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Saturday 18 May 2024 | Actualizado a 08:33 AM

SANTA CRUZ ES TERRITORIO CLAVE PARA LOS NARCOS

Preocupación. Las autoridades de este departamento se encuentran alarmadas

Por La Razón

/ 24 de julio de 2011 / 05:00

El fenómeno se manifestó con más fuerza en las últimas cuatro semanas, desde el intento de homicidio de Alejandro von Borries y posterior secuestro de su esposa, Adriana Ribera (28 de junio) hasta el ataque armado contra el abogado Denver Pedraza (18 de julio) a plena luz del día y en el centro de la capital.

En medio de ambos hechos, el 8 de julio se halló el cuerpo acribillado con 10  proyectiles de Limberg Baptista. Éstos y otros casos se encuentran relacionados con el negocio del narcotráfico, que ha llevado al Gobierno a proyectar cuatro leyes para encarar esta batalla, cuyo epicentro es justamente Santa Cruz.

MOTIVO. ¿Pero por qué Santa Cruz? El director de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (FELCN), Gonzalo Quezada, y el secretario de Gobierno de la Gobernación cruceña, Vladimir Peña, coincidieron, por separado, en señalar que ésta es una zona estratégica para la producción y tráfico de cocaína. «Santa Cruz es un paso obligado para el tráfico de drogas», señaló Quezada.

Dijo que se constituye en un corredor de Perú a Brasil, que además va hacia Argentina y Paraguay. Peña fue más allá. Expresó que «Santa Cruz está dentro del circuito de la droga», entre el trópico cochabambino, considerado un punto de producción de coca y cocaína, y Brasil y Paraguay, países por los que se exporta la droga a Europa. Además, alertó sobre la violencia que acompaña este negocio.

La violencia a la que hizo  referencia dio sus primeras señales el 25 enero, cuando Roque Riquelme Soria Parada (46) y su esposa Roxana Áñez Aguilera (42) fueron asesinados con más de 20 balazos. Ambos eran suegros del teniente Julio René Navía, detenido por legitimación de ganancias ilícitas, tráfico de sustancias controladas y organización criminal, y quien además es sospechoso de ser el autor intelectual del doble crimen.

El director del Centro Latinoamericano de Investigación Científica (Celin), Franklin Alcaraz, afirmó que estas acciones deben ser frenadas. Recordó que el clima de violencia en Colombia y México empezó con acciones similares a las de Santa Cruz.

Indicó que los narcotraficantes contratan sicarios y promueven hechos violentos para demostrar su poder y amedrentar a las autoridades que los persiguen.

Coincidentemente, en las investigaciones que llevan adelante las fuerzas antidrogas, se estableció la presencia de extranjeros que fueron miembros de grupos irregulares y trabajaron como sicarios. En junio se detuvo a Carlos Buitrago, miembro del cártel del Valle y las Autodefensas Unidas de Colombia y, esta semana, a André Magalhaes, integrante de un brazo del Comando Vermelho de Brasil y confeso asesino a sueldo.

También en junio, una fuente de Inteligencia de la Policía colombiana reveló en Bogotá que tenían información de que alrededor de 3.000 colombianos se trasladaron a Bolivia. Entonces, el director de la FELCN reveló que hay en el país sicarios del citado grupo y del Primer Comando Capital (PCC) que huyeron de Brasil por el control militar antidrogas.

Preocupación. El presidente del Comité Pro Santa Cruz, Herland Vaca Díez, sostuvo que esta situación alarma a los cruceños, por lo que pidió al Gobierno que declare a Bolivia «incompetente para enfrentar esta situación». «No hay control con los cultivos de la coca, con la fabricación, ni con el tráfico. El Gobierno tiene que pedir ayuda», manifestó.

El vicepresidente de la Federación de Empresarios de Santa Cruz, Guillermo Schrupp, detectó una inusitada circulación de dinero que distorsiona el mercado y afecta la economía del país.

El representante cruceño del Defensor del Pueblo, Hernán Cabrera, aseveró que «más allá de la danza de miles de kilos destruidos, millones de dólares en juego, de las fábricas que se descubren y destruyen, este problema vulnera los derechos humanos».

El ministro de Gobierno, Sacha Llorenti,  pidió no estigmatizar a la actual administración y mencionó que desde el 2009 se destinaron $us 20 millones a la lucha antidrogas. El fiscal del Distrito cruceño, Isabelino Gómez, destacó los operativos conjuntos realizados con la Policía y anunció que éstos continuarán.

