Longaric deplora denuncias de Mayta y dice que tuvo una ‘cancillería de lujo’
Continúa la polémica por el nombramiento de la hermana de Arturo Murillo como cónsul de Bolivia en Miami durante la administración del gobierno transitorio.
La excanciller Karen Longaric deploró las recientes denuncias realizadas por el ministro de Relaciones Exteriores, Rogelio Mayta, sobre la hermana del exministro Arturo Murillo, que en el gobierno de transición fue designada como cónsul de Bolivia en Miami, y aseguró que en su gestión tuvo una “cancillería de lujo” a diferencia de lo que ocurría en la administración de Evo Morales y hasta en el actual Ejecutivo.
“Que deplorable y que triste es escuchar a todo un canciller de un país entrar en ese terreno y más aún cuando, por 15 años, el MAS (Movimiento Al Socialismo) ha gobernado con funcionarios en la cancillería que no tenían y que no cumplían ningún requisito ni para cargos administrativos ni para cargos diplomáticos; pero yo no voy a entrar en ese terreno, porque yo, en mi paso por la Cancillería, he trabajado en política exterior, no he trabajado con este tipo de temas o asuntos y no quiero caer en eso”, dijo en una entrevista con Cadena A.
La pasada jornada, Mayta, en una conferencia de prensa, afirmó que para realizar determinadas designaciones en la Cancillería se deben cumplir con ciertos criterios y normas, pero en el caso de la hermana de Murillo, Jacqueline Murillo, no fue así.
Pues, incluso, en su “hoja de vida, no había nada, ninguna información de calificación profesional u otra; las normas básicas nos impiden dar a conocer o proporcionar ese material, sino se los habríamos entregado a ustedes (los periodistas) para que hagan conocer a la opinión pública”, señaló.
Asimismo, denunció que esta persona aún está debiendo al Estado boliviano cinco pasaportes diplomáticos y que, cuando estuvo en funciones públicas, hasta mantuvo el consulado de Bolivia en Miami cerrado bajo candado con la excusa de la pandemia mientras supuestamente realizaba reuniones con la esposa del exministro Carlos Sánchez Berzaín y también con un funcionario del Departamento de Estado de Estados Unidos.
Del mismo modo, el Canciller recordó, mostrando reportes periodísticos, que cuando la hermana de Murillo fue designada en diciembre de 2019, la misma Longaric justificó su nombramiento asegurando “que recibieron su currículum, es una persona capacitada para ejercer al cargo y eso no es nepotismo”.
Sin embargo, Longaric indicó que de acuerdo al artículo 172 de la Constitución Política del Estado, el Presidente o Presidenta es quien elige la política exterior del país, por tanto, “es el que está facultado para nombrar al personal diplomático y consular”.
“En consecuencia, todos esos nombramientos los hace el presidente y el canciller los refrenda”, agregó la excanciller a tiempo de enfatizar que ella solo cumplió con la Constitución.
Es decir, “la señora (Jeanine) Añez me daba instrucciones y yo, en la medida de lo posible, (cuando) esos nombramientos eran verdaderamente inaceptables, (…) insistía con ella para que no se nombre y de ahí es que llegamos a profesionalizar la Cancillería y tuvimos una cancillería de lujo con encargados en todos los países con profesionales del más alto nivel y la mayoría de ellos de la carrera diplomática, cosa que no ha tenido el gobierno del señor Evo Morales y menos aún este gobierno (de Luis Arce)”, señaló.
Por otra parte, reiteró que cuando Áñez la “instruyó” nombrar a la hermana de Murillo como cónsul, le dijo que “es mejor que no” se la designe porque se trataba de la familiar de un ministro.
“Entonces, (el propio) Arturo Murillo argumentó con ella y finalmente tuve instrucciones indicándome que sí se nombre porque la designación respondía a razones humanitarias y la Constitución la respalda a la presidenta, revisen por favor, yo quisiera que el pueblo boliviano de una vez por todas se haga respetar y no acepte estas opiniones demagogas que nos hacen tanto daño y que no juzguen la paja en el ojo ajeno”, apuntó.