Los conteos de Ipsos y Mori se acercaron al oficial del TSE
Los resultados no oficiales del conteo rápido de votos que entregaron las encuestadoras Ipsos y Mori la noche del 21 de febrero, la fecha en la que se celebró el referéndum constitucional, se acercaron sustancialmente al cómputo oficial del Tribunal Supremo Electoral (TSE).
Los resultados no oficiales del conteo rápido de votos que entregaron las encuestadoras Ipsos y Mori la noche del 21 de febrero, la fecha en la que se celebró el referéndum constitucional, se acercaron sustancialmente al cómputo oficial del Tribunal Supremo Electoral (TSE).
Ipsos había proyectado ese día el 52,3% de votos para el Sí y un 47,7% para el No. En tanto que Mori calculó un 51% de respaldo al No frente a un 49% para el Sí.
La cualidad de los estudios difería, pero ambos concordaron en que la población había optado por rechazar la reforma que impulsó el oficialismo para ampliar de una a dos las repostulaciones continuas de los gobernantes bolivianos. De aprobarse la enmienda, el presidente Evo Morales y el vicepresidente Álvaro García Linera estaban habilitados para buscar una nueva reelección en los comicios de 2019.
El TSE aún no cerró el escrutinio oficial de los votos puesto que está pendiente el sufragio en 24 mesas de Santa Cruz y una de La Paz, que repetirán la votación el 6 de marzo. Empero, su página web registra un avance en su cómputo del 99,82% del total de actas. Sobre ese conteo, el No obtiene el 51,29% y el Sí el 48,71%de la votación de 5.218.786 bolivianos que asistieron a las urnas en territorio nacional y las 33 naciones donde el país tiene legación diplomática.
Las variaciones de ambos estudios no superaron el margen de error. En el caso de Ipsos, su resultado preliminar registró una variación del 1,1% respecto del oficial. Mori, en cambio acortó más esa distancia con una variación del 0,29% respecto de los datos difundidos hasta ayer por el TSE.
Cómputo. No obstante, las encuestadoras no consideraron en su muestra de estudio, el voto en el exterior. Un aspecto sobre el cual se apoyó la hipótesis del oficialismo que sostuvo que la tendencia favorable al No se podía revertir con el escrutinio rural y el extranjero, principalmente el de Argentina donde sufragaron 28.828 de un total de 77.042 connacionales inscritos y habilitados. “Es altamente probable que lo que en el día salió en la tele se modifique de manera drástica”, señaló el vicepresidente del Estado.
Este criterio fue cuestionado por los promotores del No que dieron por válidas las proyecciones de las empresas privadas en las que se apoyaron reportes de los medios.
“En los hechos, un buen muestreo garantiza el resultado. Los márgenes de error estaban por debajo del 2% y ése es un nivel de precisión muy grande”, explicó un experto vinculado a este tipo de investigaciones que no quiso revelar su identidad, aunque admitió que “por más cercano que sea el resultado, como producto de una buena metodología, siempre hay un margen de error esperado”.
El presidente Morales y el oficialismo en pleno restaron credibilidad a todo tipo de encuestas a lo largo de los procesos electorales porque el escrutinio oficial siempre superaba las proyecciones de la encuestas. El más relevante se registró en el referéndum revocatorio de 2008, cuando las encuestas calcularon la ratificación del presidente Morales con el 63,1%, pero los datos oficiales ampliaron la diferencia al 67,4%. Entonces, se marcó una variación del 4,3%. “Siempre se trata de información referencial, buena o mala, cercana o lejana, pero referencial”, insistió el experto.
Este tipo de datos preliminares coadyuvan a despejar la incertidumbre del electorado. Para el referéndum constitucional instaló un inédito sistema de transmisión segura de actas que entregó resultados preliminares oficiales.
Gran trabajo, pero no hay que confiarse
Por Armando Ortuño
El balance del trabajo de las encuestadoras durante el referéndum constitucional ha sido bueno. Equipos Mori e Ipsos acertaron en sus encuestas preelectorales en las dos características clave del proceso: la alta indecisión y la cuasi-igualdad de apoyos para el Sí y el No.
En el trabajo del “conteo rápido” de una muestra de actas de votación, Equipos Mori fue la más eficaz: calculó para el No una victoria ajustada del 51% frente al recuento oficial que le da 51,3%. Variación en el margen de error de +/- 1%; gran trabajo. Ipsos acertó también en la tendencia favorable al No, pero presentó una estimación ligeramente más favorable para el No (52,3%), porcentaje, sin embargo, también comprendido en su margen de error de +/-2%.
Pese a este buen rendimiento, no está demás decir que en ningún caso estas estimaciones estadísticas pueden suplantar el viejo, apasionante y democrático rito de contar cada uno de los votos. Gracias al rápido trabajo del TSE, esta vez no se llegó a un artificial conflicto entre las percepciones “virtuales” de encuestas y el recuento oficial, pero hay que tener cuidado en el futuro, mantener la prudencia y, sobre todo, no confundir roles.
(*) Armando Ortuño es experto en temáticas electorales.