Narcotráfico

Isabelino Gómez: ‘Existe una violencia inédita’
«En estas últimas dos semanas hubo características muy inusuales en los hechos violentos en Santa Cruz que están en investigación. No se puede aún hablar de ajustes de cuentas entre organizaciones criminales, pero por las características de los casos y su complejidad, se ve que existe una violencia inédita en la ejecución de los delitos».

Sacha Llorenti: ‘Intentan estigmatizar al Gobierno’
«El Gobierno está en franca lucha contra el narcotráfico. Sabemos que algunos actores políticos intentan utilizar este tema para estigmatizar al Ejecutivo con una doble moral y una deshonestidad intelectual sorprendente. Las cifras son bastante objetivas de lo que se logró en estos años, en comparación de lo que se hizo en el pasado».

Guillermo Schrupp: ‘Día a día hay mayor violencia’
Día a día hay mayor violencia y la Policía realiza operativos y encuentra fábricas de droga en Santa Cruz. Hay secuestros y ajustes de cuenta. Lamentablemente, la inversión extranjera evalúa la calidad de la seguridad de un país porque a nadie le interesa invertir donde no existen garantías para el desarrollo de esa empresa.

Vladimir Peña: ‘Cambio de actitud del Gobierno’
Hace un año atrás denunciábamos que había cárteles y mafias que estaban viendo al territorio boliviano como un paraíso para las drogas. Alertábamos y exigíamos al Gobierno a tener una política clara de lucha contra las drogas y el primer requisito es un cambio de actitud del Gobierno que hasta ahora ha tenido un actitud permisiva.

Erwin Bazán: ‘Se requiere apoyo de los sectores’
«Los grupos locales que manejaban el narcotráfico se han puesto al servicio de los clanes internacionales. Evidentemente, la lucha contra el narcotráfico es prioridad del Estado, pero requiere de la corresponsabilidad de todos los sectores sociales y de toda la sociedad civil en general, para no caer en un deterioro de la misma sociedad».

Hernán Cabrera: ‘Se intensificó el narcotráfico’
«Se intensificó el narcotráfico en Bolivia de forma preocupante, tiene serias repercusiones negativas para los derechos humanos y los derechos de la Madre Tierra. Exigimos al Gobierno, Órgano Judicial, Policía, gobernaciones y gobiernos municipales, coordinar los esfuerzos para un combate serio, eficaz, coherente y con resultados».

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Riesgo de convulsión

De nada sirvieron las escasas y tardías explicaciones de algunas autoridades, el rumor había echado raíces

Por La Razón

/ 16 de mayo de 2024 / 06:25

En menos de una semana, el Gobierno promulgó un decreto supremo y lo abrogó debido a amenazas de movilizaciones y actividades de protesta contra la norma, que, como tantas otras, no había sido promocionada y mucho menos socializada, lo cual permitió que circule abundante desinformación que galvanizó las posiciones de rechazo. El Gobierno dio el paso atrás para evitar la “convulsión”.

Se trata del DS 5143, creado, según autoridades de gobierno, para transparentar los trámites de propiedades en las oficinas de Derechos Reales y desburocratizar el procedimiento, que actualmente puede tardar hasta dos o tres años. Según el viceministro de Defensa del Consumidor, el decreto disponía la bancarización, para pagos en línea, y la interoperabilidad, para el cruce de información entre gobiernos municipales, el Servicio General de Identificación Personal (Segip) y el Servicio de Registro Cívico (Serecí); además, se trataba de la actualización de un decreto promulgado durante el gobierno de Carlos Mesa en 2004.

Lea: Día del Periodista

Nada de esto es lo que se discutía en las calles y centros de reunión de opositores: se especuló que el decreto serviría para posibilitar la intromisión del Estado en la administración y la tenencia de la propiedad inmueble de privados o que exigiría una nueva certificación para trámites de compra-venta. De nada sirvieron las escasas y tardías explicaciones de algunas autoridades, el rumor había echado raíces y se multiplicaban las amenazas de movilizaciones.

