Según fiscal, asfixiaron a Olorio en una bolsa de gas
Informe. Fiorilo dijo que estudia cambiar el tipo penal a asesinato
«Parece una película de terror», dijo ayer el fiscal del caso Carlos Fiorilo, quien señaló que en la desesperación de la agonía, el preso rompió las esposas con las que estaba sujeto.
«A este ciudadano (David Olorio) lo habrían torturado en la oficina de Inteligencia de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) de El Alto, donde entre los involucrados, uno lo golpeaba en la espalda y los riñones, otro en el estómago».
A consecuencia de estos golpes, Olorio se quedó sin aire. «Quería retomar su respiración, pero estaba enmanillado.
Entonces, otro (agente de inteligencia) habría rociado de gas en una bolsa plástica y le habría metido (la bolsa) en la cabeza. Olorio al intentar tomar el aire se desesperó tanto, y se ve que él era fuerte, (ya que) ha roto las manillas en su desesperación».
Ante los nuevos testimonios conseguidos, el fiscal Fiorilo no descartó ayer cambiar el tipo penal de homicidio a asesinato.
Por la muerte de Olorio, caratulada como homicidio, son enjuiciados por la vía penal y están con detención preventiva en San Pedro, el exdirector de la FELCC alteña, Israel Vega; el policía Juan de la Cruz Cerón, el teniente Omar Antezana y el cabo Luis Fernando Aquino.
Además, el jueves 1 de septiembre la jueza de la Sala Penal 2ª, Virginia Crespo, ordenó la detención preventiva en la cárcel de San Pedro de los tenientes José Ronald Saravia Saavedra y Cristian Vargas Nina, ambos miembros del servicio de Inteligencia de la Policía, quienes serán imputados por asesinato.
Ambos tenientes fueron aprehendidos la víspera después de que los vocales de la Corte Penal Primera de la Corte Superior del Distrito de La Paz, Virginia Crespo y Fernando Ganam, dejaran sin efecto la resolución de medidas sustitutivas que les beneficiaban. Según el fiscal, ambos aún prestaban servicios en la fuerza del orden.
La tragedia de Olorio Apaza, que tenía antecedentes policiales, comenzó a desarrollarse tras su aprehensión el martes 6 de julio del 2010, como principal sospechoso del atraco al peaje de Vías Bolivia, en la Autopista La Paz-El Alto.
En ese asalto, perpetrado por hombres armados el domingo 4 de julio del 2010, los atracadores asesinaron a tiros a un policia, el suboficial Leonardo Condori, dejaron tres heridos de bala y se llevaron un botín de al menos Bs 350.000.
La muerte de Olorio cayó como un balde de agua fría sobre la Policía. En un principio, la FELCC de El Alto, con el apoyo de una fiscal, sostuvo que el hombre murió a consecuencia de un paro cardíaco. Sin embargo, las fotos de la autopsia del cadáver en las que se ven los golpes y marcas de tortura, filtrada a los periodistas, reveló que se trató de un crimen.
Entonces, los implicados confesaron que se les pasó la mano en el interrogatorio del delincuente.
Según los informes forenses, Olorio falleció por un edema pulmonar debido a asfixia mecánica. Pero, una primera autopsia al cadáver del sujeto reveló que había indicios de asfixia y que se hallaron laceraciones y hematomas en varias partes del cuerpo.
El fiscal recordó que el 2010 los dos exmiembros de Inteligencia de la FELCC de El Alto subieron a Olorio hasta el último piso de la entidad policial para supuestamente hacerle una entrevista, sin embargo, ahí es donde se «les pasó la mano».
Durante esta investigación, se produjo también la muerte sospechosa del reo peruano Carlos Alberto Junco Cáceres, acribillado con seis tiros el 26 de julio de ese año en el penal de máxima seguridad de Chonchocoro.
Un día antes de morir, el preso hizo saber al fiscal Isabelino Gómez, entonces fiscal asignado a la investigación, que le urgía verle porque quería revelar los nombres de los atracadores del peaje de la autopista y de los asesinos de Olorio. El abogado defensor de la pareja de Olorio,Wálter Fernández, presentó un memorial donde aquel denunció el 2009 que era extorsionado por dos policías.
Desde fines de agosto una nueva comisión de fiscales investiga el caso.
Datos sobre el caso
Olorio Apaza fue arrestado junto con su esposa, Carola Cristina Céspedes, el martes 6 de julio. El hombre murió en la FELCC de El Alto el 17 de julio del 2010. El reo Carlos Junco, quien decía tener nombres de quienes ordenaron el atraco a Vías Bolivia, fue asesinado.