La gobernabilidad en dos regiones depende del balotaje
Beni y Tarija elegirán a sus gobernadores en mayo. En Chuquisaca aún no se sabe
El 3 de mayo, Tarija y Beni irán a la segunda vuelta para elegir a sus respectivos gobernadores. De ello dependerá la gobernabilidad en esas regiones, aunque sí está asegurada una amplia presencia del MAS en las asambleas. En Chuquisaca, mañana se sabrá si habrá balotaje.
Según la proyección hecha por el especialista en temáticas electorales y sociométrica Armando Ortuño, el MAS acaricia la mayoría absoluta en la Asamblea Departamental chuquisaqueña compuesta por 21 miembros; sin embargo, Esteban Urquizo, del partido de gobierno, y Damián Condori, de Chuquisaca Somos Todos (CST), pugnan ahora por el cargo.
De acuerdo con el especialista, de ganar el primero, la gobernabilidad estará garantizada en esa región luego de que en los comicios del 29 de marzo consiguió el 48,88% de la votación; de lo contrario, Condori, quien obtuvo el 42,51% de respaldo, tendrá que lidiar con una entidad legislativa opositora.
Norma. La Ley 026 de Régimen Electoral señala que si uno de los postulantes supera el 51% de los sufragios gana automáticamente la elección, además indica que si no hay una diferencia mayor al 10% entre ambas votaciones, se irá a un balotaje.
Con todo, la segunda vuelta en Chuquisaca todavía depende del Tribunal Electoral Departamental (TED), luego de que el MAS impugnó el respaldo al FRI y pidió la anulación de los votos que obtuvo, lo que incrementará el porcentaje del partido de gobierno, dejando sin efecto el balotaje. La entidad electoral aún no se pronunció.
Respecto a Beni y Tarija, la presencia del MAS en las entidades deliberantes llega “casi a la mitad”, pero no supera —por el momento— la mayoría simple de representación, sostuvo Ortuño. La asamblea beniana cuenta con 28 miembros, mientras que la tarijeña posee 30 integrantes.
“En ese escenario, la nueva autoridad departamental (en ambos casos) deberá abrir un espacio de coordinación y alianzas para generar la respectiva gobernabilidad. Incluso, el MAS podría tener una mayoría ajustada o por lo menos la mitad, pero el conjunto de los otros partidos le igualaría o lo podría superar. Además se deben esperar los datos finales del cómputo y la asignación de escaños indígenas, lo que puede ser otro factor de variación en cuanto a la correlación de fuerzas”, agregó el especialista.
En Beni, la polarización está acentuada para el balotaje, más todavía cuando Álex Ferrier (MAS) y Carlos Dellien, de la agrupación Nacionalidades Autónomas por el Cambio y el Empoderamiento Revolucionario (Nacer) lograron dividir al MNR, cuyos directivos y las bases movimientistas optaron por apoyar a ambos partidos, tanto al oficialismo como a la oposición.
En Tarija, Adrián Oliva, de Unidad Departamental Autonomista (UD-A), medirá fuerzas con Pablo Canedo (MAS) en busca de la Gobernación. Una vez en el poder, sea quien gane el 3 de mayo, también deberá buscar consensos en la entidad deliberante porque ningún partido consiguió la mayoría en el Legislativo regional.
Presencia mayoritaria
Análisis
Según Armando Ortuño, la mayor parte de normas, resoluciones y otras disposiciones como el presupuesto o la censura al Ejecutivo en las asambleas departamentales se las aprueban por mayoría simple de los presentes.
El voto urbano está devaluado
En el caso de los asambleístas, los de territorio son elegidos por voto directo y los representantes por población son designados según porcentaje de proporción. En el primer caso son representantes de las provincias y son elegidos por mayoría simple en los comicios.
Pero ahí está la desproporción, esas provincias en algunos casos pueden tener 5.000 habitantes y en otros, más de millón. Por eso ganó Félix Patzi, porque concentró el voto de la provincia Murillo, en las ciudades de La Paz y El Alto, pero el MAS logró llegar a casi todas las otras provincias. Es lo mismo que pasó en el resto de los departamentos.
Entonces, este es un sistema electoral con fuerte sesgo mayoritario y territorial en las provincias, por tanto, devalúa el voto urbano y da una sobrerrepresentación al voto rural. Como el MAS es el partido que tiene mayor presencia en las zonas rurales, obviamente se va a llevar la mayor cantidad de asambleístas.
El único lugar donde la competencia es fuerte es en Santa Cruz, donde Demócratas obtuvo la mayor parte de los asambleístas en zonas rurales. Entonces, el sistema favorece al partido que tiene más presencia territorial.
Armando Ortuño
especialista en temáticas electorales.