Más tardó el Presidente en anunciar la abrogación de la norma que los líderes de las únicas dos fuerzas políticas con representación parlamentaria en salir al espacio público y celebrar la “derrota” del Gobierno. En tiempos de política de suma cero, poco o nada importa la relevancia o necesidad de políticas públicas: todo se reduce a imponer las ideas propias y evitar a cualquier costo las opuestas. Agréguese a ese estado de cosas una gestión gubernamental llena de contradicciones y se produce lo que tantas veces se ha lamentado en este mismo espacio: pérdida de confianza de la población en las instituciones gubernamentales.

La creciente conflictividad, las dirigencias opositoras claramente orientadas a la solución por el desastre y la incapacidad gubernamental para crear y sostener alianzas y consensos (excepto cuando se trata de apropiarse del partido político), son un buen caldo de cultivo para la convulsión, lo cual no significa que haya, en realidad, planes para provocarla y forzar la caída del Gobierno.

En tiempos cuando menudean los discursos desinformadores y polarizadores, además de la memoria reciente de hechos sediciosos, es tentador acusar a la oposición, o a agentes no identificados, de buscar la convulsión; sin embargo, también suele ser evidente que los conflictos pueden ser fabricados con el propósito de influir sobre el ánimo de la población. Identificar quién gana más con la polémica, el conflicto y la abrogación del mentado decreto serviría para señalar quién es el más interesado en que haya miedo por la amenaza de convulsión.

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Día del Periodista

Por La Razón

/ 12 de mayo de 2024 / 00:57

El 10 de mayo, las y los periodistas de Bolivia recordamos nuestro día. ¿Hay algo que celebrar?, nos preguntamos. Y sí, existen motivos. Pero también hay nubarrones para el oficio. Por ello, más allá de los homenajes, fue un día de balance y reflexión. ¿En qué condiciones realizamos nuestra labor? ¿Cuánto aportamos a la conversación pública en democracia? ¿Cómo nos ve la sociedad?

Hace más de ochenta años, en 1938, el presidente Germán Busch promulgó un decreto supremo – luego elevado a rango de ley– que creaba la Caja de pensiones, jubilaciones y montepíos de los trabajadores asalariados de la prensa. No fue una concesión, sino una conquista como resultado de años de exigencia de derechos. Así, el 10 de mayo fue declarado Día del Periodista. Tiempo después, en 1953, un decreto supremo del presidente Víctor Paz Estenssoro estableció ese día como feriado para los periodistas.

De ese modo, cada 10 de mayo las y los periodistas revindicamos nuestro oficio y recibimos homenajes, salutaciones, reconocimientos. Es como un día destinado a elogiar el lugar que ocupa el periodismo en una sociedad democrática. Celebramos pues que, pese a dificultades y condiciones adversas, seguimos en el empeño diario de brindar información y opiniones como insumo para la deliberación colectiva. Sostenemos asimismo la necesidad de garantizar la libertad de expresión y el derecho a la información.

Pero el Día del Periodista es, o debiera ser, además, una ocasión propicia para el balance, para mirarnos puertas adentro y evaluar nuestro desempeño. Este ineludible ejercicio frente al espejo no puede ser autocomplaciente ni tampoco de solo flagelación, sino autocrítico. Para empezar, es importante evaluar las condiciones difíciles, a veces precarias, en las que estamos realizando nuestro trabajo, en un contexto donde las nuevas tecnologías digitales plantean serios desafíos a los medios de comunicación.

Es preocupante asimismo para el oficio periodístico el escenario de crisis no solo político-institucional en el país, sino también la complicada situación económica. Trabajamos en medio de la incertidumbre, sin horizonte de futuro. Y somos parte de la persistente polarización, que bloquea el diálogo plural y dinamita los puentes de encuentro. Diferentes estudios de opinión señalan que la ciudadanía y los liderazgos ven a los medios como promotores del enfrentamiento. Y hasta nos perciben como actores políticos.

¿Cuánto estamos contribuyendo, en el día a día, a la convivencia en democracia? ¿Cómo mejorar nuestras condiciones de trabajo, libres de presiones y amenazas? Y la pregunta esencial: ¿estamos haciendo buen periodismo, conforme a nuestros códigos de ética o, más bien, un periodismo instrumental, con arreglo a nuestra propia agenda y otros intereses? Hay que celebrar el Día del Periodista con llamamiento urgente para cuidar el oficio y, entre otras cosas, frenar la degradación de nuestras asociaciones. 

