Rémy Rioux: Queremos quedarnos aquí por mucho tiempo
El director del banco estatal de desarrollo francés, en visita a La Paz, remarca el interés de ese país en trabajar en Bolivia.
Desde 2015 está en el país la Agencia Francesa para el Desarrollo (AFD), el banco estatal francés de cooperación; una institución de financiamiento al desarrollo que pone especial énfasis en el medio ambiente. Hace unos días, estuvo en Bolivia la autoridad máxima de la AFD, su director ejecutivo Rémy Rioux. “Decirles que queremos quedarnos en Bolivia por mucho tiempo…”, resume para Animal Político el norte francés en el país.
— La AFD en realidad es su banco estatal para el desarrollo.
— Somos muy jóvenes en Bolivia (desde 2015), pero somos la institución de desarrollo más antigua del mundo; esta agencia nació en 1941 durante la Segunda Guerra Mundial, y en 77 años construimos infraestructuras, contribuimos a la educación de los niños, trabajamos en el agua y tenemos mucha experticia en técnicas; en África, Asia y Latinoamérica. Somos instrumento para el vínculo entre Francia y Bolivia.
— ¿Qué líneas o proyectos desarrolla la Agencia en Bolivia?
— Estamos muy presentes en el sector energético; financiamos la central fotovoltaica de Oruro; ya se hicieron los desembolsos para la primera etapa, y ya estamos pensando en la segunda: 50 megavatios y pronto, 100. 100 megavatios, eso por ejemplo no lo tenemos en Francia, y ustedes en Bolivia ya están creando infraestructura innovadora.
— Uno de los principios de la AFD es la cuestión climática.
— Intervenimos con un mandato muy claro: nuestra mayor prioridad es el cambio climático, todos nuestros proyectos tienen un impacto directo en el uso sostenible y la lucha contra el cambio climático, en mitigación, disminución de gases de efecto invernadero, adaptación, gestión hídrica, agricultura; por supuesto, con la implementación del Acuerdo de París, de la COP21. Yo participé de la COP21 y sé el lugar que tuvieron nuestros amigos sudamericanos, peruanos, bolivianos; y el presidente Evo Morales, que tuvo posiciones que destacaban la conciencia de la realidad del cambio climático y su impacto, y la necesidad de hacerle frente. Esta lucha contra el cambio climático se lleva a cabo en dos sectores: el de las energías renovables, la transformación de la matriz energética de Bolivia; y, (segundo) en agua y saneamiento. Para la central fotovoltaica de Oruro dimos un préstamo de 60 millones de euros, como primer financiamiento, y 10 millones y medio de donación para cooperación técnica y diálogo de política pública. Tenemos proyectos en hidroelectricidad, eólicos y en las otras energías renovables, cuyo potencial es muy alto en Bolivia. En agua, tenemos un programa de 42 millones de euros para saneamiento en Cochabamba.
— También prestan a privados…
— Tenemos una filial, que se llama Proparco, que financia al sector privado, a empresas bolivianas, y ya hemos hecho dos operaciones en el sector agrícola: Banco Ganadero y Unagro. Queremos hacer más, pero por ahora éstos son los resultados.
— ¿Cómo trabaja la Agencia? ¿Solo de Estado a Estado, con gobiernos locales, ONG, privados?
— Nosotros trabajamos con todos los que quieren nuestro apoyo, que quieren crear un vínculo con Francia; todo en el marco de nuestra relación diplomática, con el acuerdo del Gobierno. Ciertos programas nuestros pasan por los ministerios, pero también tenemos la capacidad y ambición de trabajar directamente con otros actores de la economía y de la sociedad civil. Distinguimos entre el financiamiento soberano, a los gobiernos, y los préstamos no soberanos, a entidades territoriales, ONG, sociedad civil y sector privado. A nivel mundial, la actividad de la Agencia es mita-mita: mitad préstamo soberano, mitad no soberano.
— ¿Qué ventajas tiene este banco de desarrollo, que lo diferencie de los que tienen otros países?
— Está la dimensión financiera y la no financiera; por esto la AFD es más que un banco, tenemos la ambición de ser más que un banco comercial. Ofrecemos préstamos de largo plazo, más allá de lo que prestan bancos locales, 8, 12, 20 años; y tenemos tasas muy bajas. Damos recursos más baratos y de mayor tiempo. Y los préstamos vienen acompañados de un vínculo, de experiencia acumulada en proyectos de agua, energía; somos capaces de asesorar en tecnología específica para el país. También tenemos subsidios para cooperación técnica, para preparar estudios, investigar, estimular el diálogo de política pública con el Gobierno. Todo eso es el plus del producto financiero.
