Vecinos de Veracruz se quejan de la inseguridad
Falencia. A las calles les hace falta iluminación
Los vecinos de la zona Veracruz del Distrito 8 de El Alto relataron que viven con el temor de ser asaltados por las noches ante la carencia de luminarias en sus calles y por la ausencia de efectivos de la Policía. Estas quejas fueron presentadas a La Razón durante un recorrido que se hizo al barrio. Se evidenció que en varias calles hay una carencia de postes de alumbrado público, además se puede observar varios lotes baldíos.
La representante de los vecinos, Irinia Laura, afirmó que cada semana se producen al menos dos asaltos. “Nos da miedo salir porque no hay control policial. Además, las calles son vacías y somos víctimas de robos”.
Ramona Churqui, otra vecina de este sector, narró que incluso los delincuentes aprovechan para ingresar a sus viviendas, cuando los ocupantes salen a dejar a sus hijos al colegio o van a comprar al mercado. La representante pidió la intervención inmediata de efectivos policiales y de la Alcaldía.
Seguridad. El director municipal de Seguridad Ciudadana, Dorian Ulloa, reconoció estas dificultades y añadió que la Alcaldía, por falta de recursos económicos, no puede abocarse a los problemas de un barrio en específico.
“Nuestra tarea es en el ámbito municipal, si preguntamos a todos los vecinos o presidentes de cada barrio todos necesitan atención en seguridad y patrullajes. Las subalcaldías deben apoyar al ejecutivo edil en esta tarea”, dijo.
Ulloa detalló que para seguridad ciudadana el gobierno local cuenta con Bs 8,5 millones que serán invertidos en el proyecto Escuelas Seguras, para equipamiento policial, talleres y trabajos de prevención con las juntas vecinales, colegios y otras organizaciones sociales de la ciudad.
En cuanto a la falta de luminarias, este medio de comunicación llamó al encargado de Servicios Públicos del gobierno local, pero no respondió a su teléfono. “Las calles son oscuras, es un riesgo desde todo punto de vista, los delincuentes se llevan a sus víctimas hasta el barranco (límite con Achocalla) y allí los pegan y hasta los acuchillan”, relató Andrea Pomacusi, vecina del sector.
Se tocaron al menos siete puertas de terrenos amurallados, pero nadie salió a abrir, algunos de esos terrenos solo contaban con su muro de cerco. Los vecinos relataron que en estos espacios vacíos y oscuros se producen atracos, se consume bebidas alcohólicas e incluso se denunciaron casos de violación.