Sociedad

Monday 17 Jun 2024 | Actualizado a 14:35 PM

Bolivia consolida red para proveer sangre libre de enfermedades

Celebración. El 14 de junio se recuerda el Día Mundial del Donante de Sangre

Por La Razón

/ 12 de junio de 2011 / 05:00

«Con la puesta en marcha de este hemocentro se consolida la imagen del país, ante el mundo, por haber centralizado la producción de hemocomponentes (componentes de la sangre) seguros», explica María del Carmen García, directora del Banco de Sangre de La Paz, ella destaca que el acto a desarrollarse en Pando cerrará las actividades programadas para el mes de junio con miras a promover la donación de sangre.

El 14 de junio se celebra, a nivel nacional y mundial, el Día del Donante de Sangre. Con ese motivo, hoy, en La Paz y el resto del país, se desarrollarán diversos eventos en agradecimiento a quienes le «extienden el brazo a la vida» para donar el líquido rojo.

Los bancos de sangre que en la actualidad están en funcionamiento y donde la población puede acudir para realizar una donación están en las capitales de los ocho departamentos y en la ciudad de El Alto.

«La red está funcionando de forma efectiva. Un ejemplo es que si en La Paz tenemos un paciente que requiere sangre y sus parientes viven en Santa Cruz, ellos pueden hacer la donación en el banco de sangre de esa capital y así reponer las bolsas que se están usando acá», explica.

Los bancos de sangre que se han construido desde el año 2006, según García, demandaron inversión en infraestructura nueva, equipamiento y mobiliario, a fin de que cada uno funcione como una entidad de salud de alta especialización.

«Haber logrado la centralización de las donaciones en una red pública, significa que se está garantizando la calidad en todas las etapas del proceso dedicado a la transformación del líquido que dona un ciudadano, pero que antes de ser transferido a un enfermo es transformado en sangre segura. Es decir, se la convierte en una sangre libre de las enfermedades que se podrían transmitir por sangre», precisa la especialista.

El proceso de purificación implica liberarla de virus y bacterias que provocan males como el VHI/Sida, hepatitis B, hepatitis C, sífilis, malaria y chagas.

Según García, con la consolidación de la red pública, se espera que en poco tiempo desaparezcan los bancos de sangre que quedan en dependencias de dos cajas de salud, y otros dos privados (en Santa Cruz y La Paz).

Lo ideal, dice García, es que todo el sistema de bancos de sangre sea público y que sean los centros de referencia de cada departamento los que provean sangre segura y tratada a los hospitales públicos, de la seguridad social y las entidades privadas.

Norma que regula las donaciones

Ley 1687

Aprobada en marzo de 1996 para regular transfusiones y bancos de sangre en el país.

Artículo 5

Cada departamento del país, contará con los bancos de sangre y servicios de transfusión.

Artículo 14

Los bancos de sangre tienen la obligación de realizar pruebas serológicas a toda sangre extraída a ser transfundida. 

Artículo 18

Queda terminantemente prohibida la remuneración o comercialización de sangre.

La unidad de plasma se obtiene por Bs 300

Si bien la donación es gratuita, el procesamiento hace que tenga un costo

«La sangre no se compra, ni se vende, ni comercializa como materia prima. Lo que se paga es por el proceso de transformación que se realiza a fin de que se convierta en sangre segura», afirma la directora del Banco de Sangre de La Paz, María del Carmen García.

«La persona dona sangre de manera voluntaria, pero la transformación tiene un costo muy elevado por el uso de reactivos, insumos e incluso la bolsa donde se almacena el producto antes de que llegue al paciente que lo requiere», argumenta.

De acuerdo con los aranceles del Banco de Sangre de La Paz, cada unidad de sangre total se obtiene por Bs 300 para los pacientes particulares, afiliados a la seguridad social, hospitales privados y clínicas privadas sin convenio. Para pacientes de los hospitales públicos que están en el Complejo de Miraflores, incluido el hospital Arco Iris, la Caja de Caminos, CORDES, clínica Modelo, Clínica del Sur, Juan XXIII y Los Pinos, el valor es de Bs 200, porque éstos poseen convenios con la entidad de referencia.

