Carlos Mesa: Se acordó con Chile a cuatro alegatos por cada parte
‘El que tiene que demostrar que va a respetar los fallos es Chile’
— ¿Cómo responder a las paradojas que se despliegan con ese reto de voces chilenas a que Bolivia acate el fallo de la CIJ?
— Decía en un artículo que Chile está doblando su apuesta, Chile pone toda la carne al asador. Parte de su estrategia mediática es dar la impresión de que Bolivia no tiene seguridad de lo que va a pasar en La Haya y por lo tanto que se reserva decir si va o no a acatar un fallo. Primero, hay que insistir en lo que acabas de decir, una paradoja: el país demandado le pregunta al país demandante si va a acatar un fallo.
Por favor, Bolivia presenta una demanda ante la Corte Internacional de Justicia porque cree en la Corte y porque está, por supuesto, en la disposición de acatar el fallo. Pero para que no hayan dudas, la respuesta directa a los presidentes Piñera y Frei es: Sí, Bolivia va a acatar los fallos, por eso ha presentado su demanda. Me remito al presidente Morales que dijo: Espero que Chile “sea un modelo de país” en honrar los compromisos, en particular aquellos que tiene con Bolivia, y “respetar la competencia de la Corte de La Haya”, donde radica nuestro diferendo.
— No hay lugar a matices…
— Esas palabras no dan lugar a equívocos. Bolivia va a respetar los fallos, el que tiene que demostrar que va a respetar los fallos es Chile, que además no lo ha hecho en el pasado. Siete veces Chile se comprometió a hacer algo que no hizo y ¿ese país, que sistemáticamente no ha cumplido sus compromisos, pregunta a Bolivia, que ha cumplido rigurosamente el Tratado de 1904, si los vamos a cumplir? Es una paradoja.
Si bien es verdad que es posible presentar un recurso de objeción de competencia, como hizo Chile, es una ironía que el país que cuestiona la competencia de la Corte le pregunte al país demandante si va a cumplir el fallo. Si el que está cuestionando la competencia de la Corte es Chile, por lo menos podría tener la prudencia de no preguntarnos si vamos a acatar un fallo. La pregunta es: Si Bolivia va a acatar el fallo, ¿lo hará Chile? Y no me refiero al fallo siguiente, sino al de fondo, al que tendrá que enfrentarse Chile una vez que la Corte declare su competencia.
— Pasando a lo inmediato, ¿cómo se siente frente a este tramo final de una primera fase?
— Veo al equipo consolidado, me he sentido muy tranquilo con la explicación detallada del carácter jurídico. Ya estamos en los detalles finales, los alegatos están preparados, el orden de presentación de los abogados está preparado, abrirá el agente Eduardo Rodríguez Veltzé y seguirán cuatro de los seis abogados internacionales, más el equipo nacional que tiene que ver con el Procurador y Diremar. El acuerdo con Chile ha establecido que sean cuatro alegatos por parte, además de la introducción que harán el agente chileno y el boliviano.
— ¿Cuál será la delegación?
— Solo puedo hablar por mí mismo, el número de la delegación es una decisión que le corresponde a Diremar y será Emerson Calderón (director de Diremar) quien establezca oficialmente y haga conocer al país quiénes van. ¿Por qué voy yo? Voy como representante oficial de Bolivia para la causa, pero sobre todo por dos razones: primero, porque habrá muchísimos medios internacionales en La Haya y habrá que responder a muchas preguntas; y segundo, porque formo parte de un equipo en el que se hará una evaluación del trabajo a medida que vayan avanzando los días. Como sabes, Chile abre sus alegatos el 4 de mayo y terminamos el 8. En esos días habrá reuniones intensas en el equipo para establecer modificaciones parciales o importantes en función de lo que vaya desarrollándose.
— ¿Hay alguna fecha para su viaje?
— Viajaré el 1 de mayo.
— Luego viene la deliberación y el fallo. ¿El trabajo de vocería sigue?
— Sí, por una razón básica: el fallo de diciembre es un primer paso, nosotros estamos convencidos de que el fallo será favorable a Bolivia en cuanto a la competencia y, por lo tanto, hay un largo camino. En consecuencia, la tarea de explicarle al mundo las razones de fondo sigue siendo tan importante y sigue teniendo la misma vigencia que el primer día. Inmediatamente después de mayo tenemos preparados viajes, sobre todo a Europa y Asia.
— ¿Y el viaje a Chile?
— Sigue pendiente y sigue en la agenda, pues creemos hoy más que nunca que mostrarle a Chile una argumentación serena, planteada sin ninguna agresividad, y más bien en una actitud de que la opinión pública chilena tenga los elementos de juicio adecuados por parte de Bolivia, sigue estando vigente.
— ¿Qué es lo importante de este viaje en particular?
— Es importante para que la opinión pública chilena conozca las razones de Bolivia; que se sepa que Bolivia no se está moviendo únicamente por razones sentimentales y espirituales, que son fundamentales sin ninguna duda, pero que hay una argumentación que tiene una lógica, una racionalidad, que no hay una actitud agresiva hacia Chile y que sepan por qué el Tratado de 1904 no está en discusión.
— ¿Puede servir para mostrar que no hay unanimidad en Chile, ni siquiera dentro de su clase política?
— Más que una respuesta que haga un juicio de valor sobre la política exterior chilena, se trata de constatar que en Chile hay sectores importantes favorables a Bolivia, no solamente de la base de la sociedad, sino de las élites políticas y de dirección en sectores regionales de Chile; es decir que independientemente de que Chile tenga una determinada posición oficial, hay en ese país personas, grupos, movimientos sociales y autoridades que creen que la demanda boliviana es justa y que hay que dar una solución definitiva al problema, y eso me parece clave.
Perfil
Nombre: Carlos Diego Mesa Gisbert
Nació: 12-08-53
Cargo: Vocero de la demanda marítima
Carlos Mesa
Carlos Mesa estudió Literatura. Los inicios de su carrera los dio en el periodismo televisivo enfocado en la política. En 2002 fue vicepresidente del país. Tras la crisis de octubre de 2003 que se zanjó con la renuncia de Gonzalo Sánchez de Lozada, Mesa asumió la presidencia por la sucesión constitucional. Su gobierno se vio trabado por el Congreso controlado por el Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR). Renunció en 2005 en medio de una crisis social. En 2014, el presidente Evo Morales lo nombró vocero de la demanda marítima. Desde entonces a la fecha cumple la función de informar a la comunidad internacional sobre la naturaleza jurídica de la demanda marítima boliviana planteada ante la CIJ.