Con los “discordes en concordia”, La Paz celebró en relativa calma los actos cívicos de su efeméride 203. Gobernación y Alcaldía cumplieron la agenda conjunta, que tocó punto alto  con la presentación de la torta más grande de Sudamérica.

Cielo despejado, temperatura templada y un reducido público abrieron la jornada protocolar a las 07.30, con la presentación de arreglos florales ante la estatua de Pedro Domingo Murillo en la plaza principal de la ciudad.

A las 08.00, el alcalde paceño Luis Revilla iniciaba su agenda presentándose en algunos medios de comunicación, mordiendo una torta y viendo cómo dos banderas se desplegaban de forma vertical por el reloj de la plaza Uyuni.

Media hora después, en la plaza Murillo y con la transmisión del canal estatal, las campanadas del reloj del Palacio Legislativo antecedían a la entonación del Himno Nacional y del paceño. Autoridades locales y nacionales, ministros y viceministros participaron en la iza de la bandera y el encendido de la tea libertaria, a cargo del presidente Evo Morales.

La plaza empezó a llenarse de público para la celebración de la misa interreligiosa que congregó a líderes de iglesias como la Evangélica, la Adventista, la Luterana y otras. Yatiris y amautas, hombres y mujeres, también participaron con un ritual andino que dio paso a reflexiones muy variadas —como la de la pertinencia de la circuncisión— y a música que iba desde rancheras hasta folklore boliviano, en guitarra y violines.

Bajo un toldo, siguieron la ceremonia el canciller David Choquehuanca, el gobernador paceño César Cocarico, el presidente Evo Morales, el vicepresidente Álvaro García, el alcalde paceño, Luis Revilla, y el alcalde cochabambino, Edwin Castellanos. De rato en rato, el Vicepresidente se entretenía leyendo pasajes de un Nuevo Testamento.

Tras la misa interreligiosa, las autoridades desfilaron delante de la imagen de la Virgen del Carmen, la patrona del Ejército de Bolivia. La situación fue aprovechada por la gente que quería aplaudir a su autoridad favorita; por los turistas extranjeros, que posaban con banderitas de papel, y por los fotógrafos, que tomaban la imagen de alguna autoridad y la vendían por la suma de Bs 5.

Una gigantografía con César Cocarico y Evo Morales servía de fondo para el palco de honor delante del Palacio de Gobierno, que también estrenó en sus ventanales tres cuadros: una pareja de originarios de tierras bajas, Simón Bolívar con Antonio José de Sucre, y una pareja de origen andino. A paso marcial, el desfile militar comenzó, destacando en sus filas la representación femenina.

A las 11.00, el alcalde paceño, Luis Revilla, dejó el palco para ingresar a la Catedral Metropolitana para la misa de tedéum, programada originalmente para las 10.30. La imagen de la Virgen fue llevada al interior del templo, donde se celebró la eucaristía con las autoridades municipales ocupando las primeras cuatro filas de las bancas.

La ceremonia fue oficiada por monseñor Edmundo Abastoflor, quien recordó en su homilía que fue en la fiesta de la Virgen del Carmen que se buscó la libertad. “Eso que ha sucedido hace 203 años tiene que seguir sucediendo hoy: que la Virgen María nos ayude a buscar caminos de libertad, de justicia, de fraternidad, de reconocernos los unos y otros bolivianos por encima de las diferencias sociales, políticas y económicas; caminos que nos lleven a reconocernos como hermanos, porque somos hijos de un mismo Dios”.

Para cuando empezó el tedéum, las autoridades tomaron diferentes caminos: las pertenecientes al MAS se dirigieron al Club Hípico Los Sargentos, donde el gobernador César Cocarico invitó a un almuerzo bufet tradicional, mientras las municipales acompañaron a la imagen de la Virgen en la procesión encabezada por los fieles cofrades.

Pasado el mediodía, en el club de Següencoma, el almuerzo de la Gobernación previsto para 200 personas rebasó las expectativas. “Yo quiero manifestar mi satisfacción como autoridad departamental. Todos ustedes son amigos y personas que cooperan con nuestro departamento”, manifestó el Gobernador en su brindis de honor con una copa de yungueño.

El menú consistió en un bufet de picante surtido con quinua tostada, lengua, sajta de pollo, bife de llama en salsa de quirquiña y conejo estirado con tunta rebosada. El postre fue helado de canela, con refresco de mocochinchi como bebida de acompañamiento.

Diplomáticos, autoridades de gobierno, representantes de los movimientos sociales y hasta las reinas de la belleza paceña participaron en el festejo que se prolongó hasta la media tarde, amenizado por la música del grupo Alaxpacha.

Récord. Desde la noche del domingo, la torta más grande de Sudamérica le quitó el sueño al chef Óscar Mora, a su esposa, Norma Espada, y al equipo de Bolivia Gourmet, que prepararon la gigantesca pieza hasta casi el mediodía de ayer. El pastel, adornado con la imagen del Illimani, fue consumido en cinco horas por 12 mil personas.

“Estamos sin dormir, pero felices”, contó Espada, cansada pero con una sonrisa de satisfacción. Su esposo tampoco durmió bien. Él iba y venía por el patio del mercado Camacho orgulloso de su creación que tenía aproximadamente siete metros cuadrados. El decorado blanco era motivo de admiración y despertó el apetito de miles de paceños que se acercaron al lugar desde la mañana.