«La diferencia es para mantener un equilibrio económico», sostiene García y aclara que el Banco de Sangre se ve en la obligación de cobrar «porque desgraciadamente no existe ninguna subvención de parte del Estado para que el proceso no tenga costo o el monto sea menor».

No obstante, señala que si el sistema público se consolida como único proveedor de sangre segura, en el futuro podrían disminuir los costos «que hoy nos vemos obligados a cobrar».

‘Extiende el brazo a la vida’ hoy se puede donar sangre

Los bancos de sangre de todo el país han previsto actos para recolectar plasma

El 14 de junio se celebra el Día Mundial del Donante Voluntario Altruista de Sangre. En Bolivia el acto para ceblebrar y reconocer a los que le «extienden el brazo a la vida» será hoy, y la oportunidad servirá también para que otras personas se sumen y sean parte de la comunidad de héroes anónimos que dan un poco de sí para salvar muchas vidas.

Datos del programa de Banco de Sangre señalan que una sola donación puede salvar, al menos, cuatro vidas y se estima que ocho de cada 10 personas necesitará algún tipo de transfusión sanguínea en su vida.

Por la importancia que tienen para los seres humanos, los datos arriba proporcionados, la directora del Banco de Sangre de La Paz, María del Carmen García, dice que esta fecha se constituye en «el día de fiesta para reconocer a los miles de bolivianos anónimos que con un poco de su sangre ayudan a salvar vidas de personas que por distintas situaciones, enfermedades, accidentes o tragedias, la necesitan».

García explica que para hoy se ha preparado un acto especial que se desarrollará en la Plaza del Bicentenario con la participación de autoridades nacionales, departamentales y municipales, y que para colectar sangre se instalarán vehículos especiales en distintos puntos de la ciudad.

Según la responsable de la Unidad de Promoción del Banco de Sangre, Carla Román, cada semana, un promedio, de 90 personas dona sangre, lo que permite reunir entre 200 y 300 unidades del líquido. Lo hacen en el marco de colectas externas que realiza la entidad, saliendo a las calles a pedir a la gente le «extienda el brazo a la vida», que es el nombre de la campaña que se puede observar en los vehículos que se estacionan en lugares donde, por lo general, existe mucho movimiento de gente.

Cada vez, agrega, hay un mayor compromiso de solidaridad con la población, especialmente de la gente joven que con su donación contribuye a que el Banco de Sangre cuente con la suficiente sangre para que no falte cuando un enfermo lo demande.

«Entre lo que colectamos externamente y la gente que viene al Banco a donar y a reponer la que usan sus familiares y amigos, recolectamos como mínimo unas 500 unidades», señala. 

Reconocimiento. En el acto previsto para hoy también se hará un reconocimiento público a la tres personas que a lo largo del año han donado en varias oportunidades.

Según el Banco de Sangre una persona puede donar sangre hasta tres veces en un año y al momento de hacerlo tiene que cumplir con ciertos requisitos, como por ejemplo, no estar resfriado.

Señala que el tipo de sangre que es más difícil de conseguir es la del factor AB Negativo (AB-) y que por ello, la entidad lleva un registro con datos de las personas que la poseen, para que en una situación de emergencia puedan ser localizadas.

PROCESO DE RECOLECCIÓN DE SANGRE

En el proceso, la sangre del donante se recoge en una bolsa de 450 cc, cerca de medio litro. Además se le extrae una cantidad adicional para un nuevo examen.

El proceso dura unos 8 minutos, una vez finalizado, el donante debe descansar un momento para luego retomar su actividad.

Los análisis incluirán la prueba del dengue 

Datos recientes revelan que el dengue también se transmite por la sangre

«Hoy se sabe que el dengue es una enfermedad que es transmitida por la sangre, por lo tanto vamos a tener que comenzar a hacer la detección en los donantes», anunció a este medio la directora del Banco de Sangre, María del Carmen García.

Según explicó la profesional éste es un dato nuevo que ya fue transmitido hace un par de semanas, en el marco de un seminario internacional, a quienes trabajan en el combate de esa enfermedad.

