Más microempresas dedicadas a la fabricación de ladrillos cambian los sistemas de calentamiento de sus hornos de leña a gas con el fin de bajar la contaminación ambiental. Así, piden a las autoridades respetar sus fuentes laborales ante una amenaza de traslado.
La medida se ejecuta en el sector del Cerro Blanco, al sud de la urbe y detrás del aeropuerto Jorge Wilstermann, donde se emplazan más de 70 ladrilleras que —según un estudio edil— provocan el 12% de la contaminación en Cochabamba.
“Estos últimos meses hemos estado en una situación de emergencia porque la Alcaldía ha estado clausurando, demoliendo y procesándonos, pero como sector estamos haciendo prueba de un nuevo quemador de tecnología para sacar un buen resultado en el tema medioambiental”, sostuvo Félix Mayta, dirigente de los ladrilleros.
Pese a esa labor, no se garantiza que la contaminación que genera el sector baje del todo, admitió el dirigente. Así, lo confirmó también el técnico Michel Trujillo, que asesora al sector. Sin embargo, la reducción, aseguró, es del 90%.
En el primer semestre de este año las ladrilleras se habían comprometido a efectuar el cambio de sistema; empero, pese al compromiso el municipio se querelló contra unas 40 factorías por atentar contra la salud, explotar ilegalmente minerales, compra y venta ilegal de recursos minerales y atentado al medio ambiente.
A decir de Mayta, el Gobierno Municipal “lo único que quiere es que el sector desaparezca”. No obstante, los ladrilleros insisten en que hacen los esfuerzos para sumarse al plan edil de descontaminación. Si los resultados, incluido el económico, son favorables, el plan se extenderá a otras fábricas del lugar.
Trabajadores demandaron nuevamente al alcalde José María Leyes una audiencia para explicar los alcances del proyecto y otros exigieron respeto a sus fuentes laborales.
“(Alcalde) dé la reubicación a nuestro sector ladrillero respetando nuestras fuentes de trabajo”, demandó otra persona con letrero en mano. (15/11/2017)