Evo y sectores cierran filas para evitar el retorno de la derecha
El Presidente y los dirigentes alteños afirmaron que el actual proceso es irreversible. El 17 de octubre de 2003, si bien es día de luto, también es de esperanza, dijo Morales
Al recordar los diez años de la masacre de 2003, el presidente Evo Morales y dirigentes sociales coincidieron ayer en El Alto en que el 17 de octubre de ese año marcó el fin del neoliberalismo en el país, y que hoy su tarea consiste en que “nunca más” vuelva la derecha al poder.
El Mandatario rindió homenaje a los caídos en la revuelta registrada hace diez años, que dejó 71 muertos y unos 400 heridos. La matanza derivó en la renuncia del entonces presidente Gonzalo Sánchez de Lozada y en la denominada Agenda de Octubre: nacionalización de los hidrocarburos, industrialización del gas y Asamblea Constituyente, entre otras exigencias.
Según Morales, la agenda fue cumplida ampliamente. Se recuperaron más recursos que los hidrocarburíferos, como el agua y el litio. Agregó que con las movilizaciones de 2003 no sólo empezó la liberación social, económica y cultural del país, sino también se logró dignificar al Estado.
Como ejemplo de resultado de la Agenda de Octubre, informó que del total de conexiones de gas domiciliario que existen en todo el territorio nacional, la mitad está en El Alto, como “justo homenaje” a esa población.
“El 17 de octubre (ha sido) el final de un modelo neoliberal, total agotamiento y descomposición de ese modelo (…) de saqueo, de robo. Es la culminación de esa larga lucha del pueblo, recuperando los recursos naturales, dignificarnos no sólo ante nosotros, sino ante el mundo”. dijo.
En ese contexto, Morales pidió a los dirigentes socializar todo lo ocurrido durante los 20 años de “gobiernos neoliberales” para que nunca más se repita la “historia de saqueo”. En el mismo sentido, la representante de las mujeres campesinas Bartolina Sisa, Juanita Ancieta, instó a la unidad para evitar el retorno de la derecha.
“No podemos olvidar la historia (…) jamás volverá la derecha, para eso tenemos que estar unidos hombres y mujeres de la ciudad y del campo”, señaló, a tiempo de solicitar a la justicia internacional interceder para “la pronta extradición de Goni”.
Opositores. El ejecutivo de la Central Obrera Boliviana (COB), Juan Carlos Trujillo, dijo que no se aceptará el retorno del modelo que hizo “gemir” al pueblo. “Esa maldita derecha jamás volverá a gobernar este país”, aseveró.
En esta perspectiva, Morales criticó la actuación en los días de la crisis de 2003 de actuales líderes de la oposición: el jefe del Movimiento Sin Miedo (MSM), Juan del Granado, “no dijo nada esos días” porque “tuvo un acuerdo con el MNR”, fustigó el Mandatario; del gobernador de Santa Cruz, Rubén Costas, entonces líder el Comité Cívico cruceño, dijo que hablaba de separatismo; y, de Samuel Doria Medina recordó que pidió al Gobierno “huevos para decirle al país que el gas será exportado por un puerto chileno”.
Del Granado, al respecto, aseveró que ese año él organizó la caída de Goni en La Paz, mientras Morales estaba “de vacaciones” fuera del país. En tanto que el diputado de Unidad Nacional (UN) Jaime Navarro, en respuesta, dijo que el de Evo fue un discurso proselitista de alguien que “sueña con quedarse en el poder”. Asimismo, aseveró que Doria Medina no estuvo ajeno a la protesta ciudadana.
Segunda declaración
Historia
En Cadena A, el expresidente Carlos Mesa dijo que la declaración de ayer, del 17 de octubre como Día de la Dignidad, es la segunda. La primera declaración fue el 17 de octubre de 1969, cuando se nacionalizó a la petrolera de EEUU Gulf Oil Company.
La reunión tuvo un costo de Bs 50.000
El ministro de Culturas, Pablo Groux, explicó que se gastaron al menos Bs 50.000 en la organización del acto en la ciudad de El Alto, cuando se promulgó la ley del Día de la Dignidad Nacional, en homenaje a los caídos en la denominada “guerra del gas”.
Hace diez años, el 17 de octubre de 2003, el entonces presidente Gonzalo Sánchez de Lozada renunció al cargo y abandonó el país tras la revuelta social y la represión militar que dejó muertos y heridos.
En virtud a esa fecha, Morales rindió homenaje a las víctimas en el acto desarrollado en la avenida 6 de Marzo de El Alto, donde se instalaron dos palcos, además de equipos de sonido de alta potencia para amplificar los discursos de los participantes.
“Se han instalado dos tarimas que están conformando el palco central y el sistema de sonido, por un costo aproximado de 50.000 bolivianos. El Gobierno Municipal de El Alto ha cooperado con la banda de música, y el ensamble de lo que es la sinfónica de El Alto ha dado una introducción al acto central”, explicó la autoridad. En ese marco, Groux afirmó que se trató de un acto sencillo y que se usaron recursos públicos, de una partida de esa cartera.
Grupos del interior llegaron a la cita
Temprano por la mañana, una veintena de buses interdepartamentales llegaron a las cercanías de la avenida 6 de Marzo, en El Alto, de donde descendieron campesinos y cocaleros para participar en el acto de homenaje a los caídos en octubre de 2003.
Según la senadora Nélida Sifuentes (MAS), para este acto llegaron sectores sociales de todo el país, sobre todo de Chuquisaca, Cochabamba y Oruro. “Por ejemplo, desde Sucre han llegado unos 10 buses con hermanos campesinos para participar de este importante homenaje al pueblo alteño y a las víctimas de la masacre de 2003”, afirmó.
En tanto, seis organizaciones de campesinos, cocaleros e interculturales de Cochabamba también arribaron a esa ciudad para sumarse a la concentración. “No sabemos cuánta gente llegó, pero llegaron con su plata para participar de este acto de reivindicación”, dijo Leonilda Zurita, dirigente de los cocaleros del trópico.
No sólo fueron organizaciones sociales que engrosaron los actos de promulgación de la ley del Día de la Dignidad Nacional, sino también funcionarios públicos de ministerios como los de Minería, Economía, Culturas, Autonomías, Desarrollo Rural, además de trabajadores de la estatal Entel.
También, unas 200 organizaciones sociales de El Alto participaron del encuentro, lo que colmó las principales rutas de esa urbe, entre el peaje de la autopista La Paz-El Alto y la calle 7 de la avenida 6 de Marzo.
Al concluir el acto central, después de las 13.00, los empleados públicos comenzaron a regalar chalinas a la multitud, algunas personas se exaltaron e incluso se agarraron a golpes para apropiarse del presente. Se instalaron puestos de venta de cerveza y comida sobre la avenida principal, que quedó atestada de basura.