«Somos un país en el que tenemos situaciones epidemiológicas de dengue en la temporada de primavera y verano y que afecta a personas que viven en distintas regiones del país; por ello vamos tener que incluir esta prueba en los análisis», anunció.

Recordó que en la actualidad, para convertir una sangre donada en sangre libre de enfermedades, se realizan pruebas para detectar VIH sida, chagas, hepatitis B y C, sífilis y malaria.

La información que se conoció en el seminario internacional, según García, «es muy delicada y por ello en adelante se tendrá que detectar el dengue en la sangre y de esta  forma no dañar a las personas que se benefician con el plasma que el Banco entrega». 

Enfermedad. Según datos del Ministerio de Salud, el dengue es una enfermedad infecciosa transmitida por el mosquito llamado aedes aegypti. Éste pica a una persona que está enferma, toma el virus y después de un período de incubación, pica e infecta a otra persona.

Hasta antes de la información proporcionada por García, se conocía que la enfermedad no se transmitía de persona a persona.
Existen tres tipos de dengue: el dengue clásico, el dengue con manifestaciones hemorrágicas y el dengue hemorrágico. Hasta mayo la región más afectada por esta enfermedad fue  Santa Cruz.

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Las dos ‘troikas’

Por La Razón

/ 16 de junio de 2024 / 00:03

Lejos de alentar acuerdos mínimos y soluciones de compromiso, la polémica sesión del pleno de la Asamblea Legislativa Plurinacional, que sancionó normas clave para el país, derivó en mayor distancia entre el gobierno de Arce y las tres bancadas de oposición. Ello traba el debate político plural y genera mayor incertidumbre. En lugar de diálogo, hay descalificaciones.

Sin asumir una pizca de su responsabilidad en la crisis institucional que afronta la ALP, casi paralizada y con escasa capacidad decisoria, el vicepresidente David Choquehuanca salió al ataque. Acusó a Camacho, Mesa y Morales de “capos de la troika extremista”, que se habrían aliado para un “intento de golpe”. Nada menos. “Atacan, amenazan, asaltan”, les dijo. Y atribuyó al presidente del Senado, Andrónico Rodríguez, la capitanía del operativo, al haber convocado a la sesión de la Asamblea.

Previamente, Choquehuanca derivó al Tribunal Constitucional Plurinacional la decisión sobre la validez de las normas aprobadas por el pleno, entre ellas la ley que dispone la cesación de los magistrados autoprorrogados. Consulta también sobre la competencia de Rodríguez. Era previsible. En lugar de enviar las leyes al Ejecutivo para su promulgación, el Vicepresidente las manda al TCP para su bloqueo. Es la forma del arcismo para evitar cualquier decisión de la Asamblea que no convenga a sus intereses.

Las respuestas a Choquehuanca fueron inmediatas. Lo acusaron de una “inédita e indignante sumisión política”, refiriéndose a su consulta al TCP. “Es como preguntarle al ladrón si se reconoce como ladrón”, dijo una senadora calificando de vergonzante la carta del Vicepresidente. Y se retrucó la idea de troika: “La única alianza existente en el tema judicial es la que se ha evidenciado entre Arce, Choquehuanca y los autoprorrogados”, señaló el opositor Carlos Mesa, de CC. “Un acuerdo espurio”, precisó.

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En medio de tales acusaciones de ida y vuelta, estamos nuevamente en fojas cero. La ley para cesar a los autoprorrogados será rechazada por los propios autoprorrogados, diciendo que ya la declararon inconstitucional; las elecciones continúan paralizadas y sin horizonte cierto, con operadores políticos que apuestan por su fracaso; y el Órgano Legislativo sigue en situación de atrofia decisoria y fiscalizadora, aunque se logran aprobar algunas normas, bajo presión, como ocurrió recién en Diputados.

