. Según Ponce de León, Flores rechaza que hubiera sido torturado, niega la comisión de cualquier daño contra su persona y dice que «desiste a cualquier acción penal».