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El MAS y la crisis

La democracia, o las formas que la hacen legítima, importan cada día menos

Por La Razón

/ 9 de mayo de 2024 / 06:39

Para nadie debe ser desconocido que el Movimiento al Socialismo (MAS) es la fuerza política más importante de las últimas décadas y el único partido con estructura y potencia suficientes para intervenir en todas las esferas de la vida pública. Sin embargo, precisamente por estos atributos, la feroz lucha que han desatado sus dirigentes no solo afecta al partido, sino a todo el Estado.

Más tardó en terminar el X Congreso del partido, el domingo, en la ciudad de El Alto, convocado por el “ala arcista” del partido, que portavoces del “ala evista” en descalificar el encuentro de la peor forma posible y amenazar con todo tipo de recursos, legales y no, para impedir que las decisiones acordadas lleguen a materializarse.

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No es para menos: se ha elegido a un nuevo jefe nacional del partido, honor que recayó en Gróver García, dirigente de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB), afín al presidente Arce, y se ha decidido revisar el estatuto del MAS para eliminar la disposición que concede la dirección vitalicia del partido al expresidente Evo Morales y para eliminar la restricción de antigüedad como militante para asumir cualquier candidatura.

Para que el congreso masista pudiese llevarse a cabo y que contase con la presencia de veedores del Tribunal Supremo Electoral (TSE), hizo falta que una Sala Constitucional de La Paz ordenase al Órgano Electoral cumplir con el artículo 30 de la Ley de Partidos Políticos. Entre analistas y opinadores de todas las tendencias hubo consenso en que se trata de un nuevo “fallo a la carta”, de los que menudean desde que los magistrados del Órgano Judicial decidieran autoprorrogarse.

A esta evidente muestra de injerencia de un órgano sobre otro (primero el Ejecutivo sobre el Judicial y luego éste sobre el Electoral), se suma la cantidad de ocasiones en que delegados y portavoces del evismo han descalificado al TSE y sus resoluciones por ser contrarias a sus intereses y expectativas. La democracia, o las formas que la hacen legítima, importan cada día menos.

Súmese a este estado de cosas la previsible pugna que se desatará en la Sala Plena del TSE cuando algunos vocales intenten incidir en favor de uno u otro aspirante a candidato. Entonces, las acusaciones y descalificaciones que hoy se sugieren, serán amplificadas, dañando de manera feroz la credibilidad y reputación del órgano llamado constitucionalmente a administrar los procesos que dan sustento al sistema democrático boliviano y a dar legitimidad a las autoridades electas.

A estas alturas de la lucha es, pues, evidente que sin importar el tono y el contenido de los mensajes que una y otra facción del MAS publicitan, lo verdaderamente central para ambas partes es asegurar que el candidato propio llegue a la papeleta y/o que el contrincante no lo logre. Si para tal fin tienen que terminar de romper la institucionalidad del Estado, no dudarán en hacerlo, y eso son malas noticias.

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Democracia en riesgo

Por La Razón

/ 5 de mayo de 2024 / 00:34

La reciente decisión de una sala constitucional en torno al “congreso del MAS-IPSP” convocado por dirigentes de la facción arcista constituye una tosca injerencia en las competencias del TSE. Y cruza un límite que pone en riesgo no solo la institucionalidad electoral, sino la propia democracia. Es fundamental ponerle freno antes de que conduzca a una deriva autoritaria.

 Una de las condiciones fundamentales de un Estado de Derecho es la autonomía e independencia de los órganos del poder público, además de su separación. Cuando uno o más órganos se subordinan a otro o surge una especie de suprapoder, esa estructura y organización funcional del Estado se resquebraja. Asimismo, cuando el sistema de gobierno empieza a depender de decisiones arbitrarias e inconstitucionales, la democracia está en riesgo. Estamos transitando ese muy peligroso umbral en el país.

En nuestro proceso de construcción y reforma estatal, no es nuevo que el Legislativo dependa de los mandatos del Ejecutivo. Tampoco es raro que la administración de justicia esté subordinada al poder político y a poderes fácticos. Lo crítico es que surja un suprapoder que imponga sucesivos fallos por fuera del marco constitucional y pisoteando la institucionalidad democrática. Desde el año pasado hay un suprapoder en Bolivia que, en consorcio con actores políticos, opera desde el TCP y algunas salas constitucionales.

