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El ‘Terror de Yapacaní’ se escondió en la selva para planear asaltos y su huida del país

Jhonny Beltrán, conocido en el hampa como “El Jhonny” o el “Terror de Yapacaní” se escondió en medio de la selva en una carpa de camping donde planeaba asaltos para financiar su huida del país. Había fugado del penal de Palmasola tras un motín el 5 de marzo y fue capturado por la fuerzas de élite de la Policía el miércoles, después de un mes.

Yapacaní es un poblado de Santa Cruz y fue a donde retornó Beltrán para planear su nueva vida y financiarla con atracos. Uno de los primeros golpes fue el robo de una motocicleta que luego usó para contactar a su antigua pandilla con el fin de asaltar juntos una estación de servicio de carburantes.

“La FELCC y DACI conocían que ese atraco había sido promovido por este delincuente”, relató el director de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC), el coronel Gonzalo Medina en una conferencia de prensa en la que presentó junto con el ministro de Gobierno, Carlos Romero, al joven de unos 24 años.

Se había internado en el monte. Estaba a una hora de Yapacani por carretera de tierra (unos 25 kilómetros), cerca de un río en la localidad La Segunda.

“Esta captación de recursos le permitía estar mucho más cómodo y haberse comprado el camping y algunos otros insumos propios del monte mientras esperaba hacer otros delitos, crecer económica y huir del país”, añadió el jefe policial.

Medina detalló a la prensa la peligrosidad del delincuente. Con solo 19 años fue asesino confeso de un taxista, violador en serie, atracador y en la jerga del narcotráfico un “volteador” (ladrón) de droga a narcos.

Del grupo de ocho prófugos solo Gadiel Torrico Aguilera aún es buscado por la Policía. Un grupo de seis fue capturado en las inmediaciones del penal ese mismo lunes 5 de marzo, día de la trifulca en el penal cruceño.


Recluido desde 2014, Beltrán cumplía una condena de 25 años. Ahora la Justicia definirá su situación legal por los agravantes. (05/04/2018)