Siete días después de las elecciones presidenciales en la República de Honduras su mayor ente electoral, el Tribunal Supremo Electoral (TSE), dio a conocer que el actual Presidente y quien busca la reelección con el Partido Nacional, Juan Orlando Hernández, ha obtenido la mayor cantidad de votos. Pero el proceso electoral aún no está cerca de concluir.

El domingo 26 de noviembre se realizaron las elecciones en esa nación centroamericana, al día siguiente el principal contendor Salvador Nasralla, de la Alianza de Oposición, aventajaba en un 5% en los conteos preliminares a Hernández. Pero entonces vino el caos: el sistema informático colapsó y no permitió el traslado de más votos. ¿Resultado? Cientos de personas salieron a las calles a protestar y causar desórdenes y saqueos a negocios bajo gritos de fraude.

El nivel de violencia en las protestas, tras el llamado hecho por los simpatizantes de la Alianza de Oposición, ha sido de tal magnitud que el Gobierno se vio obligado a sacar al Ejército a las calles y decretar un Estado de Excepción, con lo que se suspendieron varias garantías constitucionales ciudadanas con el objeto de terminar con los disturbios.

En medio de las protestas y la inconformidad de muchos, el lunes 4 de diciembre el magistrado presidente del TSE, David Matamoros Batson, daba a conocer el resultado final: 1.411.517 votos (42,98%) para Juan Orlando Hernández; 1.359.170 votos (41,39%) para Salvador Nasralla. Una diferencia de solo 52.333 votos (1.59%).

Aún a pesar de darse el resultado, Matamoros Batson ha sido precavido y no ha querido dejar el resultado en firme: “No puedo declarar un ganador, solo puedo dar a conocer los números que están allí”.

Sin duda, Honduras se encuentra en la peor crisis política y social desde el golpe de Estado contra su expresidente Manuel Zelaya el 28 de junio de 2009. “Mel” Zelaya, como se le conoce y quien impulsa la candidatura de Nasralla, fue destituido del cargo por menos de lo que ha hecho Juan Orlando Hernández.

Zelaya fue separado del poder —y sacado exiliado en pijamas hacia Costa Rica— luego de varios meses de tensión con el Congreso, la Corte Suprema de Justicia y el TSE por querer incluir una cuarta urna para votar un referéndum y para ver la posibilidad de cambiar la Constitución por medio de una Constituyente; la oposición afirmaba que él lo que buscaba era modificar la Constitución que le permitiera la reelección.

¿Se preguntarán cómo es que el presidente Juan Orlando Hernández está buscando la reelección?

La historia se remonta hasta diciembre de 2012 cuando el Congreso Nacional de Honduras, entonces presidido por Juan Orlando Romero, aprobó la destitución de cuatro de cinco magistrados de la Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia (CSJ). La petición de destitución había sido hecha por el entonces presidente de Honduras Porfirio Lobo, quien alegaba que las sentencias de la Sala entorpecían las decisiones del Ejecutivo. Fue Hernández quien juramentó a los nuevos magistrados constitucionalistas.

La Constitución hondureña establecía en su artículo 239 que “el ciudadano que haya desempeñado la titularidad del Poder Ejecutivo no podrá ser Presidente o Designado, y el que quebrante esta disposición o proponga su reforma, así como aquellos que lo apoyen directa o indirectamente, cesarán de inmediato en el desempeño de sus respectivos cargos, y quedarán inhabilitados por diez años para el ejercicio de toda función pública”.

Sin embargo, en 2015 un grupo de legisladores vinculados al actual Mandatario hondureño presentó dos apelaciones contra la prohibición constitucional ante la CSJ, las cuales fueron aceptadas. La sala de lo Constitucional fue la designada de resolver al respecto y fueron esos mismos magistrados electos en 2012 quienes mediante una interpretación de la Carta Magna permitieron abrir la puerta a la reelección presidencial.

Es por ello que en la actualidad se dice que Juan Orlando Hernández posee una amplia influencia política al controlar todos los poderes del Estado, el Tribunal Electoral y contar con el apoyo del ejército.

Lo más probable es que luego del recuento de votos que se haga en Honduras el TSE dará por ganador a Juan Orlando Hernández, sin embargo será de esperar para conocer si podrá gobernar en un segundo periodo consecutivo, debido a la gran cantidad de personas que están descontentas porque están convencidas de que existió un fraude y que además apoyan a Salvador Nasralla.

  • Alfredo Hernández es periodista de El Economista en El Salvador