El pesar de la vejez es la soledad
Población. Bolivia es un país latinoamericano en proceso de envejecimiento
Algunos reclaman una nueva oportunidad para demostrar que aún pueden ser útiles a la sociedad y demandan del Estado respeto, el cumplimiento de sus derechos y un trato dignificante y sin discriminación.
«Mis hijos se casaron, mi esposa falleció y ahora vivo solo. Estoy enfermo y se olvidaron de mí», se lamenta Tomás Fernández, exfabril de 75 años de edad que conversó ayer con La Razón en un sondeo.
Más optimista se mostró doña Julia Ticona, que a sus 76 años destina su renta de jubilada a mimar a sus nietos. Ella cuenta que, como a todos, la vida le dio también duros golpes, pero asegura que mantiene su fortaleza y aún aporta a su hogar. «Soy viuda, ya soy vieja y son los niños quienes deben alimentarse bien, eso es lo que me mantiene fuerte».
Carlos Loza, representante de la Asociación Nacional del Adulto Mayor (Anambo), considera que existe una «deuda» de parte del Gobierno para con este sector de la población. La Anambo tiene 100 mil afiliados en todo el país. «Hay leyes que no se cumplen como la del seguro universal. Nosotros ya cumplimos con el Estado y merecemos un trato digno».
Carlos Antelo, médico de profesión y con 65 años, lamenta que el seguro gratuito de vejez no se cumpla a cabalidad. «Son pocas las personas de la tercera edad que acceden a los servicios de salud. Lo peor es que uno llega a los 60 años y no encuentra trabajo, cuando uno aún se siente útil», confiesa a este medio.
Un estudio de la Fundación Horizontes, que trabaja en bien de la población adulto mayor, da cuenta de que para este año, 7,24% de la población boliviana ha superado los 60 años de edad, y que dentro de 30 años este porcentaje llegaría al 16 %.
«El Estado está obligado a mejorar la situación de los adultos mayores, el sector más vulnerable de la sociedad», dijo el director de la Fundación Horizontes, Mauricio Casanovas.
Así, según una publicación del Defensor del Pueblo y HelpAge International, «Bolivia es uno de los países latinoamericanos en proceso de envejecimiento». La rapidez con la que se va transformando la pirámide poblacional debería constituir una preocupación para el futuro, alertan.
De los aproximadamente 10 millones de habitantes existentes en el país, entre el 7 y el 8%, aproximadamente 800 mil personas, están comprendidas como adultos mayores. La expectativa de vida es de 62 años para los hombres y 67 años para las mujeres, según la misma fuente.
De acuerdo con proyecciones del Instituto Nacional de Estadística (INE), se espera que el año 2025 la población total en el país llegue a 13.268.000 habitantes, de los que 1.191.000 serían adultos mayores.
Algunos de sus Derechos
Derecho a vivir con independencia y satisfacer las necesidades más básicas; derecho al respecto y protección del Estado; derecho a participar aportando experiencias; derecho a la libre organización.
Observatorio velará por los adultos mayores
La Fundación Horizontes presentó el primer Observatorio de los Derechos de las Personas Adultas Mayores (ODEAM), que hará el seguimiento de todos aquellos aspectos que afectan, mejoran e incorporan la temática del envejecimiento y el ejercicio de los derechos de este sector de la población en la agenda pública.
El director ejecutivo de la Fundación, Mauricio Casanovas, explicó que el Observatorio se enmarca en el programa de ayuda a la tercera edad HelpAage International. «Estamos promoviendo el cumplimiento de las leyes en favor de los adultos mayores y pretendemos observar la situación en que se encuentran», dijo.
Las líneas estratégicas de intervención serán: Protección social y medios de vida; seguimiento a programas de salud y seguro social; incidencias en políticas públicas y temas transversales como intergeneración, interculturalidad, género y el cumplimiento de los derechos de los adultos mayores. Asimismo, brindarán asesoramiento sociolegal a quienes lo requieran en gran parte del país.
Testimonios
Fani Peñarrieta
Exprofesora (75)
«Lo peor que me pudo haber pasado a esta edad es haber quedado sola y enferma. A mis 75 años, el único consuelo que tengo es el amor que me expresan mis hijos y nietos. Es lo único que me queda».
Lucio Camacho
Exempleado público (73)
«Lo mejor que he vivido hasta esta edad es el cuidar de mis cinco nietos y el matrimonio de mi hijo. Lo peor fue la muerte de mi padre, a quien hasta ahora extraño porque me daba sabios consejos».
César romero
Exprofesor (68)
«Lo que más lamento es el olvido de mis hijos, que ni me visitan, pero lo mejor que me ha podido pasar es que a pesar de mis años, me volví a casar y eso me hace muy feliz, ya no estoy solo».
Severina Tola
Comerciante (67)
«Lo más grave de llegar a esta edad son los constantes achaques, todo nos duele, más en mi caso que vendo todo el día en la calle. Lo mejor son mis hijos y mis nietos, por ellos sigo trabajando».
Tomás Apaza
Exfabril (74)
«De lo que me puedo quejar a esta edad es de la enfermedad y que no tengo dinero. Lo más grave es que nadie se acuerda de uno. Nunca tuve un momento feliz en la vida, desde muy niño trabajé».
Juan Adrázola
Exmensajero (73)
«En el ocaso de la vida, uno trae a la memoria los lindos recuerdos de los años de juventud, cuando disfruté de la vida. El mejor regalo que me dio Dios son mis hijos y mis nietos, es por ellos que vivo».