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El Gobierno acusa a EEUU de estar tras una estrategia de desestabilización

Estados Unidos forma parte de la “estrategia de desestabilización” contra el Gobierno y utiliza un ataque “furibundo” para “matar la credibilidad” del presidente Evo Morales y posicionar una idea de corrupción con denuncias como tráfico de influencias con la firma CAMC, afirmó el ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana. Acusó al periodista Carlos Valverde de ser agente encubierto y operador del país del norte.

“Esta operación fue montada en 2015, el propio Valverde reconoce que se reunió con tres funcionarios de la embajada de Estados Unidos, pero no se reunió para comentarles  el librito ‘Coca, territorio, poder y cocaína’”, afirmó en una conferencia de prensa en Palacio de Gobierno y en la que, apoyado en cables de la legación diplomática liberados por WikiLeaks, afirmó que el periodista es un agente encubierto del país del norte.

La denuncia surge un día después de que Morales afirmara que la legación estadounidense está tras las denuncias sobre presunto tráfico de influencias entre el Estado y la firma china CAMC, donde su expareja Gabriela Zapata es funcionaria. Anunció que se evalúa la posibilidad de expulsar al encargado de Negocios Peter Brennan, aunque no dio mayores detalles.

Quintana reiteró hoy que está en evaluación la expulsión del diplomático. “El Presidente ha sido categórico, se remite a las pruebas. Nosotros no andamos con especulaciones, evidencia de que hay injerencia norteamericana, y el señor Brennan se va”, advirtió e hizo una relación de hechos para asegurar que Valverde, quien reveló el supuesto tráfico de influencias, es un agente encubierto de Estados Unidos.

Desde 2005, fue pieza central para construir una corriente de opinión adversa al Gobierno y como parte de esa misión, aseguró, escribió libros como el referido al grupo irregular comandado por Eduardo Rozsa (2009) para vincular al Gobierno con el hecho de separatismo y “sacar las huellas” de la participación estadounidense.

El periodista reveló el 3 de febrero que Morales mantuvo una relación con Gabriela Zapata, una funcionaria de la empresa china que firmó contratos con el Estado superiores a los $us 500 millones. El presidente confirmó dos días después la relación de la que nació un hijo, que luego murió. Negó tráfico de influencias y pidió a la Contraloría y al Legislativo investigar.

“Este ataque furibundo al presidente Evo forma parte de esa estrategia de desestabilización que esta dirigida por la embajada de Estados Unidos”, denunció y afirmó que Valverde estuvo a cargo de la “operación CAMC” para “matar la credibilidad del presidente Evo y, a su vez amplificar la idea de la corrupción en el gobierno nacional” ante el fracaso de vincular al caso de corrupción en el liquidado Fondo Indígena.

“Valverde, infidente, soplón, caserito de la embajada (del país del norte)”, insistió la autoridad a partir de la lectura de cables de WikiLeaks traducidos al castellano y enviados desde la legación diplomática al Departamento de Estado, donde figura el nombre del periodista –según leyó- como “célebre comentador” y en otra nota se explica que fracasó el intento de enviarlo a Estados Unidos a entrevistar a Hugo Achá, uno de los vinculados con el grupo irregular de Rozsa, desarticulado en abril de 2009 con la muerte de tres de sus cinco miembros.

Consultado sobre las cartas reveladas ayer por Valverde en la que Zapata se identifica como representante del Gobierno, Quintana negó alguna relación con la expareja de Morales y pidió a la Fiscalía actuar de oficio porque es un delito de usurpación de funciones.

“!Qué mayor evidencia¡, si hay documentos”, afirmó.