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Friday 17 May 2024 | Actualizado a 03:09 AM

Una comisión viajará el jueves al Silala para definir cómo se usarán sus aguas

Visita. El 28 de abril instituciones visitarán los manantiales ubicados en Quetena

Por La Razón

/ 22 de abril de 2011 / 05:00

«Allí se va a definir una carpeta de proyectos que contenga los que se perfilan realmente viables. Hay intenciones (de elaborar proyectos) que involucran el uso de todas las aguas que están en la frontera con Chile, especialmente las aguas del Silala», explicó ayer a La Razón el asesor de la Gobernación de Potosí, Guido Gonzales.

La decisión fue hecha pública un día después de que el vicecanciller, Juan Carlos Alurralde, anunciara la intención gubernamental de emplear el 50% de las aguas del Silala en proyectos de beneficio para Potosí y el Estado, y recordara que la Gobernación potosina está «en todo su derecho» de explotar esos recursos hídricos que nacen en territorio boliviano.

Alurralde recordó que ya en la gestión del ex prefecto potosino Mario Virreira (2006-2010) se desarrollaron proyectos de aprovechamiento de las aguas del Silala, y que uno de los más importantes planteaba la instalación de una hidroeléctrica para bombear el recurso hídrico al interior del territorio boliviano para actividades productivas. No obstante, dijo que sólo se quedó en las ideas. «El proyecto, como proyecto, no avanzó».

Pedidos. El asesor de la Gobernación explicó que aunque el territorio donde nacen las aguas del Silala es árido, muchas comunidades potosinas, de las provincias Sur y Nor Lípez, se pronunciaron a favor de que las aguas que fueron desviadas a Chile sean revertidas al lado boliviano para su uso en la agricultura.

«Existen en esas provincias varias comunidades que son potencialmente quinueras. Las comunidades quieren que esas aguas se reviertan al lado boliviano», sostuvo.

El pasado 8 de abril el gobernador de Potosí, Félix Gonzales, anunció que se desviarán las aguas del Silala si Chile no paga a Bolivia por su uso. Recordó que en 1960 se calculó una deuda de $us 800 millones, pero ahora se «requiere una evaluación, porque la deuda estaría en $us 1.600 millones». También entonces anunció que en seis meses (octubre) se tendría un estudio para desviar el curso del recurso hídrico.

Ayer, el asesor de la Gobernación potosina aseguró que existen «métodos y proyectos a través de los cuales el agua del Silala puede ser bombeada al lado boliviano». «Son ideas que el día 28 (de abril) las vamos a analizar juntamente con las organizaciones, las entidades cívicas y también autoridades del Gobierno», sostuvo.

Desvío. En 1908 las aguas del Silala fueron desviadas a Chile con una canalización artificial autorizada por una concesión boliviana a la empresa chilena The Antofagasta-Bolivian Railway Company. El año 2000, el Gobierno boliviano intentó cobrar por su uso y Chile se negó de manera rotunda.

Los gobiernos de los presidentes de Bolivia, Evo Morales, y de Chile, Michelle Bachelet, establecieron el año 2006 una agenda de discusión de 13 puntos. El séptimo punto involucra el debate sobre el Silala y el uso de otros recursos hídricos.

La comisión que visitará el Silala el jueves, según informó el asesor de la Gobernación, estará encabezada por el gobernador Gonzales. Se espera que el canciller David Choquehuanca también integre esa delegación.

«Como Gobernación estamos preocupados por la situación del Silala y estamos viendo de una vez tomar algunas políticas sobre este recurso. Por estrategia y por política, no estamos comunicando nada aún, pero ese día (el 28 de abril) junto a las autoridades nacionales vamos a definir qué políticas asumir», dijo Gonzales.

En cambio, el presidente del Comité Cívico de Potosí (Comcipo), Celestino Condori, exigió una vez más a Chile el pago de la deuda histórica con Bolivia por el uso del Silala. «Estamos perdiendo mucho dinero», sostuvo el dirigente, quien calculó que por día Potosí pierde entre 15 mil y 17 mil dólares por el no cobro del uso de ese manantial.

