Cuatro garajes operados por bolivianos fueron cerrados en Arica; el de un chileno continúa abierto
La Razón visitó Arica y habló con los propietarios de los garajes clausurados, que desató un problema bilateral debido a los perjuicios al transporte pesado. Para ser reabiertos deben cumplir con exigencias de pavimentado, construcción de techos y muros perimetrales en áreas de hasta 4 hectáreas. El alcalde de Arica anunció flexibilizar la disposición
Cuatro garajes de al menos cuatro hectáreas operados por bolivianos fueron cerrados en Arica hasta tanto resuelvan observaciones ediles como la construcción de muros perimetrales, la pavimentación del terreno y la construcción de techos por queja de vecinos, mientras que otro de propiedad de un chileno permanece funcionando. El hecho provocó problemas al transporte de carga nacional.
Los estacionamientos Don Pato, San José, Santos y Popeye fueron clausurados ante quejas de vecinos por el polvo que generan los camiones y hechos de tránsito. La Razón visitó la zona y los bolivianos que administran los garajes expresaron malestar por la disposición edil porque, según Vania Quispe, les significaría gastos de al menos $us 600.000.
“Invertir esa cantidad de dinero es de locos, por esa razón no renovaron nuestras patentes y nos cerraron. No somos ilegales, tributamos y hasta damos boletas fiscales”, explicó Willy Rodríguez, propietario del garaje Popeye y que prestaba servicio, como los otros tres, al transporte boliviano que llega a la región para exportar e importar carga vía el puerto de Arica.
El alcalde Salvador Urrieta anunció que habrá una flexibilización en la disposición. “Sobre el pavimento (los dueños) nos pidieron flexibilizar, estamos dispuestos a hacerlo si se crean compromisos de una pavimentación paulatina o uso de otro material compacto que evite la gran queja de los vecinos, el polvo. También seremos comprensible con el muro perimetral y el techo”, afirmó.
Truck Center es el garaje de propiedad de un ciudadano chileno que no fue cerrado como el resto a pesar de atravesar similares problemas. Los entrevistados consideraron que la clausura se evitó porque el dueño, Gabriel Álamo, es un potencial candidato para las elecciones municipales previstas en octubre. “Hay persecución política contra mí. No estoy en contra de nadie y sí, soy candidato”, respondió ante los cuestionamientos.
Tras el cierre de los garajes, los choferes se vieron obligados a estacionar en calles y avenidas y eran multados con fuertes sumas de dinero. El hecho desató protestas del Gobierno y denuncias de vulneración del Tratado de 1904 que obliga a Chile a garantizar el más amplio libre tránsito a favor de Bolivia.
En respuesta, las autoridades de Arica habilitaron temporalmente dos terrenos, de los que solo uno está operando con una capacidad para 200 camiones cuando al mes hay un movimiento de 6.000 motorizados. También fueron suspendidas las sanciones por estacionamiento en calles y avenidas.
El transporte de carga activa siete rubros de la economía de Arica en servicios como garajes, restaurantes, tiendas de abarrotes y comerciales, y hospedaje. El comercio exterior que activa Bolivia en Arica genera al menos $us 30 millones, afirmó el cónsul boliviano Elmet Catarina.
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