Más allá de cómo se resuelva (o se entrampe) la cuestión judicial, estamos en un preocupante escenario de crisis político-institucional, a lo que se añade una situación de conflicto de poderes. Eso es crítico no solo para el Estado de derecho y la convivencia en democracia, sino también para afrontar la delicada situación económica y el riesgo de conflictividad social. Ojalá todos los actores relevantes logren acuerdos mínimos para transitar la crisis en vez de agitar bloqueos de todo tipo para atizarla.

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Educación

No es una tarea fácil y cabe preguntarse si autoridades, así como trabajadores del magisterio, están en condiciones de afrontarla con éxito

Por La Razón

/ 13 de junio de 2024 / 06:40

Días antes de que la tensión política volviese a escalar con la inédita sesión del pleno de la Asamblea Legislativa Plurinacional, en la que se aprobaron leyes que probablemente no serán promulgadas, el Presidente del Estado anunció la convocatoria al Congreso Plurinacional de Educación. Se trata de un mandato del cabildo de meses atrás en El Alto, pero también de una urgencia nacional.

A primera vista, la idea es excelente. A más de 13 años de promulgada la Ley 70, de Educación Avelino Siñani-Elizardo Pérez, es evidente que, con todo y los avances que especialistas le reconocen a la norma, la educación pública en Bolivia no parece haber mejorado mucho, aunque sí hay evidencia de mucha ideologización de los contenidos (y es bien sabido que ideología está en las antípodas de sabiduría).

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Las y los maestros de secundaria se horrorizan ante la falta de competencias básicas de niñas y niños que han cursado los seis años de primaria; y las y los docentes universitarios descubren que las y los flamantes bachilleres, en una proporción alarmantemente alta, son incapaces de comprender textos básicos, y ni hablar de escribir textos completos, coherentes y libres de errores ortográficos y gramaticales.

Ése es el contexto en el que el primer mandatario pretende realizar el Congreso Educativo con el objetivo de combatir los problemas a los que se enfrentan los educadores al momento de enseñar; al igual que los principales desafíos de los alumnos al momento de aprender. Sin embargo, todavía no se conoce de una convocatoria oficial y menos de la agenda a tratar.

En su anuncio, el Presidente habló de reajustar la Ley Educativa y la malla curricular del subsistema educativo, diseñar el perfil de bachiller que necesita el país y abordar los peligros y amenazas en materia educativa que representan las redes sociales, entre otros propósitos para el encuentro nacional. El mandatario cree que será posible diseñar una “política educativa” para profundizar “la educación inclusiva, científica, técnica, tecnológica; también la productiva, revolucionaria, liberadora, progresista, intracultural, intercultural, plurilingüe, descolonizadora, despatriarcalizadora en todo nuestro sistema educativo”.

Urge hacerlo, sobre todo considerando que la muy extensa lista de adjetivos empleados por el presidente Arce está lejos de materializarse en los contenidos, en las actitudes y comportamientos de la mayor parte de las y los educadores y, por supuesto, en los resultados que demuestran las y los educandos en el aula y fuera de ella.

Es bien sabido que la educación es la primera y más importante tarea del Estado, y que cualquier política pública al respecto debe pensarse y ejecutarse mirando el mediano y el largo plazos, al margen de los apetitos políticos del momento. No es una tarea fácil y cabe preguntarse si autoridades, así como trabajadores del magisterio, están en condiciones de afrontarla con éxito. Sin embargo, seguir postergándola solo abonará al rezago que muestra la sociedad boliviana en estos ámbitos.

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Sensación de crisis

La sensación de crisis, en este caso de naturaleza múltiple, no necesariamente equivale a la situación de crisis.

Por La Razón

/ 9 de junio de 2024 / 00:02

Desde principios del año pasado, afrontamos en el país un escenario de crisis políticoinstitucional, agitado en especial por la disputa interna en el MAS-IPSP. A ello se añade la percepción creciente de que se aproxima una crisis económica. Y una reciente encuesta nacional muestra la opinión mayoritaria de riesgo de crisis social. Hay, pues, sensación de crisis.

La crisis en el campo político y en las instituciones es innegable. La ruidosa división de la fuerza política que gobernó Bolivia durante las últimas dos décadas, la persistente polarización y la debilidad con fragmentación del bloque opositor configuran un escenario de bloqueo institucional y de alta desconfianza. Ello se expresa en la clausura de espacios de diálogo plural y, peor aún, de construcción de acuerdos. Por si fuera poco, ahora estamos en las puertas de un conflicto de poderes.