El lugar estuvo cercado por chefs con atuendos blancos. Cuando alguno volteaba, algún pícaro corría hasta la torta y se tomaba fotografías con ella. Fue muy difícil manejar a la gente hasta la llegada del alcalde Revilla, a eso de las 13.00. Como no se partía la torta ni había repartición, el público se impacientó. El mismo Mora salió a calmar a la gente.

Entre los concurrentes estaba María de los Ángeles Mejía, quien llegó con su abuelita Martha Saavedra. Ambas aprovecharon el desorden para sacarse una foto con Mora y la torta de fondo. “He venido desde Cochabamba para saludar al chef”, dijo Saavedra.

El Alcalde llegó y fue recibido tanto con aplausos como con quejas, pues la cita estaba programada para las 12.30. Prendidas las velas, la autoridad edil la sopló ante las cámaras, cortó un pedazo y, mirando alegre a Mora, le dijo: “Está deliciosa”. El chef sonrió con orgullo y obsequió al burgomaestre la cuchara de oro de Bolivia Gourmet y un delantal de chef.

Vestido de blanco, Revilla se sacó más fotos, subió hasta un rincón de la mesa de la torta y desde allí pidió a la gente que tenga calma, que había torta para todos. Bajó, cortó pedazos del pastel y lo distribuyó a algunas personas.

Tras la salida del Alcalde, Mora y 85 chefs se encargaron de repartir el resto de la torta. A las 16.00 había filas de comensales de hasta una cuadra y media. El trabajo se hacía más duro. Eso no le importó a Mora, quien afirmó que estaba orgulloso de su trabajo y que en un par de años más intentaría hacer otra torta más grande. A las 17.15 se entregó la porción 12 mil, dejando un pedazo para repartirlo entre el equipo de chefs.

Sesión. En la tarde, el Concejo Municipal se reunió en el Teatro Municipal para celebrar su sesión de honor. Allí se evidenció que, a pesar de que hubo tensiones, hay voluntad para trabajar. “Está bien, seguiremos pensado distinto, pero pongámonos de acuerdo en cinco cosas: transporte, riesgos, educación, seguridad ciudadana y salud (…) Podemos tener muchas dificultades, divergencias, pero en estas cinco cosas trabajemos los próximos años para beneficiar a La Paz”, dijo Revilla, en alusión al Gobierno y a sus opositores del Movimiento Al Socialismo (MAS) en el Concejo.

Tras la sesión, Revilla ofreció una cena de gala en el salón Libertador del hotel Radisson, donde se ofreció especialidades de comida novo paceña: trucha Illimani y medallones de Libertad. Así acabaron los festejos por los 203 años de la revolución del 16 de julio de 1809.

Festejos dejaron dos muertes

La verbena y los festejos por la efeméride de la revolución paceña dejaron como saldo dos personas muertas por intoxicación alcohólica y al menos 100 personas fueron atendidas en emergencias del Hospital de Clínicas.

El director departamental de la FELCC, Roberto Campos, informó ayer que entre los casos más graves estuvieron cuatro levantamientos de cadáveres, dos que estarían relacionados con los festejos, y una denuncia de violación. “Se ha tenido dos levantamientos de cadáveres en la ciudad de El Alto, uno por intoxicación y otro por traumatismo encéfalo craneal. En la ciudad de La Paz, uno por enfermedad y otro por intoxicación alcohólica”, precisó el jefe policial.

Asimismo, se arrestó a un grupo de jóvenes en calidad de testigos ante la denuncia de violación de una joven de 19 años en un domicilio del barrio de Miraflores.

Según el responsable de la Unidad de Emergencias del Hospital de Clínicas, se incrementó en un 100% la cantidad de casos atendidos por intoxicación el año pasado. En 2011 se atendieron cerca de 50 personas y en esta gestión se rebasaron los 100 casos.

Concejo Municipal reconoció a 36 entidades 

En su sesión de honor, el Concejo Municipal de La Paz conmemoró el 203 aniversario de la Gesta Libertaria de 1809, otorgando reconocimientos a 36 entidades e instituciones por su trabajo y liderazgo en la ciudad.

Dos de las condecoraciones, con el Escudo de Armas de la ciudad de Nuestra Señora de La Paz en el grado de Servicios Especiales, fueron póstumas: al periodista y exsenador Antonio Peredo y al exembajador y exviceministro Guido Rivero. La misma distinción fue entregada al Círculo de Mujeres Periodistas de La Paz.

El académico Rolando Costa Arduz fue nombrado Hijo Predilecto de la Ciudad, mientras que la condecoración Prócer Pedro Domingo Murillo en el grado de Palmas de Oro fue para Laboratorios Vita SA, Industrias Venado SA, radio Erbol y los hermanos Estrada Pacheco (creadores e impulsores de los caporales).

Entre los galardonados estuvieron: el Centro de Especialización en Computación y Estudios Comerciales (CEC), el programa Diálogo en Panamericana, el club Chaco Petrolero, el programa Sábados Populares, el mercado Modelo Achumani, el Centro de Investigación, Educación y Servicios (CIES) regional La Paz, la fábrica de helados Frigo SRL, Comunidad Aymaras Urbanos de Pampahasi y  el músico Freddy Humberto Céspedes Rodríguez, entre otros.