FFAA niega que hubo torturas a un conscripto
El joven, acusado de robar un celular, niega haber cometido la falta
La directora de Comunicación Social del Ejército (Dicose), coronel Sarah Aramayo, negó ayer que el conscripto Álvaro Santa Cruz (19), acusado de robar un teléfono móvil, haya sido torturado por instructores en el Comando de Aviación del Ejército de El Alto.
El lunes, Santa Cruz denunció que sufrió de torturas por suboficiales y sargentos que lo sindicaban de robar el celular de uno de sus camaradas. Dijo que le habrían hecho pasar corriente de batería de auto en tres oportunidades, además de otras agresiones físicas. Según la víctima, fruto de los golpes tuvo que ser hospitalizado.
“Este soldado no ha sido víctima de ningún maltrato físico en el cuerpo, ni siquiera sicológico; al contrario, fue encontrado como culpable del robo de un celular de uno de sus camaradas, por lo que él reconoció ser el autor del robo”, aclaró Aramayo en su despacho.
Tras las declaraciones de la jefa militar, Álvaro Santa Cruz ratificó su denuncia y señaló que sufrió agresiones y torturas por sargentos y suboficiales, aunque dijo que no los puede identificar, reportó Erbol. Respecto al robo, dijo que el celular apareció, sin explicación, dentro de su bota. Él fue internado el lunes en el Hospital de Clínicas. Horas después fue transferido al nosocomio militar de Cossmil, de donde también se retiró.
Aramayo explicó que el hecho pasó el 1 de agosto y que la única sanción que se le impuso al conscripto fue un arresto de fin de semana, castigo que no cumplió porque su hermana mayor le sacó del cuartel, arguyendo que su madre estaba delicada de salud.
La jefa militar acotó que el soldado debió regresar a su unidad el domingo, a las 21.00, pero no lo hizo, por lo que se lo considera como un desertor y ya no ser miembro de las Fuerzas Armadas. Franz Ticona, soldado dueño del celular, anunció una querella penal en contra de Santa Cruz por el robo de su celular. Añadió que nadie lo agredió y menos torturó.