Bolivia invita a organizaciones internacionales a visitar el Silala
El Vicecanciller del Estado explicó que el Gobierno recopila datos históricos y técnicos para sustentar una demanda contra Chile por recursos hídricos que no corresponden a un río.
Bolivia ya tomó contacto y procedió a invitar a organizaciones internacionales para que acompañen al Gobierno a realizar inspecciones de las aguas del Silala. El estudio será uno de los sustentos de la demanda que se alista contra Chile por el “uso ilegal y abusivo” del recurso hídrico.
En entrevista con el programa televisivo Piedra, papel y tinta, que se transmite en alianza entre La Razón y Cadena A, el vicecanciller Juan Carlos Alurralde ayer dio detalles sobre el trabajo que realizarán los especialistas convocados y la importancia de la observación in situ de los manantiales.
“Estamos en la etapa de contactar incluso a organizaciones internacionales, el presidente Evo Morales dijo que vamos a invitar a todo el mundo para ir al Silala, pero no solo para visitas de cortesía, sino con fines técnicos, de verificación porque, en este caso, lo que se ve se anota y son importantes los informes que tiene que haber de organismos internacionales”, manifestó la autoridad.
Proceso. La Cancillería convocó a personalidades y representantes de entidades extranjeras para realizar inspecciones de campo y constatar la existencia de bofedales en el Silala y no así de un río internacional, como señala Chile. La decisión fue asumida por Morales, luego que junto a una gran delegación de autoridades y prensa boliviana visitara el sudoeste de Potosí, el 29 de marzo.
En 1997, Bolivia denunció el usufructo de las aguas del Silala que llegan a territorio chileno por canales que fueron construidos hasta la década de los 70, aunque las obras civiles datan de 1908, cuando Chile pidió permiso a la Prefectura de Potosí, a través de una concesión, para usar las aguas con el fin de alimentar las locomotoras a vapor de la ferroviaria anglochilena Antofagasta Railway Company. En los 60 se dejaron de usar esas máquinas, pero el agua siguió su curso hacia ese territorio.
De hecho, el Mandatario anunció que ese acuerdo de concesión estará entre las argumentaciones del nuevo litigio; además que con la suscripción de la agenda de los 13 puntos, vigente entre 2006 y 2010, Chile admitió que ese es un tema pendiente con Bolivia.
El 23 de marzo, Morales encargó a la Dirección Estratégica de Reivindicación Marítima (Diremar) analizar una nueva demanda a Chile, paralela a la que ya fue presentada en 2013 ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ), para negociar una salida soberana al mar.
En ese marco, el vicecanciller Alurralde informó que el equipo que impulsará la nueva demanda es del “más alto nivel”. “No solamente son juristas internacionales, que por supuesto tiene que llevar y presentar el caso ante la Corte, también (se trabajará) con instituciones técnicas de amplia solvencia que tienen que hacer los estudios hidrogeológicos necesarios en el área”, para comprobar y sustentar los argumentos ante la Corte de La Haya.
La autoridad agregó que a la fecha, Diremar, en coordinación con la Cancillería, ya inició la fase de recopilación histórica y documental. “Estamos avanzando bien, con mucha confianza (…). Son tres pilares (de la demanda): el histórico, jurídico y técnico”, aseguró.
Se prevé que la memoria del nuevo proceso esté lista en dos años, para su respectiva presentación en la CIJ.
‘Todos somos iguales’ ante la CIJ
Luis Mealla
La Corte Internacional de Justicia (CIJ) celebró, la pasada semana, 70 años de existencia y el vicecanciller Juan Carlos Alurralde destacó la importancia del máximo tribunal de la Organización de Naciones Unidas (ONU) para resolver conflictos entre los países sin hacer ningún tipo de preferencias ni diferenciaciones regionales.
Para la “CIJ no hay países de primera ni de segunda (…). Todos somos iguales, hay un plano horizontal y el mensaje es claro y lo hace la propia declaración de Manila (1982), que dice: la remisión (de casos) a la CIJ jamás debe ser considerada como un gesto inamistoso. No es una agresión ir a una Corte”, señaló Alurralde, respecto a la demanda que inició Bolivia contra Chile, en 2013, en busca de negociar una salida soberana al mar; y al nuevo litigio que presentará sobre el uso de las aguas de Silala.
En criterio de la autoridad, el hecho de recurrir a ese tribunal significa “resolver en paz y armonía, con argumentos jurídicos, técnicos e históricos los problemas” que se registran entre naciones vecinas.
La CIJ ha celebrado 70 años de vida con un llamado de Ban Ki-moon, secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), quien exhortó a
los Estados a cumplir los dictámenes de esa Corte. “Llamo a todos los Estados que no han aceptado su jurisdicción a hacerlo. También los insto a cumplir sus dictámenes”.
Luego de que Bolivia inició la demanda marítima, Chile impugnó la competencia de esa Corte, en 2014; no obstante, el año pasado, la CIJ ratificó sus jurisdicción para resolver el caso y conminó a Santiago a replicar los argumentos jurídicos bolivianos con una contramemoria, que debe ser presentada hasta el 25 de julio.
Se trata de una ‘zona de conflicto hidropolítico’
Luis Mealla
El vicecanciller Juan Carlos Alurralde informó que el caso de las aguas del Silala ya fue analizado por el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Unep, por sus siglas en inglés), que concluyó que esa región al sur de Potosí “puede constituirse en el área más crítica de conflictos por agua en todo el continente”.
“Lo ponen como una zona puntito rojo, ellos la llaman la zona de más riesgo de conflicto hidropolítico, entonces no es un tema marginal (…), tenemos que tener el control, conocer y cuantificar todos nuestros recursos hídricos subterráneos en el país”, explicó.
Tras la inspección al Silala, el presidente Evo Morales también ordenó hacer una cuantificación de todos los recursos hídricos que existen en territorio nacional, porque hay el riesgo de que sean usados por países limítrofes.
Para Alurralde, que el Silala esté cerca del desierto de Atacama (Chile), el más seco del mundo, hace que el valor del agua sea alto. Además, denunció que Chile cava pozos cerca de la frontera.