Priorizar el diálogo bilateral

Diálogo
El presidente del Comité Cívico de Potosí (Comcipo), Celestino Condori, opinó que «se debe agotar todo el diálogo» sobre el Silala en los encuentros bilaterales con Chile. En su opinión, si el Gobierno manejara adecuadamente «y con mayor inteligencia» los recursos que tiene el país en la negociación con los vecinos, incluso podría lograr el retorno al mar. «Si nosotros actuáramos de manera más inteligente en el ámbito diplomático podrían hacer que Chile dependa de Bolivia y esa dependencia tarde o temprano va a generar que nosotros como Estado boliviano lleguemos a una salida soberana al mar».

Exigen el uso inmediato de las aguas

Legisladores del oficialismo y de la oposición coincidieron ayer en demandar el uso inmediato de las aguas del Silala en proyectos nacionales o regionales, lo que bajaría el caudal hacia Chile, país que actualmente aprovecha estas aguas para su consumo y el funcionamiento de empresas mineras privadas.  

«Ni una sola gota más de las aguas del Silala a Chile. El Gobierno dejó pasar mucho tiempo y es hora de que se utilicen nuestros recursos para el bien nuestro», arremetió, por ejemplo, la diputada opositora Adriana Gil.

En la misma línea, la representante de Potosí, Emiliana Aiza (MAS), sugirió al Ejecutivo, la Gobernación de Potosí y los movimientos sociales plantear proyectos para utilizar esas aguas.

«Debemos aprovechar nuestros recursos inmediatamente. Y en el caso del Silala existen una serie de proyectos que nos permitirán utilizar estas aguas», aseveró Aiza. La legisladora informó que se encuentran en carpeta la elaboración de  proyectos  como la construcción de una planta hidroeléctrica, la edificación de una embotelladora de agua potable y obras de riego para la ganadería y la agricultura.

Sin embargo, el diputado Juan Carlos Cejas (MAS) hizo notar que la consolidación de los proyectos debe estar sujeta a estudios técnicos.

«Antes quisimos poblar la región del Silala, pero por las condiciones de la zona no se concretó. Debe haber estudios topográficos que aprueben la consolidación de los proyectos y así se podrá utilizar las aguas del Silala, aguas que son nuestras», afirmó Cejas.

Del mismo modo, el jefe de bancada del MAS en el Senado, Isaac Ávalos, pidió elaborar estudios serios para instalar una planta hidroeléctrica.

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Riesgo de convulsión

De nada sirvieron las escasas y tardías explicaciones de algunas autoridades, el rumor había echado raíces

Por La Razón

/ 16 de mayo de 2024 / 06:25

En menos de una semana, el Gobierno promulgó un decreto supremo y lo abrogó debido a amenazas de movilizaciones y actividades de protesta contra la norma, que, como tantas otras, no había sido promocionada y mucho menos socializada, lo cual permitió que circule abundante desinformación que galvanizó las posiciones de rechazo. El Gobierno dio el paso atrás para evitar la “convulsión”.

Se trata del DS 5143, creado, según autoridades de gobierno, para transparentar los trámites de propiedades en las oficinas de Derechos Reales y desburocratizar el procedimiento, que actualmente puede tardar hasta dos o tres años. Según el viceministro de Defensa del Consumidor, el decreto disponía la bancarización, para pagos en línea, y la interoperabilidad, para el cruce de información entre gobiernos municipales, el Servicio General de Identificación Personal (Segip) y el Servicio de Registro Cívico (Serecí); además, se trataba de la actualización de un decreto promulgado durante el gobierno de Carlos Mesa en 2004.

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Nada de esto es lo que se discutía en las calles y centros de reunión de opositores: se especuló que el decreto serviría para posibilitar la intromisión del Estado en la administración y la tenencia de la propiedad inmueble de privados o que exigiría una nueva certificación para trámites de compra-venta. De nada sirvieron las escasas y tardías explicaciones de algunas autoridades, el rumor había echado raíces y se multiplicaban las amenazas de movilizaciones.

Más tardó el Presidente en anunciar la abrogación de la norma que los líderes de las únicas dos fuerzas políticas con representación parlamentaria en salir al espacio público y celebrar la “derrota” del Gobierno. En tiempos de política de suma cero, poco o nada importa la relevancia o necesidad de políticas públicas: todo se reduce a imponer las ideas propias y evitar a cualquier costo las opuestas. Agréguese a ese estado de cosas una gestión gubernamental llena de contradicciones y se produce lo que tantas veces se ha lamentado en este mismo espacio: pérdida de confianza de la población en las instituciones gubernamentales.

