‘El Diario de Campaña corrobora la participación de militares el 2003’
— ¿Cuál es la importancia del Diario de Campaña sobre los conflictos sociales del 2003?
— En un proceso judicial cuyo fin es descubrir la «verdad material» de los hechos suscitados en septiembre y octubre del 2003, por supuesto que es importante. Primero, porque varios jefes de las Fuerzas Armadas ocultaron este tipo de documentos, dijeron que no existían o sencillamente que no se elaboraban. El tiempo nos dio la razón. Estos documentos existen y se elaboran en todas las unidades militares.
Su importancia radica probablemente en la minuciosidad de registro; se anota la hora, el día, la actividad y el o los responsables de las mismas. El Diario de Campaña del Ejército corrobora la participación de esta fuerza en los conflictos del 2003.
— En este juicio, ¿cuál es el aporte legal del Diario de Campaña?
— Es una prueba documental más, de las casi 1.500 introducidas en este juicio. Además, los hechos que en él se registran, son corroborados por varios testigos presenciales de los hechos, sean éstos militares, civiles o políticos.
— ¿Este diario ha permitido identificar a más actores de las FFAA en los hechos del 2003?
— El Ministerio Público ya los tenía identificados, lo que pasa es que éste es un juicio de responsabilidades de altos funcionarios. El real aporte del Diario es el concentrar en un solo documento todas las actividades realizadas por unidades del Ejército y algunos distritos de la Fuerza Naval y brigadas de la Fuerza Aérea, especificando la hora, el día y lugar, así como el número de efectivos empleados en la represión de la protesta popular.
— Si en las FFAA se cumplen órdenes, ¿quiénes serían los responsables, los que ordenaron o quiénes la cumplieron?
— La justicia boliviana tiene la oportunidad propicia para que en un caso de vulneración de derechos humanos de semejante envergadura como el presente (Octubre Negro) pueda hacer justicia comparable con Estados como el de la Argentina en el caso de las juntas militares de los 70 y el Perú con el caso Fujimori.
Hemos acusado de masacre sangrienta a Gonzalo Sánchez de Lozada, a su ex gabinete ministerial y al ex Alto Mando Militar como «autores mediatos» de la masacre de septiembre y octubre del 2003.
Es decir, en nuestra posición los responsables verdaderos son los que dan las órdenes, los que tienen a su disposición el dominio de la organización (autor mediato), es decir, son responsables los que tienen a su disposición a las FFAA, en este caso se incluye también al Alto Mando Militar al constituirse en asesores técnicos del Capitán General, el Presidente de la República; y en criterio nuestro, los subalternos, desde los comandantes de grandes y pequeñas unidades militares, comandantes de compañía, escuadra, oficiales superiores, subalternos y soldados, por supuesto que sólo cumplieron órdenes.
Los militares subalternos actuaron como están entrenados, porque tienen entrenamiento de guerra, tienen armas de guerra y obedecen órdenes de sus altos mandos. Ahora bien, si el Tribunal de Juicio de Responsabilidades dice que el ex Alto Mando no es responsable de los hechos, por qué no estuvieron en el lugar o cosa parecida; al tratarse de delitos de lesa humanidad, nos obligan a abrir procesos penales individuales para los subalternos, no me parece justo, pero sería un fallo judicial y hay que cumplirlo.
— ¿Por qué la absolución de los miembros del Alto Mando Militar desencadenaría el procesamiento a los subalternos?
— Porque nadie puede sustraerse de la realidad, de los hechos suscitados, de la masacre de septiembre y octubre. Si el Tribunal considera que el Alto Mando Militar no ordenó y posibilitó la masacre, es decir, no fueron autores mediatos, descenderemos a los subalternos, a los autores directos; reitero, no me parece justo.
— ¿Quién ordenó levantar el secreto militar en este juicio?
— A pedido del Ministerio Público, la Sala Penal Primera de la Corte Suprema de Justicia, el 16 de agosto del 2006. Fue un hecho trascendental en la búsqueda de información; a partir de ese momento no existe restricción para obtener información de las FFAA.
— ¿Existirán otros documentos similares referidos a este caso?
— Varios documentos. Las dos instructivas presidenciales firmadas por Gonzalo Sánchez de Lozada, tres directivas del Comando en Jefe de las FFAA, los Diarios de Campaña de todas las unidades militares, cuadro de desplazamiento de unidades, reportes de inteligencia, etc. Ahora bien, esperemos que estos documentos aún se encuentren en el Departamento III del Estado Mayor General, puesto que tenemos información de que la caja fuerte que guardaba estos documentos fue violentada.
— ¿Cuántas unidades militares se desplazaron a La Paz y de qué departamentos?
— Fueron movilizadas varias unidades de las FFAA. Se desplazaron del Beni, Cochabamba, Oruro, Potosí, Santa Cruz, Tarija, Unidad de Fuerzas Especiales Ranger de Challapata, el CIOS del Beni, el Vergara de San José de Chiquitos, de Bullaín y Cuevo de Tarija.
— ¿Cuántos efectivos se movilizaron en ese conflicto?
— Se movilizaron alrededor de 7.000 efectivos.