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Agua embotellada del Silala; 1.300 kilómetros hasta el G77

Agua de los manantiales del Silala, en Potosí, fue transportada por 1.300 kilómetros, procesada y embasa en un hecho sin precedentes en los más de 100 años de la controversia con Chile por su desvío. Fue la bebida oficial de la cumbre del G77+China de Santa Cruz y presentada en un envase con imágenes de la riqueza turística y el sello ‘Agua del Silala’.

El proceso empezó tres meses antes de su presentación oficial, en junio. Los ejecutivos de la empresa embotelladora La Cascada propusieron al Gobierno, a través de la Cancillería, ofrecer un producto conmemorativo en el evento internacional desarrollado entre el 14 y 15 de junio, pero recibieron una contrapuesta: que sea con aguas de los manantiales de Quetena Chico.

El sistema de bofedales está ubicado en la provincia Sud Lípez, en la frontera con Chile. En 1908, la compañía inglesa Antofagasta Railway canalizó artificialmente y desvió las aguas hacia territorio chileno, lo que hasta el momento no fue resuelto y es parte de una controversia entre ambos países, junto a la demanda marítima y el desvío del río Lauca.

El gerente general de La Cascada, José Salome, informó que aceptó el desafío de las autoridades de Gobierno y reconoció que “la logística (para cumplir con el objetivo) era complicada” por la distancia y otros factores.

“El primer punto  y más importante era garantizar la calidad del agua que obtendríamos de los manantiales al no ser una reserva protegida ni aislada, temíamos encontrar focos de contaminación que compliquen el tratamiento de potabilización del agua”, explicó y añadió que un grupo de expertos fue trasladado al lugar, donde eligieron un ojo con la mayor cantidad de agua, “en un radio de 1.000 metros, aproximadamente”.

 

Al menos 31.000 litros del reservorio, que discurre hacia Chile, fueron trasladados por 1.300 kilómetros hasta Santa Cruz en un camión cisterna de la estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB). Fue controlado los detalles de inocuidad como procesos de obtención del agua, carguío, limpieza y esterilización de la cisterna. “A la par de enjuagues con agua ozonizada tuvimos que llenar de vapor el cisterna durante 90 minutos a 70 grados centígrados”, proceso realizado en la planta de La Cascada en El Alto, explicó Salome.

Una vez que el agua fue entregada a la planta de La Cascada en Santa Cruz es sometida a un tratamiento estándar de esterilización, filtración y ozonización para garantizar su inocuidad y conservar su condición física y química.  “Es inodora, Incolora e insípida, de dureza baja, PH neutro, alcalinidad total 30  PPM y los sólidos disueltos en suspensión TDS 140 PPM”, comentó

Un total de 50 mil botellas ‘Agua del Silala’ fueron distribuidas en la cumbre del G77+China, integrada por 133 países. El presidente Evo Morales presentó el 14 de junio el producto. «Es agua de la soberanía y  elaborada con aguas manantiales, aguas del pueblo boliviano”, sostuvo en ese entonces.

El envase de 600 ml tiene una etiqueta conmemorativa a la cumbre G77+China.  La palabra “Bienvenidos” está en nueve idiomas; en la parte central están las banderas de los 133 países del bloque, y en la parte inferior resaltan imágenes del Salar de Uyuni, la Puerta del Sol, Laguna Colorada y los nevados del Huaina Potosí, el Illimani y las Misiones Chiquitanas. Cada tapa rosca de ‘Agua del Silala’ consideró un color de la bandera boliviana.

“¡Está delicioso y dulce¡, ¡Es diferente al agua de grifo¡, fueron, entre otras, las expresiones de quienes bebieron el agua del Silala en el G77.

“Queríamos que fuera un Suvenir,  que quien la tengan en la mano se distraiga con toda la información que existe en ella”, señaló Salomé, quien agradeció el apoyo de su las empresas Kevlar y Sagitario por diseñar e imprimir la etiqueta del agua. Evitó hablar del presupuesto que demandó la iniciativa y de posibles nuevos procesos de esa naturaleza.

“Está difícil; pero posible. Inicialmente se necesita proteger los manantiales, segundo aislar la zona y convertirla en una reserva acuífera como corresponde y lo demás es ingeniería y Marketing”.

La Gobernación de Potosí anunció en reiteradas oportunidades aprovechar el recurso natural de Quetena Chico. Instaló piscinas para la cría de truchas y tiene pendiente la planta embotelladora.

“Está difícil; pero posible (la planta). Inicialmente se necesita proteger los manantiales, segundo aislar la zona y convertirla en una reserva acuífera como corresponde y lo demás es ingeniería y Marketing”, explicó el gerente.