La creciente conflictividad, las dirigencias opositoras claramente orientadas a la solución por el desastre y la incapacidad gubernamental para crear y sostener alianzas y consensos (excepto cuando se trata de apropiarse del partido político), son un buen caldo de cultivo para la convulsión, lo cual no significa que haya, en realidad, planes para provocarla y forzar la caída del Gobierno.

En tiempos cuando menudean los discursos desinformadores y polarizadores, además de la memoria reciente de hechos sediciosos, es tentador acusar a la oposición, o a agentes no identificados, de buscar la convulsión; sin embargo, también suele ser evidente que los conflictos pueden ser fabricados con el propósito de influir sobre el ánimo de la población. Identificar quién gana más con la polémica, el conflicto y la abrogación del mentado decreto serviría para señalar quién es el más interesado en que haya miedo por la amenaza de convulsión.

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Día del Periodista

Por La Razón

/ 12 de mayo de 2024 / 00:57

El 10 de mayo, las y los periodistas de Bolivia recordamos nuestro día. ¿Hay algo que celebrar?, nos preguntamos. Y sí, existen motivos. Pero también hay nubarrones para el oficio. Por ello, más allá de los homenajes, fue un día de balance y reflexión. ¿En qué condiciones realizamos nuestra labor? ¿Cuánto aportamos a la conversación pública en democracia? ¿Cómo nos ve la sociedad?

Hace más de ochenta años, en 1938, el presidente Germán Busch promulgó un decreto supremo – luego elevado a rango de ley– que creaba la Caja de pensiones, jubilaciones y montepíos de los trabajadores asalariados de la prensa. No fue una concesión, sino una conquista como resultado de años de exigencia de derechos. Así, el 10 de mayo fue declarado Día del Periodista. Tiempo después, en 1953, un decreto supremo del presidente Víctor Paz Estenssoro estableció ese día como feriado para los periodistas.

De ese modo, cada 10 de mayo las y los periodistas revindicamos nuestro oficio y recibimos homenajes, salutaciones, reconocimientos. Es como un día destinado a elogiar el lugar que ocupa el periodismo en una sociedad democrática. Celebramos pues que, pese a dificultades y condiciones adversas, seguimos en el empeño diario de brindar información y opiniones como insumo para la deliberación colectiva. Sostenemos asimismo la necesidad de garantizar la libertad de expresión y el derecho a la información.

Pero el Día del Periodista es, o debiera ser, además, una ocasión propicia para el balance, para mirarnos puertas adentro y evaluar nuestro desempeño. Este ineludible ejercicio frente al espejo no puede ser autocomplaciente ni tampoco de solo flagelación, sino autocrítico. Para empezar, es importante evaluar las condiciones difíciles, a veces precarias, en las que estamos realizando nuestro trabajo, en un contexto donde las nuevas tecnologías digitales plantean serios desafíos a los medios de comunicación.

Es preocupante asimismo para el oficio periodístico el escenario de crisis no solo político-institucional en el país, sino también la complicada situación económica. Trabajamos en medio de la incertidumbre, sin horizonte de futuro. Y somos parte de la persistente polarización, que bloquea el diálogo plural y dinamita los puentes de encuentro. Diferentes estudios de opinión señalan que la ciudadanía y los liderazgos ven a los medios como promotores del enfrentamiento. Y hasta nos perciben como actores políticos.

¿Cuánto estamos contribuyendo, en el día a día, a la convivencia en democracia? ¿Cómo mejorar nuestras condiciones de trabajo, libres de presiones y amenazas? Y la pregunta esencial: ¿estamos haciendo buen periodismo, conforme a nuestros códigos de ética o, más bien, un periodismo instrumental, con arreglo a nuestra propia agenda y otros intereses? Hay que celebrar el Día del Periodista con llamamiento urgente para cuidar el oficio y, entre otras cosas, frenar la degradación de nuestras asociaciones. 

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El MAS y la crisis

La democracia, o las formas que la hacen legítima, importan cada día menos

Por La Razón

/ 9 de mayo de 2024 / 06:39

Para nadie debe ser desconocido que el Movimiento al Socialismo (MAS) es la fuerza política más importante de las últimas décadas y el único partido con estructura y potencia suficientes para intervenir en todas las esferas de la vida pública. Sin embargo, precisamente por estos atributos, la feroz lucha que han desatado sus dirigentes no solo afecta al partido, sino a todo el Estado.