En cuanto a la economía, a reserva del debate sobre las causas, las condiciones y la profundidad de los evidentes desequilibrios, se va instalando en la ciudadanía la percepción de que estamos avanzando hacia una crisis económica o ya estamos en ella. La escasez de dólares, las dificultades para la subvención de combustibles y el alza de precios, entre otros factores, impactan en la economía de las familias. Y ello se manifiesta en sus expectativas. No son buenos tiempos para el modelo económico.

Si bien, desde el fallido paro de 36 días en Santa Cruz por la fecha del Censo, no existe gran conflictividad social en el país, hay quienes temen que la incertidumbre y el creciente fastidio ciudadano, atizados por la política y, en especial, por el día a día de la economía, pueden conducir a situaciones de crisis social. Un reciente estudio de opinión pública muestra que el 55% de las personas consultadas cree que “estamos ingresando a una grave crisis social”. Es una alerta delicada.

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La sensación de crisis, en este caso de naturaleza múltiple, no necesariamente equivale a la situación de crisis. Pero no es menor el hecho de que una parte significativa de la población perciba un presente crítico con futuro incierto, asentado en la confluencia de variables político-institucionales, económicas y sociales. Por ello, el buen gobierno y la eficaz acción política deben asumir como necesidad la gestión oportuna y cierta de los sentires ciudadanos. Las percepciones y las expectativas cuentan.

Ahora bien, ¿qué hacer para que la creciente sensación de crisis no derive en una coyuntura crítica, dadas no solo las percepciones, sino innegables señales de realidad, en especial en la economía? ¿Es posible, todavía, evitar un escenario de crisis de gobernabilidad, con resultado también incierto considerando la fragilidad del sistema político y de las instituciones? Siempre cabe la posibilidad, y la esperanza, de que las cosas mejoren y se reencaminen como país. El gobierno de Luis Arce tiene la palabra.  

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La Paz a la deriva

Hoy, la ciudad sede de gobierno está en manos de autoridades demasiado ocupadas en cubrir los rastros de sus malos manejos

Por La Razón

/ 6 de junio de 2024 / 06:42

Mientras los medios de comunicación se llenan de noticias que agravan la incertidumbre respecto de la estabilidad económica y política, en La Paz son otras las fuentes de incertidumbre y surgen del gobierno local; el desorden en el gobierno municipal paceño tiene que ver con la incapacidad de gestionar adecuadamente el desarrollo urbano y el efecto político que esto causa.

Días atrás se supo que las y los concejales del Movimiento Al Socialismo (MAS) habían decidido retirar su apoyo a su colega Roxana Pérez del Castillo, que de todas maneras fue electa como vicepresidenta del Concejo, esgrimiendo acusaciones de irregularidades y violaciones normativas. La profunda división en el partido a cargo del Gobierno nacional repercute en todas las instancias en las que participa.

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Pero el conflicto masista es apenas uno de los elementos en este preocupante estado de cosas. Días antes del desaguisado en el Concejo, la Justicia ordenó la detención preventiva del empresario de bienes raíces Harold Lora, acusado estafar a cientos de personas con la venta de departamentos en edificios que no se han terminado de construir y probablemente, si se cumple la ley, queden inconclusos.

En este caso, que es, seguramente, solo el más visible por el número y volumen de las construcciones, así como por la cantidad de personas afectadas, el problema tiene que ver no solo con la ineficaz tarea de fiscalización, que las leyes le atribuyen al Ejecutivo municipal, sino con una probable lenidad de muchas instancias de fiscalización y control, que ha permitido que se levanten miles de construcciones fuera de norma. Según la concejala Pérez del Castillo, son más de 30.000 edificaciones irregulares solo en la gestión del actual alcalde.

