En el marco de las investigaciones del caso Golpe de Estado I, referido a la crisis de 2019 que derivó en la dimisión del entonces presidente Evo Morales, el Ministerio Público citó a cuatro miembros de la Iglesia Católica.
Entre ellos están exautoridades de la Conferencia Episcopal Boliviana (CEB). Deberán comparecer en calidad de testigos, informó este lunes el procurador general del Estado, Wilfredo Chávez.
Ellos son: monseñor Ricardo Centellas Guzmán, en ese entonces vicepresidente de la CEB; Aurelio Pesoa Ribera, quien era secretario general de la CEB; monseñor Giovani Arana, entonces obispo auxiliar de El Alto, y el padre José Fuentes Cano.
Esta es la lista de los religiosos, según una publicación de El Deber.
El Procurador explicó que deberán brindar testimonio de los encuentros que los prelados sostuvieron con líderes políticos. Además de representantes de tiendas políticas o de comités cívicos, y de misiones extranjeras. En la Universidad Católica Boliviana (UCB) de La Paz, durante la crisis de 2019.
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“Hubo reuniones (en esa oportunidad) con la participación activa de miembros de la Iglesia Católica y, al haber estado allí, ellos deben brindar testimonio de lo que han dicho y han hecho”, enfatizó Chávez.
El caso Golpe de Estado I investiga a todas las personas que, de forma directa o indirecta, promovieron el derrocamiento del entonces presidente Morales, que derivó en la sucesión a la presidencia del país de la entonces senadora opositora Jeanine Áñez.
A finales enero, la Procuraduría presentó un memorial dirigido al fiscal del caso, Omar Mejillones, en el que propuso diligencias investigativas.
“Se plantea que el proceso penal en esta etapa se nutra de elementos probatorios y se logre la acusación o sobreseimiento hacia los sindicados”.
Dato
“Para ello se requiere actuaciones y declaraciones testificales de las personas que han participado directa o indirectamente del hecho delictivo investigado”, agregó Chávez.
En ese marco, el Procurador insistió en que se solicitó que declaren “miembros de la Iglesia Católica porque nadie puede negar que en las jornadas del golpe del Estado y dos días después, las reuniones se han dado en la sede de la Universidad Católica”.
De acuerdo con el exsecretario general adjunto de la Conferencia Episcopal de Bolivia (CEB) José Fuentes, quien estuvo presente en esas reuniones, en esos encuentros se mencionó el nombre de Áñez para que asuma el mando del país.
“Todos vieron en esta mesa que la solución más ajustada a la Constitución era la solución de Jeanine Áñez”, dijo Fuentes.
En ese marco, Chávez reiteró que los miembros de la Iglesia Católica tuvieron un rol de participación directa al haberse realizado reuniones en las oficinas de la UCB, por lo tanto “deben dar respuesta y no callarse”.
Reunión
Según la agencia estatal ABI, en esas reuniones también participaron los expresidentes Jorge Tuto Quiroga y Carlos Mesa; el empresario y político opositor Samuel Doria Medina y el entonces senador Óscar Ortiz.
Asimismo, estuvieron el exdefensor del Pueblo Rolando Villena (fallecido el pasado 23 de enero), y los políticos Ricardo Paz, Roberto Moscoso, Luis Vásquez Villamor, Giovanna Jordán, Juan Carlos Núñez y Jerjes Justiniano.
Recientemente, la iglesia rechazó esta convocatoria con el argumento de que en esas reuniones se dialogó sobre las mejores maneras de pacificar el país.
El arzobispo emérito de Sucre, Jesús Juárez, llamó a dejar la “cantaleta” de que en Bolivia hubo un “golpe de Estado” y aseguró que en realidad se registró un fraude electoral.
Al respecto, el Procurador afirmó que algunos religiosos hicieron una “victimización mediática” por la citación que emitió la Fiscalía. “Que su conciencia los haga culpables, es su problema”.
Afirmó que se insistirá para que declaren antes que se cierre la investigación.