Gobierno denuncia ante la OEA que hubo bloqueo “intercontinental” a Morales y pide condenar el hecho
El ministro de Gobierno, Carlos Romero, informó de lo sucedido en el encuentro de la Organización de Estados Americanos (OEA) y pidió condenar lo sucedido y exigir a España, Francia, Italia y Portugal disculpas y explicaciones públicas
El Gobierno de Bolivia denunció en la Organización de Estados Americanos (OEA) que el bloqueo al avión presidencial fue una acción intercontinental encarada por instrucciones de Estados Unidos y señaló que los gobiernos europeos involucrados asumen actitud soberbia y mantienen posiciones incongruentes entre lo sucedido y sus explicaciones. Pidió se condene lo sucedido.
El ministro de Gobierno, Carlos Romero, representó a Bolivia en el Consejo Permanente de la OEA y relató lo sucedido con el avión presidencial que transportaba al presidente Evo Morales, cuando retornaba de Rusia hacia Bolivia y a partir del rumor de que en la aeronave estaba el extécnico de la CIA Edward Snowden, buscado por revelar el espionaje telefónico e internet de Estados Unidos.
Ante lo sucedido, la autoridad planteó ante el organismo internacional se condene lo sucedido y se exija explicaciones y disculpas públicas de España, Francia, Italia y Portugal. Los representantes de esos países en la OEA rechazaron las denuncias de Bolivia con el argumento que no hubo decisión política en los eventuales incidentes, aunque Romero reafirmó y calificó esas reacciones sin fundamento.
“El Presidente Morales fue objeto de una acción en bloque definida por los países, por los gobiernos de algunos países que, prácticamente han impedido en un primer momento y dificultado su retorno a nuestro país. Se podría decir que se trata de una acción intercontinental”, señaló.
El Ministro consideró en el encuentro, trasmitido en vivo por medios de comunicación estatales, que lo sucedido es una “acción intercontinental” por los países europeos vinculados e instruido por el gobierno de Estados Unidos, deducción, aclaró, a la que se llegó a partir de hechos como el que la Embajada en La Paz pedía la extradición de Snowden en momentos del bloqueo aéreo.
Lo sucedido entre el 2 y 3 de julio fue relatado por el Ministro. Antes de partir de Rusia, “llama la atención” –dijo- que Portugal hizo conocer que por razones técnicas fue revocado el permiso de sobrevuelo, mientras en pleno vuelo Francia comunicó similar decisión, pese a que los permisos de vuelo por sus espacios aéreos fueron aprobados por esos países entre el 24 y 26 de junio.
A dos horas y 20 minutos de vuelo, Francia comunicó de su decisión y la aeronave fue desviada de su curso inicial y tuvo que aterrizar de emergencia en Viena, Austria. Francia explicó que no sabía que era el avión presidencial, sin embargo, por procedimiento, estaba informado de ello y no puede decir que desconocía que viajaba Morales de retorno a Bolivia, señaló el Ministro.
Portugal no explicó cuáles son las razones técnicas de su decisión, mientras que España lo calificó como “artificial” y no hizo hasta hoy un desmentido sobre la actuación de su embajador en Austria, quien presionó, recordó, para inspeccionar el avión porque pensaba que en él estaba el estadounidense Snowden.
Morales estuvo retenido por más de 13 horas en Viena, hasta tanto se reactivaron los permisos de sobrevuelo de la aeronave, se informó. El Gobierno insistió en la OEA que lo sucedido violó la Declaración Universal de los Derechos Humanos, la Convención de Naciones Unidas sobre misiones especiales, además de otras normas internacionales.
Romero informó que la legación estadounidense en La Paz pedía la extradición de Snowden, a cuatro horas de que Morales fuera retenido en Viena, por el bloqueo aéreo. “Nos parece extraño y sugestivo ese acto” y por ello presumimos una inducción de Estados Unidos a países europeos para asumir las acciones sobre su espacio aéreo, señaló.
“Nos estaban solicitando la extradición de un fantasma”, afirmó en relación a que el extécnico de la CIA no estaba en el avión presidencial, ni en Bolivia. Añadió que la posición el gobierno de los países involucrados en el hecho es una actitud de soberbia, porque no reconocen que vetaron el sobrevuelo del avión presidencial, pese a los permisos respectivos.