Zuna deja el TSE con el puño izquierdo en alto
La exautoridad asegura que los referendos están en riesgo tras la dimisión
Irineo Zuna fue el último de los siete vocales del Tribunal Supremo Electoral (TSE) en renunciar. Lo hizo, tal como cuando asumió: con el puño izquierdo en alto, aunque no puso la otra mano en el pecho, como hacen los militantes del gobiernista Movimiento Al Socialismo (MAS). Aun así, negó cualquier vinculación partidaria con el partido del presidente Evo Morales.
“Yo renuncio y voy a renunciar como he asumido con el puño en alto izquierdo y derecho. Porque el puño izquierdo representa la unidad del proletariado y el puño derecho, la unidad y resistencia de naciones indígenas originarias”, indicó en conferencia de prensa.
La oposición cuestionó a la exautoridad por su filiación a la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB), organización afín al MAS. Este vínculo no lo liberó de críticas incluso del propio presidente Evo Morales, quien lo acusó de “cuotear” cargos en el área informática del TSE que influyeron en el retraso en el cómputo de las elecciones presidenciales de 2014, aspecto que fue cuestionado por organismos internacionales.
DESCARGO. Pero antes de dejar el cargo, el exvocal dirigió su artillería al presidente del Senado, José Alberto Gonzales, y lo acusó de maltrato hacia los vocales. “Este proceso histórico para las naciones indígenas, originarias y campesinas es más de 500 años y no puede ser truncado por el Gringo del Senado”, manifestó Zuna.
Zuna cerró la semana con su renuncia y fue el último en hacerlo. Las dimisiones comenzaron el lunes con la misma presidenta del TSE, Wilma Velasco. Le siguieron Ramiro Paredes, Wilfredo Ovando, Dina Chuquimia, Fanny Rivas y Marco Ayala. Gonzales había anticipado el desenlace: “Están desgastados y desacreditados, tienen que dar un paso al costado. Las renuncias se dan a 45 días de los referendos autonómicos. Zuna cree que este proceso está en riesgo.