La Unión Europea (UE) firmó este lunes con Bolivia un acuerdo para el apoyo económico de 31 millones de euros ($us 33,7 millones) para la adaptación al cambio climático, mediante la gestión y la gobernanza de las cuencas hidrográficas, los bosques y la gestión del riesgo de catástrofes. Un primer desembolso se realizó en diciembre con 8 millones de euros ($us 8,7 millones).
La ministra de Relaciones Exteriores, Celinda Sosa; el ministro de Medio Ambiente y Agua, Alan Lisperguer y el comisario de Medio Ambiente de la UE, Virginjus Sinkevicius, firmaron el convenio en la Cancillería.
“Este apoyo va dirigido a dos importantes objetivos. El primero que es la conservación, la restauración, la gobernanza y el uso sostenible de los recursos naturales, la biodiversidad y el ecosistema, incluido los bosques”, precisó Sosa.
También resaltó que, en el marco del apoyo, se tiene como segundo objetivo el reforzamiento de la prevención y la gestión de riesgos en catástrofes a nivel nacional, en el marco del Plan de Desarrollo Económico y Social (PDES) 2021-2025.
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El respaldo económico fue firmado como parte del cumplimiento del Acuerdo de París, que abordó la provisión de medios, la transferencia de tecnología y financiamiento de los países desarrollados a las naciones en desarrollo, en línea con el principio de equidad y responsabilidades comunes pero diferenciadas.
“Bolivia tiene compromisos internacionales que estamos encarando a partir de estas inversiones. Tenemos compromisos hasta el 2030 con los objetivos de desarrollo sostenible cuyos indicadores de acción principalmente se basan en el sector de bosques, agua, energía y agropecuaria”, resaltó el titular de Medio Ambiente.
Durante la presentación, se remarcó la importancia de adoptar medidas efectivas para enfrentar los impactos del cambio climático en las cuencas hidrográficas, los bosques y la gestión del riesgo de catástrofes, además de la necesidad de fortalecer la gobernanza y la gestión sostenible de estos recursos, promoviendo la participación activa de la sociedad civil y el sector privado.
El apoyo presupuestario incluye iniciativas estratégicas para mejorar la resiliencia de las comunidades frente a cambios climáticos, la conservación de los ecosistemas acuáticos y forestales, así como el fortalecimiento de capacidades para la gestión integral del riesgo de desastres, garantizando la seguridad hídrica, alimentaria y el equilibrio de los sistemas de vida.