A punta de sentencias, declaraciones y autos constitucionales, y algunas acciones de defensa, un arriesgado suprapoder está llevando a límites insostenibles el funcionamiento de los órganos del poder público y del sistema de gobierno. Así, bloquearon las elecciones judiciales, suspendieron las funciones de fiscalización de la ALP, se autoprorrogaron, beneficiaron a terratenientes y ahora están emitiendo “instrucciones” sobre las organizaciones políticas y los procesos electorales. Es inaceptable.

Es muy complicado y sensible para el TSE gestionar las disputas internas en los partidos, en especial en este momento la batalla entre facciones en el MAS-IPSP. Debe hacerlo en estricto cumplimiento de la Ley de Organizaciones Políticas y de los estatutos partidarios. ¿Qué ocurre cuando una sala constitucional, desde su filiación política, impone acciones que violan la normativa y vulneran las atribuciones del organismo electoral? Eso es lo que acaban de hacer, sin sonrojarse, los vocales Campero y Angles.

En un pronunciamiento difundido este viernes, las autoridades del Órgano Electoral Plurinacional exigen con timidez el respeto a la independencia de poderes para garantizar la democracia en el país. No es una exigencia menor. En realidad, se está advirtiendo que, si magistrados y jueces continúan perforando el sistema y la institucionalidad electoral, la democracia boliviana está en riesgo. Es fundamental que la disputa política no termine derrumbando el orden constitucional y el régimen democrático.

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Elección en suspenso

Las reacciones luego de conocido el fallo revelaron, cómo no, una nueva fuente de incertidumbre

Por La Razón

/ 2 de mayo de 2024 / 06:16

Como se decía días atrás en este mismo espacio, hace mucho que actores políticos y operadores judiciales están empeñados en frenar sin fecha las elecciones judiciales. El más reciente fallo constitucional ordena no solo paralizar el proceso, sino devolverlo al inicio y comenzar con una nueva ley de convocatoria; el argumento es la defensa de derechos, pero la intención tal vez no.

El 18 de abril, Yeny Duri, dirigente indígena y abogada, candidata eliminada en el proceso de preselección, presentó una acción popular en la que denunció que las aspirantes indígenas de Pando no recibían un trato equitativo en comparación con las de otros departamentos, señalando la falta de oportunidades equitativas en el proceso de preselección. La Sala Constitucional Primera de Cobija emitió el lunes una medida cautelar que suspendió el proceso de preselección en curso y luego, el martes, dictaminó que el proceso de preselección debía dejarse sin efecto completamente, argumentando que la convocatoria inicial no había considerado adecuadamente la inclusión de mujeres e indígenas, e instruyó elaborar una nueva.

Lea: ¿EJ en septiembre?

La reacciones luego de conocido el fallo revelaron, cómo no, una nueva fuente de incertidumbre, pues si bien hay voces, como la del expresidente Eduardo Rodríguez, quien argumentó que la Sala Constitucional de Cobija era incompetente para emitir tal fallo y que sus razonamientos eran improcedentes, sugiriendo que la Asamblea Legislativa debería continuar con el proceso de preselección, la Comisión Mixta de Constitución decidió entrar en cuarto intermedio hasta hoy, a la espera de la notificación oficial del fallo.

El Presidente de la Comisión, Miguel Rejas, del MAS, afirmó que la intervención de la Sala es una «aberración» y criticó duramente a los vocales que concedieron la tutela a la candidata Duri; dijo también que el fallo fue resultado de manipulaciones por parte de vocales y jueces, sugiriendo que algunos de ellos habían sido influenciados por quienes presentaron amparos.

A su vez, la senadora Andrea Barrientos indicó que el fallo de la Sala es «ilegal e inaplicable» y que ninguna sala constitucional tiene la competencia para declarar la inaplicabilidad de una ley, especialmente de la Ley 1549, que ha pasado por control constitucional y cuenta con amplio respaldo legislativo. El diputado por Creemos Leonardo Ayala argumentó que la decisión vulnera los derechos de los más de 400 postulantes habilitados para el proceso de preselección. El Presidente Nato de la Asamblea, como es habitual, no apareció.

La interminable sucesión de recursos judiciales y constitucionales, sumada a la incapacidad de las y los legisladores para acordar un plan de acción capaz de superar los obstáculos que unos y otros ponen en el camino, muestra todo, menos voluntad política, para cumplir con el mandato constitucional de realizar la elección de autoridades del Judicial. Mientras tanto, el sistema judicial boliviano se hunde irremediablemente.

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