El expresidente Evo Morales recordó que en noviembre de 2019 los “golpistas” ofrecieron a un miembro de su seguridad $us 50.000 para ejecutar un magnicidio.
“Los autores del golpe cívico policial y militar ofrecieron $us 50 mil a un miembro de nuestra seguridad para consumar sus planes de magnicidio”, escribió este viernes en su cuenta de Twitter.
“Hasta último momento, los conspiradores trataron de atentar contra nuestra integridad”, afirmó Morales, que el 10 de noviembre de ese año renunció presionado por movilizaciones políticas y cívicas.
Un oficial “de avanzada” le había informado acerca de un preocupante hecho: un mensaje de texto que pedía “entregar” a Morales a cambio de “50 palos”, se lee en su libro Volveremos y seremos millones.
Renuncia
Entonces, luego de que la misión de la Organización de Estados Americanos (OEA) denunciara irregularidades en las elecciones del 20 de octubre, se desató una crisis nacional.
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El 11 de noviembre, Morales había buscado salir del país mientras en La Paz, en la Universidad Católica, la dimisionaria presidenta del Senado, Adriana Salvatierra, buscaba garantías por él.
Sobre esa reunión, la exlegisladora contó a La Razón que “extrañamente” Jorge Quiroga fue quien autorizó el despegue del avión mexicano ese 11 de noviembre.
Reunión
Quiroga, Carlos Mesa y Samuel Doria Medina, entre otros políticos, acordaron con embajadores y la Iglesia Católica la sucesión de Jeanine Áñez.
“No voy a negar, porque el hecho de que suba al avión mexicano y se vaya al asilo significa dejación del cargo, abandono de funciones y efectivizaba la sucesión constitucional”, develó Quiroga en un foro en México el 19 de diciembre de 2019.
“Yo hablo con la gente de la Fuerza Área (y) les digo que den el permiso para pacificar el país”, admitió.
Asilo
Morales fue acogido por el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, luego de una serie de cabildeos entre el presidente electo de Argentina, Alberto Fernández, y el presidente de Paraguay, Mario Abdó.
Un día como hoy en 2019 partimos rumbo a México “para salvar la vida y evitar derramamiento de sangre preparado por los autores del golpe de Estado”, contó Morales.
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Y especialmente agradeció a López Obrador y Fernández.
Morales llegó la madrugada del 12 de noviembre a México, horas antes de que Áñez se proclamara presidenta en sendos actos en la Asamblea Legislativa, sin quorum ni presencia de la bancada del Movimiento Al Socialismo (MAS).