Más tardó en terminar el X Congreso del partido, el domingo, en la ciudad de El Alto, convocado por el “ala arcista” del partido, que portavoces del “ala evista” en descalificar el encuentro de la peor forma posible y amenazar con todo tipo de recursos, legales y no, para impedir que las decisiones acordadas lleguen a materializarse.

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No es para menos: se ha elegido a un nuevo jefe nacional del partido, honor que recayó en Gróver García, dirigente de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB), afín al presidente Arce, y se ha decidido revisar el estatuto del MAS para eliminar la disposición que concede la dirección vitalicia del partido al expresidente Evo Morales y para eliminar la restricción de antigüedad como militante para asumir cualquier candidatura.

Para que el congreso masista pudiese llevarse a cabo y que contase con la presencia de veedores del Tribunal Supremo Electoral (TSE), hizo falta que una Sala Constitucional de La Paz ordenase al Órgano Electoral cumplir con el artículo 30 de la Ley de Partidos Políticos. Entre analistas y opinadores de todas las tendencias hubo consenso en que se trata de un nuevo “fallo a la carta”, de los que menudean desde que los magistrados del Órgano Judicial decidieran autoprorrogarse.

A esta evidente muestra de injerencia de un órgano sobre otro (primero el Ejecutivo sobre el Judicial y luego éste sobre el Electoral), se suma la cantidad de ocasiones en que delegados y portavoces del evismo han descalificado al TSE y sus resoluciones por ser contrarias a sus intereses y expectativas. La democracia, o las formas que la hacen legítima, importan cada día menos.

Súmese a este estado de cosas la previsible pugna que se desatará en la Sala Plena del TSE cuando algunos vocales intenten incidir en favor de uno u otro aspirante a candidato. Entonces, las acusaciones y descalificaciones que hoy se sugieren, serán amplificadas, dañando de manera feroz la credibilidad y reputación del órgano llamado constitucionalmente a administrar los procesos que dan sustento al sistema democrático boliviano y a dar legitimidad a las autoridades electas.

A estas alturas de la lucha es, pues, evidente que sin importar el tono y el contenido de los mensajes que una y otra facción del MAS publicitan, lo verdaderamente central para ambas partes es asegurar que el candidato propio llegue a la papeleta y/o que el contrincante no lo logre. Si para tal fin tienen que terminar de romper la institucionalidad del Estado, no dudarán en hacerlo, y eso son malas noticias.

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Democracia en riesgo

Por La Razón

/ 5 de mayo de 2024 / 00:34

La reciente decisión de una sala constitucional en torno al “congreso del MAS-IPSP” convocado por dirigentes de la facción arcista constituye una tosca injerencia en las competencias del TSE. Y cruza un límite que pone en riesgo no solo la institucionalidad electoral, sino la propia democracia. Es fundamental ponerle freno antes de que conduzca a una deriva autoritaria.

 Una de las condiciones fundamentales de un Estado de Derecho es la autonomía e independencia de los órganos del poder público, además de su separación. Cuando uno o más órganos se subordinan a otro o surge una especie de suprapoder, esa estructura y organización funcional del Estado se resquebraja. Asimismo, cuando el sistema de gobierno empieza a depender de decisiones arbitrarias e inconstitucionales, la democracia está en riesgo. Estamos transitando ese muy peligroso umbral en el país.

En nuestro proceso de construcción y reforma estatal, no es nuevo que el Legislativo dependa de los mandatos del Ejecutivo. Tampoco es raro que la administración de justicia esté subordinada al poder político y a poderes fácticos. Lo crítico es que surja un suprapoder que imponga sucesivos fallos por fuera del marco constitucional y pisoteando la institucionalidad democrática. Desde el año pasado hay un suprapoder en Bolivia que, en consorcio con actores políticos, opera desde el TCP y algunas salas constitucionales.

