Dictan baja de 3 policías imputados por violación
Alerta. Cabo fue readmitido pese a antecedentes
El Tribunal Disciplinario Departamental de la Policía de Tarija dio de baja en forma definitiva al subteniente Israel José Z. Z., al sargento Juan Carlos P. C. y al cabo Ramiro M. V., imputados por la violación de una joven a la que luego intentaron matar.
La resolución, aprobada cerca de las 20.00 del miércoles, dispone su baja definitiva sin derecho a reincorporación, informó el coronel Óscar Barrios, presidente de ese tribunal a periodistas tarijeños. Esta decisión puede ser apelada en las primeras 72 horas.
“De acuerdo con la información recibida, es una baja definitiva. Aun en el caso de que pudieran salir bien librados, no podrían volver a ser policías”, declaró a este diario Gladys Sandoval, representante de la Defensoría del Pueblo. El fiscal policial les acusó de uso arbitrario de vehículos oficiales; mellar la dignidad del uniforme; tratos inhumanos a los detenidos; mal uso de procedimientos y agresiones físicas y sexuales.
Delitos. Según la denuncia, la noche del 2 de marzo los tres uniformados destinados a la Estación Policial Integral Moto Méndez (EPI) patrullaban en un vehículo oficial esa zona, cuando interceptaron a un taxi en el que la víctima se dirigía a su domicilio. Le pidieron su carnet y como la joven no lo portaba, se la llevaron consigo —modus operandi empleado en Cochabamba por dos policías violadores—, la vejaron e intentaron estrangularla.
Israel José Z. Z. y Juan Carlos P. C., enfrentan, además, un proceso en la vía ordinaria por violación y tentativa de feminicidio y están detenidos desde el domingo en el penal de Morros Blancos. Sin embargo, Ramiro M. V. escapó.
Este cabo en enero fue detenido por intentar asesinar a su pareja. “Los primeros días de enero (2016) llegó su esposa a la Defensoría con el rostro desfigurado por los golpes”, contó Sandoval. Tras salir de una fiesta, Ramiro M. V. intentó expulsarla de un vehículo en movimiento. Ella se aferró a lo que pudo y mientras el sujeto pugnaba por lanzarla afuera, apareció un patrullero. Pero pese a hallarlo en flagrancia, sus camaradas lo dejaron ir, y al llegar a casa el violento la flageló.
El caso fue denunciado y debido a sus antecedentes —hace un par de años le echó agua hervida en la espalda, cuyas cicatrices son “algo de terror”, según la Defensoría—, fue imputado y un juez ordenó su detención preventiva.
“Pensábamos que seguía en Morros Blancos, pero salió con medidas sustitutivas usando el memorándum de baja indefinida que le dio la Policía. Alegó que ya no significaba un peligro para la víctima”. No obstante, una vez en libertad fue reincorporado. “Esto no debería ocurrir, policías con esos antecedentes no pueden estar a cargo de la seguridad de la población”, denunció Sandoval.