En Cochabamba se recordó a víctimas de enero del 2007
El 11 de ese mes, la población se enfrentó con los campesinos
Con ofrendas florales y misas, Cochabamba recordó los luctuosos hechos del 11 de enero del 2007, día de enfrentamiento entre pobladores de la ciudad y el campo que dejó como saldo tres muertos y más de 200 heridos. Las familias de los fallecidos pidieron justicia porque los agresores siguen libres. En el caso de Cristhian Urresti y Luciano Colque, los responsables de su muerte ni siquiera fueron identificados.
La familia y amigos de Urresti recordaron al joven con una misa, en la Iglesia de la Recoleta, y por la noche se realizó una vigilia en la capilla que erigieron en el lugar donde lo encontraron muerto a manos de una turba de campesinos cuando intentaba ayudar a su padre.
Su madre, Blanca de Urresti, contó que su hijo iba a cumplir ayer 22 años. «Cómo podíamos imaginar estar enfrentados unos con otros», dijo la señora que esa jornada salió a las calles junto a su familia para echar de la ciudad a los comunarios. La denuncia contra los autores de su muerte no prosperó.
Daniel Humérez, abogado defensor, explicó que desde ese nefasto día la familia vive implorando a los organismos judiciales justicia. «Se ha hecho todo lo posible para coadyuvar con la Policía y la Fiscalía a efecto de que se pueda dar con los autores, infelizmente se ha rechazado la denuncia porque supuestamente no podían dar con los autores», manifestó.
La muerte de Luciano Colque junto con otras siete denuncias por lesiones tampoco tuvieron respuesta y los casos fueron archivados en los juzgados. El único proceso que prosperó fue el de Juan Ticacolque, a quien recordaron con ofrendas florales en el lugar donde murió. Los activistas piden que nunca se repitan los hechos del 2007.
De la plaza 14 de Septiembre junto a miembros de organizaciones sociales y familiares llegaron hasta la Chacana erigida hace cuatro años atrás a lado de la plaza de las Banderas, lugar donde se inició la pelea. La quema de la ex prefectura y la muerte de personas que participaron de las movilizaciones de enero del 2007 se recordaron bajo la consigna de «nunca más un 11 de enero», las pugnas políticas que precedieron el desencuentro de ciudadanos aún no fueron resueltas según autoridades.
El representante del Defensor del Pueblo en el Valle, Edwin Claros, aseveró que «lo lamentable es que se ha provocado una fisura entre los cochabambinos, más allá del tema jurídico es algo que debemos ir trabajando de a poco, la intolerancia, el racismo que se generó en ese momento, además de la incapacidad de las autoridades de ese entonces para resolver el conflicto».