Juan Barrios, nuevo obispo de la Diócesis de Osorno, Chile, acusado de encubrir a un pederasta, no se presentó ayer en la misa de las 10.00 en la catedral de San Mateo, que sería la primera eucaristía que celebraría tras asumir el cargo.

“De ese modo, el sacerdote no volvió a encontrarse con los fieles tras los incidentes que se produjeron el sábado, durante su ceremonia de asunción como Obispo” señala El Mercurio en su portal.

El prelado, que fue designado por el papa Francisco, asumió su cargo en medio de protestas, debido a que habría encubierto a Fernando Karadima, a quien el Vaticano halló culpable de cometer abusos sexuales.

Según radio Cooperativa, cerca de medio centenar de personas acudió a la eucaristía, cantidad que estaba lejos del número de feligreses que llenaron la Catedral el sábado, tanto para apoyar como para fustigar su nombramiento. La misa fue celebrada por el padre Mauricio Bello.

Los asistentes a la liturgia repudiaron el actuar de quienes rechazan a Barrios como máximo representante de la Iglesia Católica en esa ciudad.

Calificaron dichos actos como una falta de respeto a la institución y al espacio sagrado y mostraron la esperanza de que los alegatos en contra del monseñor cesen para que éste pueda cumplir su rol.

Tras los incidentes, Barrios manifestó a radio Cooperativa que tiene la esperanza “más linda en que con la gracia de Dios, con la buena voluntad de todos, con la ayuda de la Virgen María, vamos a salir adelante”.