A punta de sentencias, declaraciones y autos constitucionales, y algunas acciones de defensa, un arriesgado suprapoder está llevando a límites insostenibles el funcionamiento de los órganos del poder público y del sistema de gobierno. Así, bloquearon las elecciones judiciales, suspendieron las funciones de fiscalización de la ALP, se autoprorrogaron, beneficiaron a terratenientes y ahora están emitiendo “instrucciones” sobre las organizaciones políticas y los procesos electorales. Es inaceptable.

Es muy complicado y sensible para el TSE gestionar las disputas internas en los partidos, en especial en este momento la batalla entre facciones en el MAS-IPSP. Debe hacerlo en estricto cumplimiento de la Ley de Organizaciones Políticas y de los estatutos partidarios. ¿Qué ocurre cuando una sala constitucional, desde su filiación política, impone acciones que violan la normativa y vulneran las atribuciones del organismo electoral? Eso es lo que acaban de hacer, sin sonrojarse, los vocales Campero y Angles.

En un pronunciamiento difundido este viernes, las autoridades del Órgano Electoral Plurinacional exigen con timidez el respeto a la independencia de poderes para garantizar la democracia en el país. No es una exigencia menor. En realidad, se está advirtiendo que, si magistrados y jueces continúan perforando el sistema y la institucionalidad electoral, la democracia boliviana está en riesgo. Es fundamental que la disputa política no termine derrumbando el orden constitucional y el régimen democrático.

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Elección en suspenso

Las reacciones luego de conocido el fallo revelaron, cómo no, una nueva fuente de incertidumbre

Por La Razón

/ 2 de mayo de 2024 / 06:16

Como se decía días atrás en este mismo espacio, hace mucho que actores políticos y operadores judiciales están empeñados en frenar sin fecha las elecciones judiciales. El más reciente fallo constitucional ordena no solo paralizar el proceso, sino devolverlo al inicio y comenzar con una nueva ley de convocatoria; el argumento es la defensa de derechos, pero la intención tal vez no.

El 18 de abril, Yeny Duri, dirigente indígena y abogada, candidata eliminada en el proceso de preselección, presentó una acción popular en la que denunció que las aspirantes indígenas de Pando no recibían un trato equitativo en comparación con las de otros departamentos, señalando la falta de oportunidades equitativas en el proceso de preselección. La Sala Constitucional Primera de Cobija emitió el lunes una medida cautelar que suspendió el proceso de preselección en curso y luego, el martes, dictaminó que el proceso de preselección debía dejarse sin efecto completamente, argumentando que la convocatoria inicial no había considerado adecuadamente la inclusión de mujeres e indígenas, e instruyó elaborar una nueva.

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La reacciones luego de conocido el fallo revelaron, cómo no, una nueva fuente de incertidumbre, pues si bien hay voces, como la del expresidente Eduardo Rodríguez, quien argumentó que la Sala Constitucional de Cobija era incompetente para emitir tal fallo y que sus razonamientos eran improcedentes, sugiriendo que la Asamblea Legislativa debería continuar con el proceso de preselección, la Comisión Mixta de Constitución decidió entrar en cuarto intermedio hasta hoy, a la espera de la notificación oficial del fallo.

El Presidente de la Comisión, Miguel Rejas, del MAS, afirmó que la intervención de la Sala es una «aberración» y criticó duramente a los vocales que concedieron la tutela a la candidata Duri; dijo también que el fallo fue resultado de manipulaciones por parte de vocales y jueces, sugiriendo que algunos de ellos habían sido influenciados por quienes presentaron amparos.

A su vez, la senadora Andrea Barrientos indicó que el fallo de la Sala es «ilegal e inaplicable» y que ninguna sala constitucional tiene la competencia para declarar la inaplicabilidad de una ley, especialmente de la Ley 1549, que ha pasado por control constitucional y cuenta con amplio respaldo legislativo. El diputado por Creemos Leonardo Ayala argumentó que la decisión vulnera los derechos de los más de 400 postulantes habilitados para el proceso de preselección. El Presidente Nato de la Asamblea, como es habitual, no apareció.

La interminable sucesión de recursos judiciales y constitucionales, sumada a la incapacidad de las y los legisladores para acordar un plan de acción capaz de superar los obstáculos que unos y otros ponen en el camino, muestra todo, menos voluntad política, para cumplir con el mandato constitucional de realizar la elección de autoridades del Judicial. Mientras tanto, el sistema judicial boliviano se hunde irremediablemente.

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