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Choque se declara víctima de discriminación e insiste en que cumple la ley; el oficialismo la respalda

En medio de la presión y críticas de la oposición por la decisión del Tribunal Supremo Electoral (TSE) de alejar a personal “clave” del área de base datos, su presidenta, la vocal María Eugenia Choque, se declaró víctima de discriminación y racismo y aseguró que solo cumple la ley.

“Yo creo que estoy sufriendo racismo y discriminación por mi condición de mujer aymara, y quiero ser muy clara en esto porque es un racismo simbólico, estructural que yo estoy viviendo durante estos últimos tiempos”, denunció en una entrevista con radio Éxito.

“Porque si ustedes recuerdan, cuando fui nominada presidenta salieron muchas críticas en contra mía, inclusive de incapacidad de poder manejar el Tribunal Supremo Electoral”, añadió.

De esa manera respondió a la pregunta sobre cómo recibía las críticas en torno a la reestructuración de la entidad y el despido de “personal clave” que había alertado su colega y vicepresidente del órgano, Antonio Costas.

“No es decisión de la presidenta, nosotros somos un cuerpo colegiado donde las decisiones se manejan por mayoría y es la decisión de los vocales y en el marco de mi cumplimiento debo hacer cumplir resoluciones de la Sala Plena, entonces mal hacen en atacarme, por eso digo que sufro racismo y discriminación”, insistió.

Varios legisladores y políticos opositores advirtieron que con los ajustes se estaba allanando el camino hacia un fraude electoral en las elecciones presidenciales de octubre de este año para favorecer al oficialismo, aunque no presentaron pruebas.

Choque demandó a la población interiorizarse de los procedimiento que tiene el TSE y su “cuerpo colegiado” en la toma de decisiones y su funcionamiento, por ejemplo, sobre el quórum necesario que es de cuatro vocales de los siete que da lugar a la posibilidad de disidencias.

Mientras Choque sostenía la conversación con radio Éxito, en la Asamblea Legislativa Plurinacional los presidente de las cámaras de Diputados y Senadores se referían, en la misma línea, al asunto.

La diputada Gabriela Montaño consideró que “es normal que en cualquier cambio de directiva de una institución como el órgano electoral puedan haber cambios de personal”, bajo esa premisa sospechó que la “lectura diferente” contra Choque es por su condición de “mujer e indígena”.

Sería una mirada patriarcal que no logra descolonizarse, además, y simplemente se cree que otro  tipo de personajes deberían dirigir una institución   tan importante como el órgano electoral y no debería hacerlo una mujer y una indígena y eso sería realmente deplorable”.

Asimismo, dijo que entre los despedidos se “se trata de funcionarios de segundo o tercer nivel, no son funcionarios de niveles jerárquicos, por lo tanto me parece absolutamente jalado de los pelos que se diga que no va a haber transparencia”.

Eso, aseguró, es un “intento de la oposición fallido” y defendió la transparencia de la entidad tras explicar que para las elecciones primarias se utilizará el padrón de militantes y no el electoral usado en comicios habituales.

Para el senador por la opositora Unidad Demócrata (UD) Yerko Núñez, la postura asumida por las autoridades del legislativo muestra que “queda claro la injerencia del Órgano Legislativo sobre el Órgano Electoral”.

¿Acaso la presidenta del TSE ha cuestionado cuando Gabriela Montaño ha despedido a su personal? Aquí queda claramente demostrado que hay una injerencia para montar un fraude”, insistió”.

Ese tipo de afirmaciones, señaló el presidente del Senado, Milton Barón, son «un absurdo». (10/01/2019)