— ¿El sector privado, las empresas? Parece que las ven clave en la lucha por el clima. Eso está en uno de los tuits de la Agencia.
— En las negociaciones climáticas tenemos un tema desde hace años: el compromiso con Copenhague, que los países del norte aporten 100.000 millones de dólares cada año para los países del sur, para financiar la lucha contra el cambio climático; es un compromiso muy importante, compromiso político y de justicia climática. Y sé hasta qué punto Bolivia insiste, y con toda la razón, al respecto. En la AFD hemos aumentado mucho nuestras financiaciones por el clima, que ya superan los 4.000 millones de euros; en 2020 estaremos con más de 5.000 millones. Pero esos 100.000 millones de dólares son muy poco realmente cuando consideramos las necesidades de la transición ecológica y energética. El asunto es cómo esos recursos públicos van a crear un marco y unos incentivos para permitirle al sector privado ocuparse de los bienes y servicios y el cambio de tecnología indispensable para la lucha contra el cambio climático. Pero esto ya empezó: la central [fotovoltaica] de Oruro lo va a demostrar; hace unos años la gente decía que la energía solar iba a ser muy cara, pero hoy es más barata; los inversionistas privados calculan y ven que eso es racional, entonces comienzan a invertir en el sector; y seguramente en Bolivia después de lo de Oruro, habrá ofertas privadas de (esta) energía.
— ¿Conoció al presidente Morales?
— Estuve impedido, pero volveré, seguramente lo veré en París en el marco de algún desplazamiento, y sería un gran honor.
— Le preguntaba esto porque Evo Morales insiste mucho en la deuda climática que tendrían los ricos con los países pobres. Parece que esto de algún modo se encuentra con lo que sostiene la AFD.
— Es un discurso que escuchamos y que entendemos; ahora, la verdad es que la lucha contra el cambio climático va a ser una lucha colectiva; nuestro lema en la Agencia es ‘Un mundo en común’. Eso significa que hay retos que afectan a todo el mundo y que requieren una respuesta mundial de todos los países, como en la COP21, el Acuerdo de París.
— ¿El boliviano es buen pagador? ¿Cómo somos como mercado para los bancos de desarrollo?
— No tenemos ninguna dificultad con Bolivia; la situación de las finanzas públicas del país y el nivel de la deuda pública están controlados; le da al país la capacidad de financiar sus inversiones; de manera que no tenemos ninguna inquietud. Incluso podemos ir más allá; y fue lo que le dije esta mañana al Gobierno: que si bien estamos empezando en energía y en agua, estamos listos para estudiar otros temas que interesarían al Gobierno; temas en que tenemos experticia, como son Desarrollo urbano, Ciudades inteligentes, podemos crear vínculos con ciudades francesas; también hay temas de reforestación, por ejemplo; este es un tema en que Francia tiene una gran experticia. Todo esto es una forma de decirles a las autoridades bolivianas que queremos quedarnos aquí por mucho tiempo, queremos desarrollarnos y ampliar nuestras intervenciones donde el Gobierno lo considere pertinente.
— Visitará nuestro Lago Sagrado.
— Tenemos una visita, con el ministro de Medio Ambiente, al lago Titicaca. Estamos preparando un programa para el año próximo, uno de descontaminación del lago Titicaca; es la segunda etapa, pues ya hubo una primera con el Banco Interamericano y la Unión Europea. Hay una segunda etapa para la cual pondríamos más de 100 millones de dólares, un programa grande, con infraestructura para el saneamiento y para el tratamiento de los residuos sólidos que están en el lago; y, por supuesto, (para conservar) la trucha y otras especies, preservar la biodiversidad excepcional del lago que hoy está amenazada.
Pérfil:
Rémy Rioux. Vino a Bolivia para evaluar el trabajo de la Agencia Francesa para el Desarrollo (AFD), presente en el país desde 2015. Una de las grandes líneas de trabajo de la AFD, dice, son los Acuerdos de París, COP21, en el marco de su Objetivo 2: la mitigación, la adaptación y la reorientación de los flujos financieros.
Nombre: Rémy Rioux Nació: 26 de junio de 1969, en Neuilly-sur-Seine, Francia.
Estudios: Administración Cargo: Director Ejecutivo de la Agencia Francesa para el Desarrollo
Dedicó gran parte de su carrera a programas y proyectos de desarrollo en África; es experto en bancos de desarrollo; tuvo activa participación en la COP21 de París.