Los numerosos intentos de aprobar y promulgar normativa que “regularice” las construcciones fuera de norma y permita nuevos proyectos arquitectónicos ha terminado por revelar un descuido tal en la gestión urbanística de la ciudad que incluso se le ha acusado de violar derechos humanos, comenzando por el derecho a una vida digna, no solo de quienes adquieren un inmueble mal construido, sino también de las y los vecinos de esas edificaciones levantadas con el único afán de recaudar mucho dinero a cualquier costo.

Ese contexto explica la virtual parálisis del Concejo Municipal, afectado por las disputas del MAS, que son hábilmente aprovechadas por concejales inescrupulosos, unidos no por su ideología o su partido (que no los tienen), sino por su interés de medrar de la necesidad de vivienda que hay en la sociedad paceña. Desde el inicio de la gestión fue muy evidente su mala intención gracias a inverosímiles apelaciones al derecho de las personas a tener un techo propio.

Hoy, la ciudad sede de gobierno está en manos de autoridades demasiado ocupadas en cubrir los rastros de sus malos manejos y despreocupadas de la mayor parte de los problemas que aquejan a la población; y el pronóstico no permite albergar muchas esperanzas en el corto plazo.

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El factor Choquehuanca

Ojalá contribuya a encontrar el equilibrio de las alas del cóndor en lugar de su mutilación. Estamos a tiempo.

Por La Razón

/ 2 de junio de 2024 / 00:02

Hemos señalado en este espacio que la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP) afronta una penosa situación de bloqueo y parálisis decisoria. La fractura interna en el MAS-IPSP, la división en las fuerzas opositoras y la persistente polarización impiden la sola posibilidad de diálogo. Ni hablemos de acuerdos. En tal escenario, el presidente de la Asamblea es fundamental.

Más allá del debate político y sus expresiones mediáticas y en redes sociales, estamos en un contexto de crisis institucional con elevada desconfianza ciudadana en todas las instituciones. A ello se añade un campo político malogrado por el enfrentamiento, la descalificación fácil, acusaciones sin evidencia y primacía del interés particular por encima del bien común. Así, la conversación pública se degrada hasta el límite de su imposibilidad. La peor muestra de ello, desde fines del año pasado, es la ALP.

El Órgano Legislativo es el espacio deliberativo por excelencia entre los órganos del poder público. A partir de la deliberación, se espera que la Asamblea cumpla el conjunto de importantes atribuciones establecidas en la Constitución, que de lejos superan la sola legislación. Por su naturaleza, el pleno de la ALP, el Senado y la Cámara de Diputados deberían ser lugares de ejercicio de la política, lo que implica realizar propuestas, debatirlas y construir acuerdos. Nada de eso ocurre en el presente.

Para el normal y eficiente funcionamiento de la Asamblea, hoy en situación de atrofia, es relevante el desempeño coordinado y complementario del presidente de la ALP y de las directivas camarales, además del trabajo de las comisiones y los comités. El problema es cuando la cabeza, en este caso el señor David Choquehuanca, es parte del problema. ¿Qué hacer cuando la necesaria y activa presencia de la principal autoridad del Órgano Legislativo se convierte en ausencia o, peor, en traba? Es muy crítico.

En momentos en que se requiere liderazgo en la ALP y voluntad de concertación, el Vicepresidente está desaparecido. En situaciones en las que ayudaría mucho la palabra serena que invoque el diálogo, el “Jilata David” se queda en silencio. Cuando es fundamental sesionar para tomar decisiones, el presidente de la Asamblea impone receso. Y en un escenario en el que urge una reunión del pleno para destrabar las inciertas elecciones judiciales, al señor Choquehuanca le ganan la línea oficial y la inercia.

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Cierto que la deplorable parálisis decisoria de la Asamblea no depende únicamente de lo que haga o deje de hacer el Vicepresidente, pero al menos se esperaría un mayor protagonismo de su parte, con autonomía de los mandatos del Ejecutivo y la ofuscación de las bancadas. Si asumimos que la situación es insostenible y se avizoran vientos de crisis, el factor Choquehuanca puede hacer la diferencia. Ojalá contribuya a encontrar el equilibrio de las alas del cóndor en lugar de su mutilación. Estamos a tiempo.

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