Cusi es esquizofrénico paranoico y fue remitido a Chonchocoro
Aeropuerto. El juez penal cautelar no valoró el informe psicológico del acuchillador
“Toda la ciudad está llena de basura. Primero y segundo. Yo soy de la provincia, allá no hay asfaltado, hay mucha polvareda”. Fueron las primeras palabras que esgrimió Virgilio Cusi en su defensa, en la audiencia de ayer en la que se decidió que vaya preso a la cárcel de Chonchocoro.
En la mañana, el psicólogo de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen de El Alto (FELCC), Agustín Peñaranda, indicó que este hombre que acuchilló el jueves a 11 personas en el aeropuerto internacional de El Alto, “presenta un trastorno esquizofrénico con rasgos de tipo paranoide”.
Pero en la tarde, cuando se realizó la audiencia de medidas cautelares, en el Juzgado 6° de Instrucción en lo Penal Cautelar de El Alto, este examen no fue presentado ante el juez. Así, el resultado fue la determinación de enviar al individuo a prisión, de manera preventiva en Chonchocoro.
Él está acusado de tentativa de homicidio y de acuerdo con el juez, Jorge Gutiérrez “se han presentado los suficientes elementos de convicción para ver que el imputado es probable autor del hecho que se le incrimina”.
El jueves, aproximadamente a las 07.45, Virgilio Cusi, de 41 años de edad, agredió sin motivo aparente a 11 personas, a quienes les asestó puñaladas con un cuchillo de cocina de unos 20 centímetros de largo.
El hombre recorrió el pasillo del aeropuerto internacional sin que fuese detenido por los efectivos de control de esa terminal. Pasados entre cinco y ocho minutos, dos uniformados, uno previamente herido, y un conscripto redujeron al agresor. El hecho puso en tela de juicio la seguridad del aeropuerto alteño, cuyos administradores dispusieron ayer la circulación permanente de policías y militares para vigilar el lugar.
“Considera que los demás quieren dañarle, causarle daño a nivel sexual inclusive. También presenta características emocionales de un trastorno explosivo intermitente”, sostuvo Peñaranda respecto a la evaluación psicológica que efectuó al imputado.
“Este sujeto presenta un trastorno esquizofrénico con rasgos de tipo paranoide, vale decir que no está en pleno uso de su juicio. De sus facultades mentales”, sentenció el especialista de la institución policial.
El experto refirió, sin embargo, que durante la entrevista que le hizo a Cusi éste se mostró como una persona que no se encuentra alejada de la realidad. “Se ubica en el tiempo y el espacio adecuadamente, inclusive mencionaba preguntas que se le hizo”. El día del incidente, el viceministro de Régimen Interior, Jorge Pérez, se entrevistó con el agresor y concluyó que él tenía problemas mentales.
No obstante, el informe del psicólogo no fue presentado ante el juez Gutiérrez, pues no se lo incluyó en el cuaderno de investigaciones. Se dijo que no se logró contar con el informe. Al finalizar la audiencia de medidas cautelares, la abogada defensora del acuchillador, Mónica Irusta, anunció que apelará la determinación judicial porque no se tomó en cuenta la situación mental de su defendido. Remarcó que éste no puede ser procesado, sino tratado médicamente.
El fiscal Santos Valencia, asignado al caso, manifestó que si se demuestra que el imputado tiene problemas mentales será el primero en pedir que sea tratado por un psiquiatra. Rogelio Lino, pariente de una de las víctimas acuchilladas, rechazó los argumentos de que el individuo esté trastornado mentalmente. “Cualquiera va a entrar al aeropuerto, meterá una bomba y dirá que está loco”.
En sus primeras declaraciones a los medios de comunicación, Cusi expresó que oía voces que le decían que tenía que atacar a las personas, porque querían hacerle daño. Incluso mencionó al presidente Evo Morales, como alguien que quería lastimarle. Ayer en la tarde cuando salía del Juzgado 6° de Instrucción en lo Penal Cautelar, el involucrado se marchó enmanillado y señalando: “Solicitó mi libertad, no tengo culpabilidad”.
La agresión en la terminal
Pretexto
Aproximadamente a las 07.45 del jueves, Virgilio Cusi, de 41 años de edad, deambulaba por el aeropuerto internacional de El Alto. Según el viceministro Jorge Pérez, dijo que había intentado comprar un boleto de avión hacia Chile y no fue atendido.
Ataque
Estaba a punto de salir del aeropuerto, cuando se cruzó con dos mujeres a quienes les dijo algo ininteligible y sacó su cuchillo de 20 centímetros, oculto en su chamarra. Y se dio a la tarea de acuchillar a cuanta persona se le cruzó en su camino. El saldo de heridos fue de 11, una de gravedad.
Tres mujeres se encuentran en observación
En el Hospital Boliviano Holandés de la ciudad de El Alto, donde fueron internadas ocho de las personas que fueron agredidas por Virgilio Cusi la madrugada del jueves, solo quedan tres mujeres. Ellas fueron intervenidas quirúrgicamente porque tenían heridas en el abdomen, y se presumía que pudieran tener daños internos. Sin embargo, luego de las operaciones se encontró que solo una de ellas, Nancy Cruz, tenía cortes en los intestinos, informó el médico de este nosocomio de referencia, Fernando Borda.
Una de las parientes de Cruz comentó que el médico señaló que ella tiene que estar en observación por cuatro días, al cabo de los cuales se efectuará una evaluación para ver si es necesaria otra cirugía.
Uno de los familiares de Luis Lino, informó que éste fue intervenido quirúrgicamente en el Hospital Obrero de La Paz y que está fuera de peligro. El pariente se hizo presente en la audiencia de medidas cautelares de Cusi en el Juzgado 6° de Instrucción en lo Penal Cautelar y exigió que éste sea apresado.
Las víctimas de Virgilio Cusi fueron 11, una de ellas un uniformado de la Policía, de nombre Jhonny Coronel, quien fue el primero que intentó reducir al agresor, pero recibió una puñalada.
Las otras personas fueron acuchilladas en el pasillo del aeropuerto internacional, cuando esperaban su vuelo o estaban acompañando a los viajeros. La primera en sufrir la agresión fue Nancy Cruz, quien junto con su amiga se refugió en una de las tiendas de la terminal. Ella se desvaneció dentro por la hemorragia, mientras miraban cómo el individuo atacaba al resto. Ésta es la persona con daños de mayor gravedad y deberá continuar internada en el hospital.