Sedes de Santa Cruz cuestiona el cierre tardío de fronteras y la carencia de vacunas
Marcelo Ríos, director del Sedes, lamentó que ninguna autoridad del Ministerio de Salud haya acudido a la frontera de Santa Cruz con Brasil.
El director del Servicio Departamental de Santa Cruz (Sedes), Marcelo Ríos, criticó la reacción tardía del Gobierno sobre el cierre de fronteras con Brasil para evitar el ingreso de la nueva variante del COVID-19.
En entrevista con La Razón Radio, el funcionario estimó que el flujo de personas que ingresan a diario por las fronteras es de entre 2.000 y 3.000 y que ellas no solo se quedan en las poblaciones fronterizas bolivianas, sino que se dispersan a otros departamentos lo cual acrecienta el riesgo de contagios.
“Nosotros pedimos el cierre de fronteras en su momento, justamente para poder minimizar lo más posible el ingreso de la nueva variante. En el caso de que no se hubiera podido indicamos que se debería hacer un aislamiento institucional de 10 días, por lo menos, pero el Gobierno sacó una normativa, los decretos 4480 y 4481, que determina el aislamiento domiciliario pero quién puede hacer el control del aislamiento domiciliario. Las autoridades no tienen la capacidad para poder venir a vigilar a las más de 2.000 y 3.000 personas que ingresan cada día por las fronteras”, sostuvo Ríos.
En las últimas semanas fue notorio el incremento de casos en las poblaciones fronterizas, por lo que puntualizó que no es correcto hablar de un descenso de casos o desescalada. Explicó que en Santa Cruz hace seis semanas que se tiene una situación sostenida de contagios donde oscila entre los 300 y 400 casos diarios y las cifras semanales están entre las 2.200 y 2.500 y las últimas dos semanas muestran una tendencia ascendente de casos.
Incluso reclamó que el Gobierno haya mirado de reojo a Santa Cruz y, en su criterio, dirigió 60.000 vacunas hacia Pando y Beni. “Quisiera saber qué equipo del Ministerio de Salud fue a la frontera de Santa Cruz. Ni uno”, cuestionó.
“Nosotros nos hemos encargados solitos y hacer la contención (de contagios) con el esfuerzo local, con las autoridades locales”, afirmó Ríos.
También cuestionó la dotación de vacunas. “El Ministerio está descabezado”, dijo en relación a la renuncia, la semana pasada, de la directora de Epidemiología, María Bolivia Rothe. Sin embargo, consideró que los Sedes tienen personal de esa área para encaminar la vacunación.
Dijo que es imposible iniciar la vacunación en algunos municipios debido a la carencia de dosis. Contó que desde la primera dotación, el 25 de febrero, Santa Cruz recibió 233.000 dosis de vacunas, a diferencia de la población adulto mayor, la beneficiaria prioritaria, que suma 250.000 en el departamento, más el personal médico.
Esas dosis solo alcanzan para 136.000 personas, puso como ejemplo. “Nosotros estamos llegando al 50% del uso de esas vacunas”, admitió Ríos.
Al momento, el Sedes espera los resultados de las muestras tomadas a pacientes contagiados con COVID-19, que fueron enviadas a laboratorios del exterior para confirmar o descartar si en el país circula la nueva variante.
“Cuando tengamos la certeza, la evidencia científica de poder estar seguros de que tenemos un caso o más de personas que han sido infectadas con la variante P1 y que ese contagio fue en territorio cruceño, que ha sido un contagio comunitario en Santa Cruz lo vamos a anunciar”, dijo Ríos.
Entretanto, recomendó a la población a no bajar la guardia y no olvidarse de utilizar las medidas de bioseguridad como el uso de barbijo, lavado de manos, distanciamiento físico, el uso de alcohol y evitar tocarse la cara o frotarse los ojos para evitar contraer el virus.
Santa Cruz reportó el domingo 154 nuevos casos de COVID-19, que totalizan, desde el 10 de marzo de 2020, 101.513 contagios. El departamento suma 5,528 fallecidos.